Abogados Cristianos se querella contra la la concejala de Cultura de Castelló por la retirada de la cruz del Ribalta
Consideran que la retirada es “algo que nos recuerda a los talibanes y que es propio de terroristas”
La asociación Abogados Cristianos sigue su cruzada particular contra la retirada de la cruz de los caídos situada en el parque Ribalta de Castelló. La fundación ha presentado una querella contra la concejala de Cultura, Verónica Ruiz, por seguir adelante con los planes para sacar este monumento del parque.
La acusa de un delito de prevaricación con el agravante de discriminación por seguir adelante con “sus planes de destrucción del monumento a sabiendas de que los argumentos que utiliza son falsos”.
Desde Abogados Cristianos critican que “la edil justifica el derribo de la Cruz alegando que es un lugar de concentraciones de exaltación de la dictadura cuando las únicas manifestaciones que ha habido entorno al monumento han sido protagonizadas por la izquierda radical”.
Así, la asociación da un paso más y acude a la vía penal, solicitando a la justicia medidas cautelares para que paralice el derribo de la Cruz al menos hasta que concluyan los procedimientos judiciales abiertos.
La presidenta de Abogados Cristianos, Polonia Castellanos, denuncia “ataques reiterados a los católicos por parte del Ayuntamiento de Castellón”, al tiempo que insiste en que “la destrucción de la Cruz del Parque Ribalta está totalmente injustificada y supone un grave ataque contra la libertad religiosa”.
Castellanos llega a calificar la retirada de la cruz como “una muestra de la persecución a símbolos cristianos que hay en España, algo que nos recuerda a los talibanes y que es propio de terroristas”.
El Ayuntamiento ha comenzado la licitación de la retirada de la cruz este mes de marzo por 71.286 euros, después de que la justicia levantase la suspensión cautelar al considerar que era posible retirar el monumento sin destruirlo.
Así, el plan del Ayuntamiento es retirar este monumento construido durante el franquismo para conmemorar la victoria en la Guerra Civil y reconstruir el jardín sobre el área que ahora ocupa la cruz. Posteriormente, la cruz, desprovista de toda simbología, será entregada al obispado de Segorbe-Castellón.
