Arranca la limpieza del antiguo zoo de los Viveros de Valencia
Los 4.000 metros cuadrados que ocupaban las antiguas instalaciones estaban abandonados desde hace 8 años
Compromís pidió en la oposición una poda, desratización y control de plagas urgentes
Han pasado ocho años desde que echó el cierre el zoo de los Jardines del Real, conocidos popularmente como los Viveros. Y siete desde que abandonaron sus históricas instalaciones (abiertas en 1965) sus tres últimos inquilinos, tres hipopótamos. Desde entonces, la suciedad, el abandono y ‘los huéspedes’ accidentales se habían adueñado de las instalaciones, ante las continuas denuncias vecinales y la pasmosa dejadez municipal. Un problema estético pero, sobre todo, de salubridad y de seguridad. Los límites del antiguo parque animal son contiguos al Museo San Pío V, la segunda pinatoca española, detrás del Prado.
Hoy, el tripartito de Valencia se ha puesto manos a la obra. Agentes de la Policía Local y dos unidades de limpieza han comenzado a actuar en los 4.000 metros cuadrados inutilizados de parque desde 2007. Se trata de una primera labor de inspección, centrada en tareas de limpieza, que acompañarán a un estudio patrimonial de todo el parque.
Será el paso previo a la ampliación del parque más emblemático del cap i casal, con la incorporación de los 4.000 metros convertidos en un gran contenedor de residuos desde 2007.
En la oposición, Compromís exigió al equipo de gobierno de la popular Rita Barberá revisar y podar todo el arbolado, limpiar los arbustos y las malas hierbas, que han crecido sin control ante el abandono de las antiguas instalaciones, así como una desratización y control de plagas urgentes.
La hoy concejal de Parques y Jardines, Pilar Soriano, reclamó en la oposición una brigada de poda propia para los 170.000 metros cuadrados de los Viveros, con 2.769 ejemplares y 167 especies diferentes.
Compromís también solicitó a Barberá la apertura inmediata de la Agencia de Lectura, una construcción cultural levantada a cargo del primer Plan E de Zapatero, como dotación bibliotecaria para los vecinos del Pla del Real, que nunca llegó a abrirse y que, incluso, se tapió meses antes de las elecciones municipales, por el peligro que suponía que el edificio se encontrara abandonado.
Nada más cerrarse el zoo, el gobierno popular prometió la puesta en marcha de un museo dedicado a los insectos, con la rica colección del profesor Ignacio Docavo, director del zoológico de Viveros durante cuatro décadas, así como la ampliación del jardín y la apertura al tráfico de Pintor Genaro Lahuerta con la calle Flora. Un triple proyecto que se metió en un cajón para sorpresa de un vecindario histórica y mayoritariamente afín al Partido Popular.
Hoy, los vecinos de los Viveros han recibido con esperanza e ilusión el trasiego de camiones de limpieza.
Los Viveros son una de las grandes joyas verdes de Valencia, junto al Jardín del Turia, y elemento vertebrador del Museo San Pío V y del Monasterio de la Trinidad, Bien de Interés Cultural.
