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El sistema público de pensiones

    Vivimos una era, donde un puñado de gigantes tecnológicos y sus dueños, son los poderosos ricos de naciones enteras del planeta.

    Son los tiempos de “Jauja” para ellos, con los paraísos fiscales, el secreto bancario, el fraude y la inhibición fiscal de las grandes corporaciones.

    ¡Y así nos va!

    Y mientras en una gran parte del mundo occidental que disfrutamos del llamado Estado del Bienestar, hoy se constata que la crisis que empequeñecen estos Estados, en cada una de las naciones, es cada vez mayor, y ponen en peligro el que aún podamos disfrutar del mismo.

    Y es que la sostenibilidad de los Sistemas Públicos  que configuraron el Estado de Bienestar, las pensiones, la sanidad, la educación y la protección social, están atravesando una fase de “encogimiento de sus servicios”.

    Hoy el Modelo de Protección Social que hemos conocido, el que conocemos, no es sostenible ni necesario.

    No es sostenible porque la tecnología sanitaria -por ejemplo- es infinitamente más cara que hace cuarenta años. Porque está admitido que un chico ó unos chicos  tienen que tener acceso a una serie de servicios que en los años 50 eran inimaginables. Y  porque un jubilado hoy debe de recibir un trato y una atención imposible tras la II Guerra Mundial. Y el desempleo del factor trabajo, hoy ha alcanzado cotas no presumibles entre 1955 y 1975.

    Cuando el Modelo de Protección Social fue instaurado, se convirtió en la marihuana, en el diacepan, en el ibuprofeno, en la aspirina de la clase media tal y como hoy la entendemos nació con él.

     Pero en el fondo  el Modelo de Protección Social pretendió reformar muy poco; de hecho el Modelo de Protección Social no fue – aún no lo es – más que el paliativo de algo imposible.

    El objetivo fue hasta hace muy poco – aún se sigue diciendo que lo es – generar más PIB, cuanto más mejor. Pero para ello haría falta ocupar a toda la población activa que fuese posible en una atmosfera de catálogos ilimitados de bienes y servicios, y de una esperanza de vida cada vez mayor.

    Sin embargo hoy cada vez hace falta menos población ocupada, los catálogos de bienes que han sido infinitos ya no lo son, y la esperanza de vida se ha proclamado que podía ser bíblica hasta ahora.

    El Modelo de Protección Social, fue diseñado y construido entonces; tras la II Guerra Mundial, y correspondía a una situación que ya no es la misma, y no se volverá a dar, ni se volverá a darse jamás.

    Entre ellos la Sostenibilidad del Sistema Público de Pensiones, ya no es posible tal y como está concebido.

    Porque las condiciones en que se crearon, tras la II Guerra Mundial: “Pleno empleo, salarios indexados según el IPC, y una tasa de vida no superior a 10 años después de la edad de jubilación”. Ya no existen. Y no hay Sistema Público que lo soporte.

    Hoy, el desempleo en muchos países, es ya un gran drama donde el universo de la robotización y la inteligencia artificial, amenazan seriamente a los trabajadores que ven aumentar el paro estructural en sus países. El empleo que parecía uno de los bienes más escasos del mundo, y que parecía más sólido, ya no existe como en las décadas de los 50/60 y hasta los 80.

    Los salarios se han reducido hasta niveles “miserables”,  que no solo deterioran los niveles de vida de los trabajadores, sino que las reducidas cuantía de las cotizaciones, ya no hacen soportable el pago de las pensiones.

    Y los largos años de vida que se ha alcanzado, vienen a complicar la sostenibilidad  del Sistema Público de Pensiones.

    Desde hace muchos años los análisis que se hacían acerca del Sistema Público de Pensiones, aparecían en alguna nota de prensa, o artículos de profesionales de algún banco o compañías de seguros. Aparecían y desaparecían como el agua del Guadiana.

    Pero nunca se tomaron en serio medidas que pudiesen salvar nuestro Sistema de Pensiones mediante la Reforma que se necesitaba. Todo fueron parches y mas parches que solo han demostrado que han sido inservibles para salvar el Sistema Público de Pensiones.

    Es la hora de la Reforma del Sistema Público, no de parches.

    Pero hasta hoy, ningún Gobierno ha afrontado las Reformas necesarias para salvar un modelo total y absolutamente amenazado por una inevitable quiebra del Sistema

    Las numerosas  movilizaciones de los jubilados, contra la ridícula subida de las pensiones han tensionado un modelo que da señales de agotamiento, un sistema con más incertidumbres que certezas, sobre todo para los trabajadores que ahora lo financian, y que no saben como serán las prestaciones cuando les llegue su retiro.

