El Instituto López Piñero proyecta una mesa redonda sobre los 50 años de Silent Spring
El Instituto de Historia de la Medicina y de la Ciencia López Piñero (centro mixto de la Universitat de València y el CSIC), con sede en el Palacio de Cerveró, proyectará la mesa redonda 50 anys de Silent Spring de Rachel Carson, que tendrá lugar el próximo martes, 4 de diciembre, a las 19 horas, en la sala Nicolau d’Olwer del Institut d’Estudis Catalans de Barcelona. Los asistentes a la mesa redonda, organizada por la Societat Catalana d’Història de la Ciència i la Tècnica y el propio IEC, podrán participar en la actividad desde Valencia, realizando comentarios y preguntas a los ponentes.
Se trata de la primera ocasión en la que el Instituto López Piñero proyecta una actividad, gracias al sistema de retransmisión en streaming. Los ponentes de la misma son: Joandomènec Ros, catedrático de Ecología en la Universitat de Barcelona, Antonio Buj Buj, doctor en Geografía humana por la Universitat de Barcelona, Joaquim Elcacho, periodista y consultor especializado en ciencia y medio ambiente y Miquel Porta, investigador del Instituto de Investigación Hospital del Mar (IMIM-Hospital del Mar).
De esta manera, la mesa redonda se une a las actividades organizadas en conmemoración del 50 aniversario de la publicación de Silent Spring (Primavera silenciosa). El 27 de septiembre de 1962 llegaba a las librerías este libro que, según la mayoría de expertos, marca el comienzo de la conciencia medioambiental en el siglo XX. En sus páginas, la bióloga Rachel Carson denunciaba el peligro de determinados pesticidas, para la salud de los seres vivos, como era el DDT. La popularidad de Silent Spring puso en marcha un proceso que llevaría en 1972 a prohibir el uso del DDT en los Estados Unidos y, posteriormente, en muchos países del mundo. Este tóxico fue el primer insecticida producido a gran escala y una importante fuente de ingresos para las compañías agroquímicas nacidas en la primera mitad del siglo XX.
La repercusión social, económica y política de este libro fue enorme. Y alrededor de su autora se ha generado todo un mito. Rachel Carson era, según su biógrafa Linda Lear, una outsider, con una carrera poco tradicional y sin filiación académica. Nunca formó parte de la comunidad científica y escribió, especialmente para el público, no para los académicos. Formada como bióloga y con vocación de escritora, comenzó trabajando en laboratorios marinos y acabó de editora en el Servicio de Pesca y Vida Salvaje de los Estados Unidos. Con estos ingredientes, el libro combinaba investigación científica sobre la repercusión de los pesticidas con una prosa atractiva que enganchó a los lectores de la época. Rachel Carson ha sido representada como una trabajadora solitaria, enfrentándose a un coloso: la industria del DDT y sus intereses político-económicos.
