Los socialistas renuncian a las entradas de toros de la Magdalena por ser un “insulto” a los más de 21.000 parados de Castellón

Los socialistas de Castellón han transmitido al equipo de gobierno municipal la decisión de renunciar a las entradas a espectáculos taurinos de las fiestas de la Magdalena por considerar que es “un gasto innecesario e insolidario en momentos de crisis tan duros”. “Comprar entradas de toros con dinero público para los concejales o para repartir entre determinados colectivos es un insulto a 21.000 castellonenses en paro”, afirma la concejala Inmaculada Enguídanos.

“La crisis obliga a establecer prioridades. No es de recibo que el alcalde dilapide el dinero de nuestros impuestos en financiar su campaña electoral permanente. Las administraciones públicas deben actuar con más ética y sentido común, y dedicar el dinero público a lo que de verdad importa: empleo y atención social”, explica.

Enguídanos considera que los miles de euros destinados a la compra de entradas para los espectáculos taurinos podría tener “un mejor uso social para la ciudadanía en unos momentos tan críticos para las familias de Castellón”. En ese sentido, insta al equipo de gobierno a tener en cuenta esa circunstancia y por ello pide que “se limiten al máximo los gastos de protocolo”. “Hay que dar imagen de seriedad ante la ciudadanía y gestionar con austeridad y responsabilidad”, añade.

La concejal socialista indica que la renuncia a las entradas de toros no debe entenderse como un rechazo a la fiesta taurina. “Cada castellonense tiene el derecho de decir si está a favor o en contra de los toros y asistir o no a los espectáculos taurinos, lo que recriminamos los socialistas es que en estos momentos de crisis el Ayuntamiento de Castellón debe destinar los fondos públicos al empleo y al bienestar social”. “El que quiera ir a los toros que se lo pague de su bolsillo”.

El Partido Popular acostumbra a adquirir miles de entradas de toros durante la feria taurina de la Magdalena y la corrida de la Beneficencia. Una parte es distribuida entre los miembros de la Corporación y la gran mayoría se reparte en asociaciones vecinales. “Los ciudadanos no entienden que el Ayuntamiento viva al margen de la realidad. Es momento de sensatez y de establecer prioridades políticas, y eso el PP no sabe hacerlo”.