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Hoy se inician las representaciones del X Aniversario de la Proclamación del Misteri como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO

Hoy se inician las representaciones del X Aniversario de la Proclamación del Misteri como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO
  • La máxima intensidad de la Festa llega con la Coronación de la Virgen de la Asunción en la tarde del día 15 de agosto en la Basílica de Santa María

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Hoy se inician en Elche unas representaciones del Misteri d’Elx muy especiales, puesto que coinciden con el X Aniversario de la Declaración de la Festa como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El Misteri es un tesoro cultural del pueblo de Elche que se celebra de forma ininterrumpida desde hace más de quinientos años, y está considerado una de las joyas más preciadas del patrimonio valenciano y español, como prueban su declaración como Monumento Nacional el año 1931, y su inclusión, en el año 2001, en la primera Proclamación de las Obras Maestras del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, la primera española. Se trata de una obra sacro-lírica que hunde sus raíces en el Medievo, y que recrea cada año la Muerte, Asunción y Coronación de la Virgen María, la Madre de Jesús.

Es la única muestra viva que nos ha quedado de las grandes celebraciones asuncionistas, de las festividades dedicadas a la Virgen de agosto que desde la Edad Media y, sobre todo, a partir del siglo XV, se extendieron por las tierras de la antigua Corona de Aragón. Una fiesta que en una sociedad agraria, como era Elche hasta finales del siglo XIX y principios del XX, se desarrolla alrededor del 15 de agosto, una vez terminada la cosecha de cereales y antes de iniciar la vendimia otoñal.

La pervivencia del Misteri tuvo un momento clave en la primera mitad del siglo XVII, cuando el Ayuntamiento de la localidad garantizó su financiación y después realizó gestiones para que el Papa Urbano VIII publicase un rescripto con el que concedió al pueblo de Elche el privilegio de que fuese la única ciudad del mundo cristiano que mantendría a perpetuidad una representación teatral en el interior de una iglesia.

La Festa, como también se conoce esta obra de origen medieval, se representa todos los años en la Basílica de Santa María de Elche en el mes de agosto, para celebrar la festividad de la Virgen de la Asunción. El día 14 se pone en escena la primera parte, denominada la Vespra y la segunda parte, la Festa, el día 15. Además, los días 11,12 y 13 de agosto se realizan los ensayos generales, en los que se escenifican ambos actos seguidos.

En la primera jornada, la Vespra, la Virgen María y su cortejo, formado por María Salomé y María Iacobe y algunos ángeles (personajes representados por niños, ya que el origen litúrgico de la obra impide la participación femenina) entra por la entrada principal de la basílica y asciende por el andador (rampa que se inicia en la puerta mayor del templo y comunica con el escenario o cadafal levantado en el crucero). Desde la cúpula de la iglesia, que para las representaciones se cubre con una lona pintada que simula el cielo, desciende un ángel en el interior de un aparato denominado Mangrana. Este ángel (también un niño) anuncia a María su cercana muerte y le entrega una palma dorada para que sea portada en su sepelio.

Siguiendo los deseos de la Virgen entran en el templo los apóstoles (salvo Santo Tomás) dispuestos a asistirla en sus últimos instantes. Tras la muerte de María, el niño que la representa será sustituido por la imagen de la Virgen de la Asunción, patrona de Elche. Y un nuevo aparato aéreo, ocupado por tres adultos y dos niños figurando ángeles, desciende lentamente para recoger el alma de la Virgen, que está representada por una pequeña imagen. Con la llegada de este coro, llamado Araceli, al cielo concluye el primer acto de la representación.

La segunda jornada de la obra, la Festa, se inicia con los momentos previos al sepelio de María. Los preparativos son interrumpidos por un grupo de judíos que quiere impedir el entierro. Tras una pequeña lucha con los apóstoles, uno de los hebreos intenta tocar el cuerpo de la Virgen y queda paralizado. Ante el prodigio, los judíos se convierten y manifiestan su fe en la maternidad divina de María. Bautizados por San Pedro con la palma dorada bajada del cielo, recuperan milagrosamente la movilidad. Los judíos se unen a los apóstoles en el entierro de la Madre de Dios, que se convierte en una solemne procesión sobre el escenario. Finalmente, la imagen de la Virgen será depositada en un foso existente en el centro del cadafal que representa su sepultura.

En ese momento, el Araceli desciende de nuevo para unir el alma de María a su cuerpo y llevarla a los cielos, resucitada. La asunción de la Virgen es interrumpida por el apóstol Santo Tomás que le pide disculpas por su tardanza, puesto que estaba predicando en la India lejana. Abierto de nuevo el cielo, hace su aparición otro aparato aéreo ocupado por la Santísima Trinidad. Entonces el Padre Eterno deposita sobre las sienes de la Virgen una corona imperial. María ha sido coronada como Reina de la creación. Y el canto emocionante del Gloria Patri, junto con los aplausos de los numerosos espectadores, pone final al Misterio de Elche.