    Los principales retos a afrontar para garantizar el futuro de las Pensiones Públicas son:

    LA BATALLA PARTIDISTA. ¿ADIOS AL PACTO DE TOLEDO?

    La anterior gran crisis del Sistema, a mediados de los 90, se zanjó con la firma por parte de todos los grupos parlamentarios, del llamado Pacto de Toledo.

    Entre otras medidas, incluía la creación de un Fondo de Reserva, la revalorización anual según el IPC, y el compromiso de excluir las pensiones de la lucha partidista.

    Con ese fin, se acordó la creación en cada legislatura de una Comisión del Congreso de los Diputados  para seguir los acuerdos alcanzados, y en la que debatir futuros cambios.

    Un vistazo a la pirámide de población actual, revela los incentivos que desde una visión cortoplacista puede tener cada formación, de instrumentalizar las protestas en la calle.

    VOTANTES POR EDAD EN CADA PARTIDO

    Edad   C.Electoral    PP.    PSOE    Cs.    Podemos

    18/24 ---- 8,2 -----    4,7 ---- 4,9 --- 8,5 ---- 11,9

    25/34 ----13,6 -----    8,8 ---- 8,5 ---19,7 --- 19,8

    35/44 ---- 19,3 -----   14 ---- 16,3--- 24,3 --- 24,4

    45/54 ---- 18,9  ----   16,7--- 16,9--- 24,3 --- 16,8

    55/64 ---- 15,4 ------ 15,7---- 21,8--- 13 ----- 14,65

    >65 ------ 24,7 ------ 40,2 --- 31,7 ---10,1 ---  10,

    Los mayores de 65 años tienen cada vez más peso en las urnas y son los que menos se abstienen.

    En las últimas Elecciones Generales representaron casi una cuarta parte del censo electoral. El 40% de quienes votaron al PP en 2016 pertenecían a esa franja de edad, según la encuesta pos-electoral del CIS.

    La tentación es fuerte, pues cualquier gesto hacia ellos, permite erosionar el partido en el Gobierno, un atractivo mayor para Podemos y Ciudadanos, para quienes los jubilados solo supusieron el 10% de sus electores.

    ¿COMO FUNCIONA EL SISTEMA?

    La idea es que sea auto suficiente, y que los ingresos alcancen para pagar las pensiones de quienes hayan cotizado al menos 15 años durante su vida laboral.

    El sistema español de reparto, no guarda en una cuenta individual las cotizaciones de cada trabajador. Todas las aportaciones van al capítulo de ingresos de los presupuestos anuales de la Seguridad Social.

    Al llegar a la edad de jubilación, se computan el número de meses trabajados y lo que se ha aportado al Sistema, para determinar la cuantía a la que se tiene derecho según las normas de cálculo que haya en ese momento.

    Hasta ahora las prestaciones españolas tenían una tasa de remplazo (Proporción que se conserva del último sueldo al recibir la primera pensión), en torno al 80% para un salario medio, frente al 40 ó el 42% de media en los sistemas públicos de los países de la U. Europea y la OCDE respectivamente.

    EL FACTOR DE SOSTENIBILIDAD.

    El PP hizo uso de su mayoria absoluta, para retocar el Sistema en 2013, sin el apoyo del PSOE.

    Entre los cambios, se impuso una nueva forma de revalorizar las pensiones, y una corrección para determinar la cuantía para los nuevos pensionistas.

    Según fuentes de la Comisión Europea: En un escenario en el que la longevidad de los españoles va en ascenso – en 2019 entrara en vigor el factor de sostenibilidad-, que tendrá en cuenta la esperanza de vida de la población en cada momento, el resultado será una caída progresiva en la tase de reemplazo de hasta 30 puntos en el año 2060, según las estimaciones de la Comisión Europea.

    EL COSTE DE LA VIDA.

    La  reivindicación principal de quienes ahora salen a la calle en defensa de sus pensiones, es que la actualización anual de la paga que perciben, se haga en función del coste de la vida.

    Antes de la reforma del 2013, los pensionistas veíamos como nuestras pagas crecían según el IPC, mediante un modelo estadístico para calcular la variación  mes a mes, del coste que tienen los productos y servicios en España.

    Así el Gobierno compensaba con una paga extra la diferencia entre el IPC estimado en los presupuestos de cada año y el dato final anual, además de actualizar el importe de las pensiones para el año siguiente con el fin de que no se perdiera poder adquisitivo.

    EL GASTO MENSUAL EN PENSIONES CONTRIBUTIVAS.

    En Jubilaciones ------------------------71,90 %

    En Viudedad ---------------------------17,22 %

    Incapacidad permanente---------------9,99 %

    Orfandad --------------------------------

    A favor de familiares -------------------

    Con el nuevo índice de revalorización, se consideran otros factores como el crecimiento del número de pensiones y el saldo entre cotizaciones y pagas a pensionistas.

