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La familia del compositor Josep Ferrer Pitarch dona al Ayuntamiento la partitura original «Primera Sinfonía en Re Menor»

La familia del compositor Josep Ferrer Pitarch dona al Ayuntamiento la partitura original «Primera Sinfonía en Re Menor»
  • Los familiares del músico firman junto al concejal de Cultura, Vicent Granel, el acta de avenencia por la cual la partitura pasa a formar parte del patrimonio cultural municipal de Burriana

Pocos y pocas profesionales de la música de la ciudad de Burriana no conocen la figura del músico y compositor Josep Ferrer Pitarch, que nació en la capital de La Plana Baixa en el año 1905, y a quien sólo los horrores de la guerra apartaron temporalmente de su profesión y pasión, la música y su composición. Y precisamente de la capacidad compositora de Josep Ferrer surgió en su día la partitura de la «Primera Sinfonía en Re Menor» que desde hoy mismo pasa a formar parte del patrimonio musical y cultural municipal gracias a la donación que sus familiares han confirmado con la firma del acta de avenencia en la que también ha querido estar presente la alcaldesa de Burriana, Maria Josep Safont. Ambos representantes municipales han explicado tras la firma que «estamos muy contentos y agradecidos con la familia de Josep Ferrer Pitarch, ya que de forma totalmente desinteresada y altruista han creído que la mejor forma de conservar, dar a conocer y poner en valor la obra del  compositor es cediendo de forma totalmente gratuita el original de esa partitura». Durante buena parte de la reunión, en la que además de los representantes municipales han estado presentes familiares del compositor, como los firmantes Josep Ferrer Vilar y Joan Ferrer Vilar, han dialogado y recordado la figura del músico y alguna de sus vivencias tanto a nivel musical como de vecino de Burriana. Y es que Josep Ferrer Pitarch no tuvo una vida fácil, ya que a los 17 meses de haber nacido la difteria le provocó una ceguera total que marcaría el resto de su vida. Pese a ello, con tan sólo 16 años se examina en el Conservatorio de València obteniendo sobresaliente en los tres cursos de solfeo. A penas dos años después obtiene la misma calificación en el cuatro curso de Harmonía y recibe el primer premio dentro de su clase en esa asignatura. A finales de los años veinte concluye oficialmente su carrera como Compositor y en 1933 y dedicado al mundo de la enseñanza funda junto otros miembros la Asociación de Cultura y Bellas Artes, a través de la cual se ofrece enseñanza gratuita musical y se constituyen un Orfeón, una Rondalla y un Cuadro Artístico de Teatro. Es con la llegada de la Guerra cuando deja completamente aparcada su condición de compositor, y también el momento en el que se le atribuye la frase «Las bellas artes no fueron creadas para cuando los hombres pierden el control de sí mismo; sino para cuando éstos, cada uno por sí y todos en conjunto, puedan responder de sus actos, señal ésta inequívoca de que se hallan limpios de corazón y no anidan en sus cerebros las bajas pasiones». Ferrer regresa a Burriana cinco días antes de finalizar la Guerra Civil, pero se encuentra con su piano robado y se promete a sí mismo no volver a acordarse de la música. En 1942 es nombrado Secretario Provincial de la ONCE en Tarragona. Pese a su promesa de no volver al mundo de la música, a principios de los cincuenta termina el cuarto y último tiempo de su 1ª Sinfonía y a mediados de década pone fin al poema sinfónico «Tronà d'Estiu». Es en noviembre de 1956 cuando fallece debido a una enfermedad.

Tal y como explicaba el concejal de Cultura «con la firma de cesión de la partitura de la Primera Sinfonía en Re Menor, la obra de Josep Ferrer Pitarch ya ocupa el sitio merecido dentro del patrimonio musical municipal, con lo que estamos enormemente agradecidos a sus familiares por la decisión tomada».

 

 

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