En la actualidad son los miembros de la Capella del Misteri d’Elx, unos sesenta adultos y unos treinta niños, quienes interpretan el drama asuncionista. Aunque ninguno de ellos es profesional del canto (salvo contadas excepciones), la conjunción de voces alcanzada y el buen hacer de tales cantores queda patente en las escenificaciones anuales y en los conciertos que suelen ofrecer de manera extraordinaria

Una escenificación excepcional
El gran escenario del Misterio de Elche es la Basílica de Santa María, un templo barroco cuya construcción se inició en 1673, bajo la dirección del arquitecto Francesc Verde. Fue levantado sobre el solar que ocuparon otros edificios religiosos dedicados a Santa María en su Tránsito: la mezquita musulmana, consagrada al culto cristiano por Jaime I tras la conquista de 1265, una iglesia de estilo gótico (1334-1492) y otra de estilo renacentista (1492-1672). En los más de cien años que duraron las obras del templo actual, fueron dirigidas por Pere Quintana (1674-1678), Joan Fauquet (1681-1719), Francisco Raimundo (1720-1727) y Marcos Evangelio (1754-1767). En su ornamentación escultórica intervino Nicolás de Bussy, autor de la notable portada mayor y de la de San Agatángelo. El edificio, finalmente, fue consagrado en 1784, tras la conclusión de su capilla de la Comunión, de estilo neoclásico, que proyectó Lorenzo Chápuli y levantó José Gonzálvez de Coniedo. La iglesia ostenta los títulos de Insigne (1789) y Basílica Menor (1951).

La escena propiamente dicha se divide espacialmente en dos partes bien diferenciadas: el escenario horizontal o "terrestre" y el vertical o "aéreo".

El primero de ellos, el horizontal, está formado por un tablado o cadafal de forma cuadrada que se levanta en el crucero del templo -ligeramente introducido en el presbiterio- y que aparece rematado mediante una pequeña barandilla de barrotes salomónicos, cubierto por una gruesa alfombra e iluminado con doce ciriales. Su ubicación en el centro geométrico de la iglesia permite que los espectadores, según la costumbre medieval, puedan situarse por sus cuatro lados.

A este tablado se accede desde la puerta mayor del templo -situada a los pies de la nave central- mediante un plano inclinado denominado andador, por donde entran todos los personajes de la obra a excepción de los que descienden directamente desde el cielo. A lo largo de este corredor se hallan colocados en las pilastras de la nave tres grupos escultóricos o pequeños altares que representan paisajes claves en la Pasión de Jesucristo: el huerto de Getsemaní, el monte Calvario y el Santo Sepulcro.

El escenario aéreo o vertical se instala en la cúpula de la iglesia que, durante las representaciones de la Festa, simboliza el cielo. La cúpula se cubre totalmente en la base de su anillo toral con una gran lona pintada con nubes y ángeles. En esta lona hay solamente una apertura cuadrada -situada de manera excéntrica hacia el lado del presbiterio- que puede abrirse y cerrarse mediante unas puertas corredizas, "las puertas del cielo". Por encima de ella, oculto a la vista de los espectadores, se instala en voladizo un pequeño tablado de madera que permite a los tramoyistas realizar todas las operaciones y trabajos necesarios para bajar y subir los aparatos aéreos con los personajes del mundo celestial.

Dichos aparatos son tres. La Nube o Granada en la que desciende el ángel que anuncia a María su muerte. Está formado por dos repisas octogonales unidas mediante cuatro barras de hierro. El artefacto se cierra totalmente con ocho alas o gajos practicables pintados de color rojo por su parte exterior que le dan un aspecto esférico cuando sale o entra en el cielo; pero después de descender unos metros, mediante unos tirantes de cuerda, estas alas o gajos se abren pudiéndose entonces contemplar en su interior -totalmente adornado con oropel- al niño que simboliza un ángel. Aparatos escénicos de este tipo aparecen documentados con relativa frecuencia en representaciones medievales, fundamentalmente en ceremonias de tipo áulico -la primera referencia, como indica Francesc Massip, aparece en la coronación de Martín el Humano, en 1399- y tenían un gran éxito, ya que su disposición permitía ocultar a su ocupante y mostrarlo en el momento escénico adecuado.

El segundo aparato aéreo de la Festa es la Recèlica o Araceli. Presenta aspecto de retablo: en su centro aparece el denominado Ángel Mayor, de pie, y a su alrededor se distribuyen arrodillados sobre dos repisas superiores y dos repisas inferiores otros cuatro personajes que figuran ángeles, dos adultos arriba y dos niños abajo. En el segundo acto del Misterio, el citado Ángel Mayor es sustituido por la imagen de la Virgen de la Asunción -patrona de Elche-, venerada en la Basílica de Santa María. Como la Granada, el Araceli es también un artefacto teatral de origen medieval y tiene su nacimiento en las representaciones navideñas de la visión de la Sibila.

El último de los aparatos escénicos de carácter aéreo es el llamado Coronación o Trinidad. Se trata de un artefacto con estructura de retablo, similar al Araceli, pero de tamaño más reducido. En su parte central se sitúa un trono en el que toma asiento el cantor que representa al Padre Eterno y a sus lados, sobre dos repisas, se arrodillan dos niños que figuran las otras dos personas de la Santísima Trinidad. Este tercer aparato escénico parece ser más tardío que los dos anteriores y su origen podría estar en el mismo Elche, ya que no se han hallado referencias a artefactos semejantes en otras representaciones.

Estos tres ingenios suben y bajan atados con unas gruesas maromas -una para la Granada y el Araceli y otra, más corta, para la Coronación- que son accionadas mediante dos tornos movidos a mano, situados en las terrazas del presbiterio de la iglesia.

CALENDARIO DE REPRESENTACIONES DE LA FESTA

11/08:

22:30h Basílica de Santa María: ensayo general del Misteri d’Elx

12/08:

22:30h Basílica de Santa María: ensayo general del Misteri d’Elx

13/08:

12:00h Salón de plenos del Ayuntamiento de Elche: sesión pública del Patronato Rector

17:30h Basílica de Santa María: ensayo general del Misteri d’Elx

14/08:

18:00h: Basílica de Santa María: representación del Misteri d'Elx, primera parte: La Vespra

15/08:

10:00h: solemne procesión del entierro de la Virgen por las calles del centro de la ciudad de Elche

18:00h: Basílica de Santa María: representación del Misteri d'Elx, segunda parte: La Festa

 

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