    El resultado es una subida del 0,25% anual mientras no se solucione el desfase entre los ingresos y gastos del sistema, que la presión de las movilizaciones  de los pensionistas obligo a Mariano Rajoy ha cumplir los incrementos para el 2017 según el IPC, del 1,1% y a aplazar el factor de sostenibilidad que debía aplicarse a partir del 2019.

    MÁS PENSIONES Y MÁS ALTAS.

    Otro de los efectos del aumento de la esperanza de vida de los españoles es que, el saldo entre el número de altas y bajas en el sistema, no deja de crecer: 1,6 millones al año.

    Hay otra variable que afecta a la partida de gastos: La cuantía media que reciben los nuevos pensionistas es cada vez más alta. Quienes se incorporan al Sistema han cotizado más que aquellos  que van falleciendo. El año 2017 la cuantía media mensual de las nuevas pensiones fue de 1,057 euros mensuales, por 822 que cobraban quienes causaron baja.

    Las diferencias crecen entre los jubilados.

    La media de la pensión media mensual entre altas y bajas era de 191 euros en 2005, cantidad que se duplico una década después.

    EL GASTO EN PENSIONES.

    Al 1 de febrero de 2018, la Seguridad Social se hizo cargo de 9,5 millones de pensiones, gran parte de ellas de jubilación y viudedad, con un importe mensual de 8,925 millones de euros.

    Mientras que entre 2008 y 2013 los ingresos del Sistema cayeron de forma continuada, como consecuencia del aumento del desempleo que hizo que la factura del Sistema no dejó de crecer.

    A falta de los datos definitivos de ejecución presupuestaria, la previsión para 2017 estimaba en 115,608 millones de euros los recursos necesarios para afrontar el pago de las pensiones.

    GASTOS EN PENSIONES CONTRIBUTIVAS.

    Las partidas destinadas a pensiones, han crecido año a año en los Presupuestos Generales del Estado.

    El año pasado supusieron el 44% del gasto total presupuestado.

    EL DEFICIT DEL SISTEMA.

    Las pensiones contributivas se financian, en su mayoria, con las cuotas mensuales que trabajadores y empresas hacen  a la Seguridad Social.

    Las aportaciones van en proporción a la cuantía de los salarios, hasta hoy hay un tope máximo fijado en 3751 euros.

    Los desequilibrios durante la crisis llegaron al punto en que en 2013 y 2014 se llegó a ingresar más por cotizaciones de prestaciones por desempleo, que por las cuotas de autónomos.

    La recaudación total, también se ha visto afectada por las políticas de bonificación del Gobierno para estimular el empleo, que han supuesto una reducción ó exención del pago de las cuotas de muchas nuevas contrataciones.

    EVOLUCION COTIZACIONES Y GASTO.

    Los ingresos por cotizaciones fueron entre los 100,000/105,000 millones de euros en el 2004, y de 107,000 millones en 2017.

    Y el gasto en prestaciones contributivas fue de 98,000 millones en el 2004, y de 125,000 millones en 2017.

    La situación actual de la Seguridad Social, presenta un desfase entre ingresos y gastos de alrededor de 18,000 millones de euros.

    MENOS EMPLEO Y MAS PRECARIO.

    Hoy, todavía hay un millón menos de afiliados a la Seguridad Social respecto a los 19,380,000 millones de cotizantes que llegó a tener en 2008.

    Otra de las consecuencias de la crisis, ha sido la devaluación salarial. El ritmo de crecimiento de la economía y del mercado de trabajo que es superior al de los sueldos.

    Mientras que en 2008 la participación de los salarios en la riqueza nacional era del 50,15% del PIB, en 2017 era casi tres puntos inferior, el 47,29% según Eurostat.

    LA HUCHA DE LAS PENSIONES.

    El Fondo de reserva de la Seguridad Social, conocido de forma popular como la hucha de las pensiones, nació con el objetivo de ahorrar en los años de bonanza económica, ante futuras necesidades del Sistema. En principio se pensó para afrontar en torno al 2025 la jubilación de los nacidos durante el “Baby Boom” que se produjo en España a partir de 1960.

    Esos niños del “Baby Boom” fueron los nacidos entre 1958 y 1977. Años en que la cifra de nacimientos superó los 650,000 niños anuales, que supuso , 2,5 más de nacimientos que en los veinte años anteriores, y 4,5 más que los veinte años posteriores.

    De acuerdo con esta realidad, el Baby Boom español iniciará la llegada a la jubilación, a partir de 2023/2024, época donde se irán cumpliendo los 65/ 66 años según  el número de años cotizados.

