CASTELLÓN | POLÍTICA

VIDEO | Castelló pone punto final a la historia de la Cruz del Ribalta: Así ha sido la retirada

CARLOS MEDINA - 04/01/2023

La fuerte estructura interna y el lanzamiento de aceite han complicado las tareas de retirada

Castelló ha puesto punto final a la historia de la Cruz del parque Ribalta, cambiando el paisaje urbano de la ciudad, que pierde uno de sus más controvertidos elementos.

Tras cinco años de contenciosos judiciales y 79 años de cruz en el parque Ribalta, el Ayuntamiento retiraba este miércoles ya por la noche el monumento erigido en la posguerra y lo instalaba en su nueva ubicación.

Ante un amplio dispositivo policial, decenas de personas han hecho guardia todo el día desde que a las 8 de la mañana los operarios se han puesto en marcha.

Finalmente, poco antes ellas 18.30 horas, un crujido ha vaticinado la elevación de la cruz, que suspendida de una grúa ha posado sobre el camión para ser transportada hasta su nueva ubicación.

Las tareas se han alargado hasta caer la noche, debido a la inesperada dureza de la estructura interna de hierro de la cruz. Esto ha obligado a la máquina que segaba el fuste a parar varias veces para volver a colocar la cadena segadora.

Otro de los inconvenientes ha sido el lanzamiento de aceite sobre la cruz por un individuo, un hecho que ha obligado a intervenir a los bomberos municipales, que han tenido que llevar hasta el parque varios sacos de sepiolita, un elemento utilizado habitualmente en los accidentes de tráfico para limpiar la calzada.

Así, se ha conseguido eliminar el aceite untado en el monumento, un inconveniente que hubiera dificultado su colocación en el nuevo emplazamiento.

La retirada del monumento ha estado protagonizada por el gran número de curiosos, detractores y defensores que se han acercado hasta el lugar. Por la mañana la tensión ha sido palpable en algunos momentos ante la intensidad de los insultos, amenazas, empujones e intentos de saltar el perímetro, que han obligado a actuar a los agentes.

Sin embargo, la situación no ha llegado a más en un monumento que estaba blindado por la Policía Local y Nacional. La situación por la tarde ha sido mucho más tranquila y los aplausos de los allí presentes han sido el final para esta larga historia, ante la cual una mujer de avanzada edad ha declarado que este era “el mejor regalo de Navidad que podía esperar”.

La regidora de Memoria Demorática, Verónica Ruiz, ha asegurado que “este es un día histórico para la ciudad, en el que cumplimos la Llei de Memoria Democràtica”.

Además, la regidora ha explicado que el consistorio ha recibido la confirmación de que las dos peticiones de medidas cautelarísimas pedidas tanto por Vox como por Abogados Cristianos para paralizar las obras han sido inadmitidas por el juzgado.

Asimismo, Vox ha dado a conocer este mismo miércoles que ha presentado una denuncia más contra Ruiz por prevaricación administrativa al considerar que el monumento no cumple los requisitos para ser considerado franquista.

Así, desde la formación consideran que aunque se han convocado 160 concentraciones y manifestaciones en el entorno de la cruz “ninguna de ellas ha sido convocada con ningún lema o motivo del que pueda desprenderse exaltación del franquismo con carácter previo a su celebración”.

Los trabajos se han iniciado con el entablillado y sujeción de la estructura y posteriormente se ha cortado el fuste por la base, para separarla del resto del monumento y levantarla al vuelo hasta el camión de transporte.

A la tercera va la vencida

Esta vez se ha cumplido el dicho y a la tercera ha sido la vencida. Y es que tras dos intentos infructuosos, la Cruz del parque Ribalta de Castelló ha podido ser retirada.

El vía crucis para retirar la cruz ha tenido tres estaciones. La primera licitación se inició en verano, cuando se esperaba la retirada del monumento. Sin embargo, la empresa que ganó esta primera adjudicación, Solaris Purgaret, pidió retrasar el inicio de los trabajos alegando que había un contencioso judicial en marcha.

Finalmente, ante los retrasos de la empresa, el Ayuntamiento decidió resolver el contrato con la compañía, que será multada por incumplir las obligaciones que adquirió. Además, sorprendió saber que esta empresa no había tenido ninguna actividad desde su creación el año pasado. Una anómala situación que acrecentó las sospechas del consistorio mientras los plazos de ejecución corrían sin que comenzasen las obras.

Así, el ayuntamiento volvió a la casilla de salida con segunda licitación también resultó infructuosa, ya que ninguna empresa se presentó para llevar a cabo los trabajos. En esta segunda licitación el ayuntamiento se protegió frente a empresas fantasmas como Solaris Purgaret pidiendo mayores requisitos técnicos y experiencia en los últimos cinco años y sacó la licitación con el mismo presupuesto, de 58.914 euros, pero quedó desierta.

Desde 2018 intentando retirarla

La retirada de este símbolo, calificado como Vestigio Franquista por el catálogo de la Conselleria, no ha sido un camino de rosas para el consistorio, con un proceso iniciado en 2018 y que se ha encontrado con múltiples palos en las ruedas.

La decena de acciones judiciales iniciadas por la Asociación de Abogados Cristianos, que está llevando a cabo su particular guerra contra la retirada de esta cruz, ha retrasado hasta este 2023 su retirada.

Restituir el jardín original

El proyecto plantea la retirada y restitución del jardín original y se deberían de poder realizar en seis semanas. Primero se tendría que construir el armazón de encofrado para transportar la cruz hasta su nueva ubicación, en la iglesia de Rafalafena, sin que sufra desperfectos.

Posteriormente, la idea es recuperar el jardín original de 1926, que ocupaba el espacio donde ahora está la cruz y su escalinata.

El 3 de agosto era el día anunciado para empezar las obras, tras cuatro años de contenciosos judiciales y 79 años de cruz en el parque Ribalta. El Ayuntamiento anunciaba el día D dando luz verde a las obras.

Ese día, dos manifestaciones encontradas de detractores y defensores se dieron cita frente a la cruz para dar su ‘adiós’ particular a la cruz, unos alegres de ver desaparecer este monumento tras casi un siglo de existencia y otros que defendían que la cruz debía permanecer donde se encuentra.

Pero todo quedó en suspenso varios meses más. Finalmente, la escena se ha repetido este 4 de enero, cuando definitivamente se ha podido retirar.

El debate sobre la Cruz de los Caídos

El Ayuntamiento insiste en que lo hace en cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática, al constar este homenaje en el catálogo de vestigios de la dictadura franquista, ya que la Cruz de los Caídos de Castellón fue erigida en plena posguerra, instalada en este céntrico parque en el año 1947 para recordar a los caídos del bando franquista.

Sin embargo, los partidos de la derecha recuerdan que el conjunto de la Cruz de los Caídos fue resignificado y desprovisto de símbolos de la dictadura mediante un acuerdo plenario del ayuntamiento de 1979.

No obstante, desde el consistorio la regidora Verónica Ruiz explicó que el monumento “aún provoca confrontación” ya que se siguen produciendo exaltaciones del fascismo cada 20 de noviembre, efeméride de la muerte de Francisco Franco.