Indignación en el Mercado del Lunes de Castelló: Las goteras inundan el recinto
Compradores y comerciantes se han encontrado con un Mercat lleno de charcos y “cascadas”
Charcos, goteras y hasta una cascada. Esta es la situación que se ha vivido esta mañana en el Mercado del Lunes de Castelló, donde la indignación era común entre comerciantes y compradores. Y es que hasta una docena de goteras han inundado de nuevo el Recinto de Fiestas en esta jornada de lluvias.
Según explican los vendedores, la situación no es nueva, ya que “ya hace años que pasa esto y el Ayuntamiento no hace nada”. “Cuando volvimos a montar las paradas después de la pandemia nos dijeron que lo arreglarían y de momento no han hecho nada”, se lamenta otra vendedora´.
Este lunes, en más de una decena de puntos se podían observar grandes charcos que han obligado a los vendedores a desmontar las paradas ante el riesgo de que se mojase el género. Una comerciante de ropa se lamentaba de que “se nos está mojando la ropa y así no lo podemos vender”. Otra, a dos paradas, no sufría las goteras pero sí el charco que se iba extendiendo: “aquí no se acerca nadie, con este charco de agua en el suelo”.
Claraboyas agujereadas y boquetes en las canales son las causas de esta inundación, que muchos comerciantes han recibido con indignación. “No hay derecho”, clamaba una de las vendedoras de textil, que denunciaba que “la policía se pasea por aquí y el Ayuntamiento no hace nada”. Otro, explicaba con resignación que “se lo he comentado a los policías y me han dicho que harán un informe”.
En cualquier caso, es una situación que genera malestar a todos los usuarios cuando vienen días de fuertes lluvias. Por una parte a los compradores, entre los que se encontraba mucha gente mayor que se lamentaba de que “tenían los pies congelados”.
Mientras, muchos tenderos contemplaban como sus productos se mojaban y trataban de esconderlos de las lluvias o de cambiar de plaza. “El problema es que igual más tarde llega el propietario de esa plaza y entonces vienen las discusiones”, explica una vendedora de alfombras.
En general, varios charcos por gran parte del recinto, y hasta un gran chorro de agua al que todos habían bautizado ya como “la cascada” han complicado el día en este Recinto de Fiestas, que es de gestión municipal desde que el consistorio la recuperó tras la gestión de la polémica concesionaria Refeyme.
