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San Marcelino y Benimaclet, los barrios laboratorio de Pilar Soriano

San Marcelino y Benimaclet, los barrios laboratorio de Pilar Soriano
  • El Ayuntamiento de Valencia ha señalizado varios puntos verdes en ambos barrios

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San Marcelino y Benimaclet, los barrios laboratorio de Pilar Soriano - (foto 2)
San Marcelino y Benimaclet, los barrios laboratorio de Pilar Soriano - (foto 3)

San Marcelino y Benimaclet son dos barrios situados en los extremos de la ciudad de Valencia, al sur el primero, rozando con el ya pueblo de La Torre, y al norte el segundo, destacable por su incansable carácter universitario y por el mantenimiento de tradiciones muy ligadas a la huerta y al territorio. En estos enclaves, que a priori podrían ser catalogados como barrios de periferia, el Ayuntamiento de Valencia está poniendo a prueba su nueva política en algo que les define de manera muy característica, el medio ambiente. Se han convertido en la punta de lanza de la nueva política ambiental del ejecutivo valenciano. 

Desde el gobierno autonómico se están poniendo en marcha iniciativas y legislación encaminada a, entre otras cosas, volver a sistemas de depósito y devolución de los cascos de ciertos productos. Además, sin que suponga una contradicción, es desde la administración local desde la que más fácilmente, y de manera más rápida, se puede iniciar una labor de mejora y facilitación del cuidado del entorno y del medio ambiente por parte de los ciudadanos. Es en lo que está enfrascada la concejalía que dirige Pilar Soriano, de Compromís y proveniente de Iniciativa, el partido que capitanea Mónica Oltra. Prueba de ello son los contenedores de materia orgánica, esto es, resto de comida, especialmente de frutas verduras y también de poda o similares, que ya se encuentran instalados desde hace algunas semanas en las calles de San Marcelino y de Benimaclet.

Según hizo público la propia concejal mediante un comunicado, los resultados de la recogida selectiva de la materia orgánica, en el contenedor de color marrón, han sido altamente satisfactorios. Entre noviembre y diciembre de 2016, momento en que se instalaron los contenedores, se recogieron algo más de 154 toneladas de materia orgánica, lo que supuso un 12% del volumen total de los residuos generados en los hogares de dichos barrios. El porcentaje, según explicaron en aquel momento desde la concejalía de medio ambiente, es superior al que consiguió una ciudad como Barcelona cuando implantó este cuarto contenedor de reciclaje. Desde aquel momento, varios son los ayuntamientos de la Comunitat Valenciana que se han puesto manos a la obra para mejorar en la recogida de esta importante fracción de la basura que genera la actividad humana. La materia recogida servirá para producir abono para la actividad agrícola o comercial, y evitará la emisión de gases de efecto invernadero que conllevaría la producción de nuevo abono, además de evitar el lanzamiento de toneladas de residuos que, si no fuese de esta manera, acabarían en los vertederos.

Puntos verdes

No obstante, no es esta la única acción en la que el área de Pilar Soriano anda enfrascada en los barrios de San Marcelino y Benimaclet. Recientemente, el equipo de gobierno municipal ha señalizado, mediante pintura verde en el suelo, áreas o isletas destinadas a albergar los contenedores de reciclaje de papel y cartón, envases plásticos y metálicos, vidrio y también el contenedor marrón de materia orgánica. Se pretende con esta acción, según el comunicado hecho público por la concejalía de medio ambiente, mejorar la calidad visual de estas áreas y concienciar sobre la existencia, ahora sí, de puntos verdes en los barrios donde reciclar gran parte de los desechos que diariamente se producen en nuestros hogares.

 

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