elperiodic.com
SELECCIONA IDIOMA
Valencià

Las fiestas que nunca se hicieron

Las fiestas que nunca se hicieron
  • El COVID-19 ha obligado a vivir un verano sin fiestas en los municipios valencianos

MÁS FOTOS
Las fiestas que nunca se hicieron - (foto 2)
Las fiestas que nunca se hicieron - (foto 3)
Las fiestas que nunca se hicieron - (foto 4)

El verano de 2020 va a ser muy distinto al del resto de años. Un verano sin fiestas. El COVID-19 ha obligado a los Ayuntamientos a cancelar sus festejos con el fin de salvaguardar la salud de sus convecinos. No solo las grandes ciudades sino también los pueblos más pequeños han tenido que tomar esta decisión difícil, a la par que razonable.

Desde el mes de junio las fiestas patronales y autonómicas se han visto truncadas a causa de la pandemia. La noche de San Juan fue la primera en caer. Todos los Ayuntamientos prohibieron su celebración y cerraron sus playas para evitar aglomeraciones de vecinos y turistas. Una noche especial para los valencianos para reunirse con familia o amigos a la luz de la hoguera. Pero, esa noche, en esta ocasión no ha podido celebrarse y habrá que esperar a 2021 para recordarla.

Las fiestas de Moros y Cristianos tampoco se celebrarán este verano. Ciudades como Manises, Oliva y Villajoyosa han anunciado su cancelación. Esta festividad se iba a celebrar los días 30 de junio, 21 de julio y 25 de julio, respectivamente. Ahora, habrá que esperar al próximo verano para volver a ver estos desfiles por las calles de las ciudades.

La imprevisibilidad de la evolución de la pandemia ha obligado, en muchos casos, a tomar la decisión de manera preventiva. Mucho antes de la celebración de las fiestas ha habido Ayuntamientos y asociaciones que han acordado cancelar los festejos con tal de prevenir nuevos contagios y rebrotes.

El tradicional Toros al Mar de Denia tampoco se celebrará en este 2020, al igual que la Fiesta Mayor. No obstante, tras su anuncio el Ayuntamiento aseguró que si hubiese algún momento del año en el que se pudiese celebrar, se celebraría, ya que supondría que se habría superado la pandemia.

Los municipios han ido suspendiendo sus fiestas patronales

Además, muchos otros municipios han tenido que anular la celebración de sus fiestas patronales. Sagunto, Montán, Vila-real, Benavites, Benassal, Pego o Llíria son algunas de las localidades de la Comunitat que han tenido que cancelar o adaptar sus fiestas. En Burriana, por ejemplo, partidos como Izquierda Unida piden la suspensión de las Fiestas de la Misericordia 2020 para no poner en riesgo la salud de los vecinos. Una opción que se ha planteado en el municipio es la de hacer actos más pequeños.

Otro de los platos fuertes del verano en la Comunitat Valenciana se queda sin celebrarse. La Tomatina de Buñol aplaza su 75 aniversario para 2021 y, por lo tanto, este año las calles de la ciudad no se teñirán de rojo el último miércoles de agosto. La dificultad para garantizar las medidas de seguridad sanitarias pertinentes es uno de los principales motivos por los que se ha decidido no hacer esta celebración.

La pandemia ya impidió las Fallas y la Magdalena

La suspensión de festividades importantes no ha afectado solo al verano de este 2020. El COVID-19 irrumpió en España a apenas unas semanas de la celebración de dos grandes fiestas: las Fallas y la Magdalena. Los monumentos, los pasacalles, las gayatas…todo se quedó parado.

Algunos monumentos, sobre todo aquellos de ciudades donde se invierte más dinero en las Fallas, ya estaban en la calle. Solventar los problemas que podía ocasionar la pandemia en el mundo fallero fue una tarea muy difícil. La decisión final de no celebrar la fiesta este año y dejar los monumentos para el 2021 fue una decisión que no agradó a parte de los colectivos afectados por la fiesta.

En Castelló, el impacto económico de la Magdalena se esfumó en cuestión de días. La fiesta, que aglomera a una gran cantidad de personas en la ciudad, tuvo que suspenderse definitivamente ante la gravedad de la situación sanitaria. Las gayatas, las carpas, todo lo que rodea a la fiesta castellonense tendrá que esperar un año para volver a relucir.

Subir