Carlos San Juan, el abuelo valenciano que ha logrado cerrar un acuerdo histórico con los bancos
Este lunes se han presentado las medidas que van a tomar los bancos contra la exclusión financiera de los ancianos tras una increíble campaña de un abuelo de 78 años
El Ministerio de Asuntos Económicos, el Banco de España y las patronales bancarias han firmado este lunes el nuevo protocolo de buenas prácticas suscrito en julio de 2021 donde se incluyen medidas contra la exclusión financiera de los mayores que venía solicitando Carlos San Juan, el valenciano impulsor de la campaña ‘Soy Mayor No Idiota’. Este valenciano de 78 años ha conseguido en pocas semanas el apoyo de más de 647.000 firmas en su petición en change.org.
“Estoy emocionado y con la seguridad absoluta de que las personas mayores no van a quedar excluidos de la digitalización. Hoy es un gran día, y van a poder permanecer en una burbuja de bienestar analógico que es donde les corresponde estar”, asegura.
El plan incluye un compromiso de las entidades bancarias para mantener la atención personalizada en las oficinas entre las 9 de la mañana y las 2 de la tarde con preferencia para personas mayores en caso de aglomeraciones. También impulsará formaciones a las plantillas de los bancos, medidas de fomento de la educación financiera y digital y medidas de fomento de la digitalización entre otras cuestiones.
Agradecimientos de Carlos San Juan
“No vean en mí a una persona, Carlos San Juan, sino que vean a miles de personas que fueron las que me motivaron a mí, que no han podido ni siquiera informarse de todo este movimiento y todo este cambio que hoy va a comenzar pero que lo van a agradecer”.
Carlos San Juan se reunía posteriormente con la vicepresidenta primera Nadia Calviño, con el Secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa Gonzalo García Andrés, con el secretario General del Tesoro Carlos Cuerpo, con la presidenta de la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin) Patricia Suárez y con el Presidente de la Plataforma de Mayores y Pensionistas Ángel Rodríguez.
Tras la firma de la actualización del protocolo de buenas prácticas, el Gobernador del Banco de España Pablo Hernández de Cos, ha agradecido que “tanto el Ministerio de Asuntos Económicos como las diferentes Asociaciones haber planteado una respuesta rápida y concreta”, y también ha agradecido “a los ciudadanos que les han permitido ser más conscientes de la problemática de la exclusión financiera”.
Por su parte la vicepresidenta Nadia Calviño ha recordado que “es absolutamente fundamental que las personas mayores puedan desarrollar sus vidas con plenitud y son necesarias actuaciones por parte del sector privado y también del sector público para que puedan tener acceso a medios de pago en el ámbito rural y muy especialmente en lo relacionado con el acompañamiento de nuestros mayores”.
¿Qué pedía Juan Carlos?
“Tengo casi 80 años y me entristece mucho ver que los bancos se han olvidado de las personas mayores como yo”, se lamentaba Carlos San Juan en la petición. “Ahora casi todo es por Internet… y no todos nos entendemos con las máquinas. No nos merecemos esta exclusión.”
En el texto de su iniciativa explicaba que “no paran de cerrar oficinas, algunos cajeros son complicados de usar, otros se averían y nadie resuelve tus dudas, hay gestiones que solo se pueden hacer online... Y en los pocos sitios donde queda atención presencial, los horarios son muy limitados, hay que pedir cita previa por teléfono, pero llamas y nadie lo coge… Y te acaban redirigiendo a una aplicación que, de nuevo, no sabemos manejar. O mandándote a una sucursal lejana a la que quizás no tengas cómo llegar.”
Según el impulsor de la campaña “esto no es ni justo ni humano. Antes entrabas en la caja y hacías un pago o cualquier otra gestión. Pero cada vez más, para trámites sencillos, te exigen usar tecnologías complejas que muchos no sabemos utilizar.”
En su recogida de firmas, Carlos San Juan recuerda que “muchas personas mayores están solas y no tienen nadie que les ayude, y otras muchas, como yo, queremos poder seguir siendo lo más independientes posibles también a nuestra edad” e insiste en la necesidad de que “los bancos atiendan a las personas mayores sin trabas tecnológicas y con más paciencia y humanidad. Y que mantengan oficinas abiertas donde pueda atenderte una persona… que no todo sea por Internet.”
