El Ayuntamiento de Castellón organiza una nueva suelta de palomas para controlar estas aves en la ciudad
El proyecto consigue mejorar sanitariamente la vida urbana de los ciudadanos
Romero ha explicado que “cuando se inició este programa se hizo porque había una sobrepoblación de palomas que había acabado con las aves autóctonas de la ciudad de Castellón. Además, habíamos detectado que las palomas estaban generando grandes problemas a los edificios más históricos de la ciudad, por la corrosión por las defecaciones de estos pájaros y por último, y más importante, porque las palomas son transmisoras de una serie de enfermedades que pueden contraer tanto los animales de compañía como los humanos y que no íbamos a permitir que estos sucediera. Por lo tanto, se inicio un proyecto de control de palomas de manera que se redujera la población de aves en Castellón”.
El proyecto consiste en la captura de las palomas en los parques y plazas de la ciudad. Posteriormente los animales reciben un tratamiento veterinario que las desparasita de un parásito que podría ser mortal para los animales que tuvieran contacto con ellas y, una vez, sanadas, se la lleva a su hábitat natural que son las montañas y acantilados.
Como ha explicado Joan Castany, la administración tiene 4 palomares barrera, dos en la Sierra de Espadán en Benitandús (Onda) y en Sueras, y dos en el Desierto de las Palmas, en Borriol y en Cabanes.
Las palomas curadas se sueltan en libertad en los palomares barrera y deben sobrevivir ya en su hábitat natural compitiendo con las aves rapaces y manteniendo el equilibrio biológico que impide que las rapaces invadan los espacios urbanos descompensando la población de aves autóctonas.
Joan Castany he pedido encarecidamente a la población de Castellón que no de comida a las palomas, “puesto que eso impide controlar la población de palomas y hace que contaminen zonas con gran afluencia de gente como las plazas, donde las enfermedades de las palomas pueden ser perjudiciales para niños, personas mayores, o personas con el sistema inmunológico debilitado”.
Gonzalo Romero, ha recordado que “esta iniciativa busca lograr una ciudad más sostenible, donde el ecosistema urbano sea más natural y los ciudadanos puedan ver y convivir con las especies de toda la vida, como los jilgueros, las tórtolas, las palomas torcaces o los gorriones que no son nocivos para la población y controlan la existencia de insectos y mantienen el equilibrio del medio ambiente urbano”.
Joan Castany ha informado que desde la puesta en marcha de este programa han sido capturadas, sanadas y soltadas en libertad más de 6500 palomas y que el tratamiento veterinario está siendo controlado de manera experimental con la Facultad de Ciencias Experimentales de la Salud de la Universidad de Valencia.
A pesar de la eliminación de palomas que se indica en este comentario debería hacerse referencia a la estadística para conocer como influyen las actuaciones que se han llevado a cabo desde el 2004 en la población. En la Avenida del Lidón su número ha seguido aumentando desde entonces, influyendo en ello que se reparte pienso junto a la caseta del teléfono público. ¿No debería la Guardia Municipal controlar esta cuestión? Puesto que desde que se indicó que no deberían alimentarse se sigue haciendo. Yo tengo idea que se había prohibido. y en todos los lugares que hay palomas se las sigue dando de comer. En vez de dedicar el personal y el dinero a limpiar los excrementos como se hace frente al colegio de la Consolación, sería más eficaz que se dedicase personal a que no se las alimente.