El Amics Castelló cae con honor y dolor en su estreno en LEB Oro
El Amics Castelló es de Oro. Ya ha disputado su primer partido oficial en esta competición; y aunque perdió demostró que es de oro por su lucha y entrega, quedándose al filo del triunfo ante un Cáceres dotado de una gran plantilla. Este envite tuvo unos prolegómenos difíciles para los de Toni Ten, aquejados por varias lesiones en la plantilla durante la semana y además con el duro palo que supuso la noticia de la muerte del Raúl, hermano del escolta Alberto Fernández.
El choque empezó dando espectáculo, con ambos contendientes anotando con facilidad. Los locales hacían más daño cerca del aro (sobre todo Nwogbo), mientras que en el bando visitante los triples de Rockford, la fortaleza de Slezas bajo los aros y la dirección del base Marco eran su mayor amenaza, Los extremeños mandaban en el marcador y parecía que se complicaría la cosa cuando Toni Ten tuvo que dar respiro a Faner y dar entrada a Chema García, un escolta convertido interinamente en base para suplir la ausencia de Eric Sánchez. Los de La Plana se dieron cuenta que estaban en un momento delicado, con lo que apretaron las clavijas en defensa para evitar que el partido se le fuera de las manos al poco de empezar.
Además, el Amics probaba por momentos la defensa en zona. La entrada de Garrett ayudó y Chema García (fantástico en estos minutos suyos en pista) lucía su coraje en las penetraciones. Fue precisamente un triple suyo el que levantó los ánimos de la afición e hizo que el técnico Ñete Bohígas pidiera un tiempo muerto (33-34). De este modo, los de La Plana superaron una fase difícil y se pusieron por delante en el luminoso. Los de Toni Ten eran un ciclón en esos momentos: defendían a tope, tenían puntería y daban espectáculo con contraataques y algún que otro escalofriante mate. Así las cosas, se llegó al descanso con un esperanzador 47-44.
En la reanudación, el pívot visitante Slezas continuó con su recital, mientras que el Amics seguía firme en su ritmo y mostrándose inspirado. Manu Rodríguez sacó a relucir su calidad, al igual que los interiores locales, con lo que la cosa pintaba bastante bien gracias a su máxima renta (67-58, min. 28).
Se llegó al inicio del último cuarto con el choque bien encarado, pero ni mucho sentenciado (70-64), ya que con un rival como el Cáceres, con tanta calidad en sus filas, uno nunca se puede confiar. Y así lo demostraron, porque en apenas minuto y medio redujeron su desventaja y tocaba sufrir otra vez (70-69). Los castellonenses se atascaron con su defensa en zona y Toni Ten pidió tiempo muerto. Sus discípulos no tenían la chispa de antes y hacía falta encontrar nuevas vías para anotar. Una que no fallaba era Nwogbo, que fue un auténtico quebradero de cabeza para sus adversarios. Y otra que tampoco faltaba era el coraje del Amics, que nunca se rinde aunque se compliquen las cosas.
El partido entró en una fase de tensión, igualdad, en el que cada posesión era cada vez más valiosa. Brillaba Faner, que a su característica garra había que unir su acierto en lanzamientos decisivos, pero no bastaba para deshacer el equilibrio.
No podía haber más tensión. A 47 segundos del final, Garrett puso el empate a 83 tras meter un tiro libre. Acto seguido encestó el Cáceres y ya solo quedaban 31 con una desventaja de dos puntos. Una vez más, Faner tiró de carácter y empató el choque con una impresionante penetración entre las torres extremeñas. Por desgracia, Jakstas anotó a un segundo del final y truncó el sueño del estreno dorado del Amics en LEB Oro, perdiendo por 85-87.
