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La Cruz del Ribalta de Castelló ya tiene empresa para retirarla

La Cruz del Ribalta de Castelló ya tiene empresa para retirarla
  • Una de las dos constructoras ha sido rechazada por no cumplir los requisitos

Una constructora valenciana retirará presumiblemente la Cruz del parque Ribalta de Castelló de la Plana.

Se trata de la firma Vainsa Infraestructuras, con sede en Alfafar, que ha obtenido la mayor puntuación en el proceso de licitación, por lo que se propondrá a esta compañía para ser la adjudicataria.

La otra empresa que se presentó, la balear Torun Pine, ha sido rechazada por no obtener la puntuación mínima en su proyecto técnico, que era muy general y no detallaba cómo iba a realizar la obra.

Así, se pone en marcha de nuevo, y por tercera vez, el proceso para retirar esta cruz tras el primer intento infructuoso de este verano y un segundo intento en el que la licitación quedó desierta.

Vainsa deberá ahora de acreditar su solvencia. Es decir, las obras que ha realizado en los últimos años y el equipo del que dispone, así como constituir una garantía a modo de fianza.

Según se puede consultar en la propia web de Vainsa, esta constructora ha lleva a cabo varios proyectos de obra pública, como institutos, colegios, el hospital de Elche o las pistas de atletismo de Paterna. Además, también han levantado bloques de pisos o supermercados de Mercadona.

Tener una dilatada trayectoria era uno de los requisitos que el Ayuntamiento ha pedido en esta tercera licitación después del problema ocurrido con la primera empresa, Solaris Purgaret, que no disponía de experiencia.

Dos procesos infructuosos

El vía crucis para retirar la cruz ha tenido tres estaciones. La primera licitación se inició en verano, cuando se esperaba la retirada del monumento. Sin embargo, la empresa que ganó esta primera adjudicación, Solaris Purgaret, pidió retrasar el inicio de los trabajos alegando que había un contencioso judicial en marcha.

Finalmente, ante los retrasos de la empresa, el Ayuntamiento decidió resolver el contrato con la compañía, que será multada por incumplir las obligaciones que adquirió. Además, sorprendió saber que esta empresa no había tenido ninguna actividad desde su creación el año pasado. Una anómala situación que acrecentó las sospechas del consistorio mientras los plazos de ejecución corrían sin que comenzasen las obras.

Así, el ayuntamiento volvió a la casilla de salida con segunda licitación también resultó infructuosa, ya que ninguna empresa se presentó para llevar a cabo los trabajos. En esta segunda licitación el ayuntamiento se protegió frente a empresas fantasmas como Solaris Purgaret pidiendo mayores requisitos técnicos y experiencia en los últimos cinco años y sacó la licitación con el mismo presupuesto, de 58.914 euros, pero quedó desierta.

Ahora, con la repetición del proceso, se inicia una nueva vía para la retirada del monumento. A no ser que vuelvan a suceder imprevistos.

Desde 2018 intentando retirarla

La retirada de este símbolo, calificado como Vestigio Franquista por el catálogo de la Conselleria, no ha sido un camino de rosas para el consistorio, con un proceso iniciado en 2018 y que se ha encontrado con múltiples palos en las ruedas.

Los nueve procesos judiciales iniciados por la Asociación de Abogados Cristianos, que está llevando a cabo su particular guerra contra la retirada de esta cruz, han retrasado hasta este 2022 la licitación de su retirada.

Restituir el jardín original

El proyecto plantea la retirada y restitución del jardín original y se deberían de poder realizar en seis semanas. Primero se tendría que construir el el armazón de encofrado para transportar la cruz hasta su nueva ubicación, en la iglesia de Rafalafena, sin que sufra desperfectos.

Posteriormente, la idea es recuperar el jardín original de 1926, que ocupaba el espacio donde ahora está la cruz y su escalinata.

El 3 de agosto era el día anunciado para empezar las obras, tras cuatro años de contenciosos judiciales y 79 años de cruz en el parque Ribalta. El Ayuntamiento anunciaba el día D dando luz verde a las obras.

Ese día, dos manifestaciones encontradas de detractores y defensores se dieron cita frente a la cruz para dar su ‘adiós’ particular a la cruz, unos alegres de ver desaparecer este monumento tras casi un siglo de existencia y otros que defendían que la cruz debía permanecer donde se encuentra.

¿La Cruz de los Caídos o la Cruz del Ribalta?

El Ayuntamiento insiste en que lo hace en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, al constar este homenaje en el catálogo de vestigios de la dictadura franquista, ya que la Cruz de los Caídos de Castellón fue erigida en plena posguerra, instalada en este céntrico parque en el año 1947 para recordar a los caídos del bando franquista.

Sin embargo, los partidos de la derecha recuerdan que el conjunto de la Cruz de los Caídos fue resignificado y desprovisto de símbolos de la dictadura mediante un acuerdo plenario del ayuntamiento de 1979.

No obstante, desde el consistorio la regidora Verónica Ruiz explicó que el monumento “aún provoca confrontación” ya que se siguen produciendo exaltaciones del fascismo cada 20 de noviembre, efeméride de la muerte de Francisco Franco.

 

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