Compromís presenta en el Senado una moción para derogar el voto rogado
El senador territorial de Compromís, Carles Mulet, ha explicado hoy que ante la incerteza de una posible nueva convocatoria electoral, y vistas las trabas impuestas por el gobierno en funciones en especial en las pasadas elecciones generales a los miles y miles de personas con derecho a voto y residentes en países del extranjero, hay que emprender de forma una serie de acuerdos que contemplen eliminar de forma inmediata todos los obstáculos existentes de tipo técnico, práctico y económico al ejercicio libre del derecho al voto de los españoles residentes en el extranjero , reformar urgentemente la ley electoral para derogar el voto rogado y devolver a los ciudadanos y ciudadanas el derecho a voto en las elecciones municipales, y poner en marcha un estudio sobre la posibilidad de incorporar el voto electrónico y/o el voto anticipado presencial para facilitar y garantizar el derecho de voto a todos los españoles residentes en el extranjero.
Según Mulet “ La participación política y en particular el sufragio universal es un derecho fundamental reconocido constitucionalmente. En las elecciones a Cortes Generales pueden votar todos los españoles mayores de edad inscritos en el Censo Electoral, tanto residentes en territorio español como residentes en el extranjero. Sin embargo, desde la reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General 2/2011 del año 2011 sobre el ejercicio del derecho al voto de los españoles residentes de manera temporal o permanente en el extranjero como consecuencia de la modificación del artículo 75 de la Ley Orgánica 5/1985 del año 1985 y la introducción de la solicitud de voto, el llamado “voto rogado”, el voto de este colectivo se ha visto seriamente menguado por el simple hecho de residir en el extranjero.
La instauración de este sistema ha supuesto una caída sustancial de la participación. Antes del voto rogado votaba, de media, el 35% de los españoles y españolas residentes en el extranjero. Se ha podido comprobar en cada proceso electoral como la participación del voto extranjero ha ido a menos, no por falta de interés de los residentes fuera del Estado, sino por las innumerables trabas burocráticas impuestas”
Son muchos los impedimentos que los electores encuentran en el largo proceso del voto en el extranjero: plazos ajustados para efectuar los trámites, desconocimiento y falta de información, trámites presenciales en consulados a veces a centenares de kilómetros de distancia y con horarios muy limitados, etc. Además, a veces los electores se ven obligados a pagar una tasa económica para ejercer su derecho en el voto. Y aunque se prevé la devolución de esta tasa, las trabas administrativas en la reclamación tienen como resultado, en muchas ocasiones, que el elector no recupero el dinero abonado o que prefiera no votar.
Así mismo, se han detectado irregularidades como el cierre de censos sin previo aviso, colas en los consulados de hasta 5 horas sin poner refuerzos ni apertura de horas extraordinarias, fax apagados y continuos errores telemáticos.
Tampoco han podido ejercer su derecho en el voto los emigrantes que han vuelto al territorio español después de inscribirse como votantes en el extranjero para las elecciones europeas o municipales y que no se inscribieron a su vez en el censo antes de fechas excesivamente cortas y estrictas.
La escasa participación pone en evidencia las trabas que genera el mecanismo.
Además, otra modificación que incorpora la reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General 2/2011 del año 2011 es la del artículo 2 que incorpora en el punto 3 la eliminación del derecho al voto en las elecciones municipales por parte de los españoles residentes en el extranjero. Este artículo vulnera un derecho fundamental de los españoles y no se entiende ninguna justificación por la cual tenga que ser suprimido el voto municipal.
En Europa algunos países han puesto en marcha el sistema de voto electrónico. Bélgica fue pionera en la implantación de este voto y en Estonia se utiliza desde el año 2005. Otros países y regiones europeas ya están realizando estudios para implantarlo o lo han hecho de manera parcial. Francia, Noruega, Rusia y Suiza lo han utilizado en varias ocasiones y su uso regular se está implantando progresivamente.
En el Estado español, el País Vasco, Cataluña y Galicia ya han probado este sistema en las elecciones en el Parlamento, así como en consultas municipales u otras instituciones, que también se han llevado a cabo en el País Valencià y en Andalucía, aunque han sido experiencias aisladas. A nivel estatal también se han realizado algunas pruebas a las elecciones generales de 2004 y 2008, a las europeas de 2009 y a las municipales de 2011, además de una prueba sin validez al referéndum sobre la Constitución Europea.
Por otro lado, en 2003 Cataluña realizó una prueba piloto de voto electrónico remoto para los electores catalanes residentes en el extranjero. Así mismo, en algunos países europeos de los mencionados como Francia, sí se ha utilizado este sistema para facilitar el voto a distancia.
Otra posibilidad es el voto anticipado presencial. En Noruega se incrementó la participación en algunos puntos porcentuales en el año 1999 cuando el 16% de los votos emitidos fueron anticipados. En el contexto español, Asturias ya prevé la posibilidad de implantar este voto. Esto facilitaría la participación a aquellas personas que tengan previsto marcharse fuera de España en periodos cercanos a elecciones con la imposibilidad de realizar los trámites necesarios para la votación a tiempo, puesto que el cambio de residencia se produce dentro de este mismo periodo.
Por todo esto, desde Compromís se ha presentado esta propuesta “ el PP coarta e imposibilita el voto extranjero porqué sabe perfectamente que los miles de jóvenes condenados a la diáspora por el mundo por su política, no se lo van a perdonar jamás, y son votos del cambio, por eso se han dedicado a bloquearlos”.