    Por lo tanto, va a haber una tensión al principio suave, sobre el Sistema de pensiones, que irá aumentando progresivamente desde esas fechas hasta el 2044.

    Mientras la hucha ha sido gastada por Mariano Rajoy para otros fines bastardos, como la propia compra de la Deuda del Estado.

    Apenas quedan 8,000 millones de euros de los más de 82,500 millones que entraron en la caja, en su mayoria provenientes de los excedentes del periodo 2000/ 2008.

    Entre el 2008 y 2009 Zapatero dejo de ingresar 12, 690 millones de superávits para dedicarlos a otras prestaciones.

    FLUJOS DEL FONDO DE RESERVA DE LA S. SOCIAL (2000-2017)

    Ante la insuficiencia de recursos, Mariano Rajoy decidió hacer uso de la hucha desde su llegada a la Moncloa para afrontar las pagas extraordinarias.

    Con el fin de no escurrir a cero la hucha, el Gobierno de Mariano Rajoy pidió en los dos últimos ejercicios sendos préstamos al Tesoro por importe de 25,192 mil millones de euros.

    Los ingresos al Fondo se iniciaron en el 2000 y se fueron incrementando hasta el 2011 con la cifra de 68,000 millones que dejó el Gobierno de Zapatero, y a partir de ese año fue descendiendo con el Gobierno Rajoy hasta el 2017 que dejo tan solo 8000 millones de euros .

    EL RETO DEMOGRAFICO.

    Los cambios en la estructura de población, son el gran desafío del Sistema actual.

    Incluso con tasas record de empleo en las próximas décadas, las previsiones demográficas del Instituto Nacional de Estadística, reflejan que la caída de la natalidad, el envejecimiento de la población y el aumento del tiempo de vida, exigirán cada vez más al pacto intergeneracional, por el que se sustenta el Sistema Público de Pensiones.

    PREVISION DE LA TASA DE DEPENDENCIA.

    Porcentaje de población en edad de jubilación respecto a la población en edad de trabajar.

    Si ahora hay 29 personas en edad de jubilación, por cada 100 en edad laboral, las estimaciones  a futuro son de que la proporción supere los 60 por cada 100 en el año 2060. Siempre que la edad de jubilación se mantenga en 67 años. Incluso, un hipotético cambio de la edad de retiro hasta los 70 años, dejaría a España con una tasa de dependencia del 50%.

    PENSIONES DIGNAS.

    Una de las formas de medir el grado de cobertura social del Sistema, es la tasa de riesgo de pobreza media, como el porcentaje de personas con unos ingresos inferiores al 60% de la media, la tasa es relativa y varia cada año según la distribución de la renta en cada país.

    Así, una caída en los ingresos medios baja el listón por el que se considera si una persona  está ó no, en riesgo de pobreza.

    En 2016, el umbral quedó fijado en España en poco más de 8,200 euros, según los datos de Eurostat.

    Este año último (2017) con datos disponibles, la tasa de riesgo de pobreza entre la población española fue del 22,3%. La tasa es superior (23,3%) entre la población en edad laboral y roza el 30% en el caso de los menores de 16 años.

    CONCLUSIONES.

    A pesar de las circunstancias que he apuntado, la causa fundamental de la gravedad del Sistema Público de Pensiones, es pura y simple política.

    El Gobierno del PP decidió que la salida de España de la crisis, iba a basarse en un nuevo modelo de competitividad, como producto no de la investigación ni de la excelencia en la innovación. Sino por la “Devaluación competitiva de los salarios”, y apostó por una Reforma Laboral que permitía a las empresas recortar salarios, a la vez que se laminaba la posibilidad de que los sindicatos de trabajadores frenaran estas actuaciones.

    Pero no es en esas medidas donde reside la solución, ya que los nuevos salarios no soportan financiar las pensiones. Y ni con prestaciones más reducidas ni alargando la edad para la jubilación, se puede salvar el Sistema Público de Pensiones.

    La solución existe con medidas políticas y por esa razón el futuro de las Pensiones y del Sistema va a ocupar un lugar central en las actuaciones del Gobierno socialista de Pedro Sánchez.

    RECUPERAR EL EQUILIBRIO FINANCIERO DE LA SEGURIDAD SOCIAL.

    De ello se derivarán enormes beneficios para el presente y para el futuro de nuestro Sistema.

    Un asunto de esta magnitud económica, con un déficit medio anual de 15,000 millones de euros, no se resuelve con una sola medida, sino que hay que trabajar en varias direcciones.

    En primer lugar: El empleo es la clave de bóveda para la solución de muchos problemas, también para alcanzar el reequilibrio del Sistema de Pensiones. Pero no todos los empleos ayudan con igual magnitud.

    Durante los últimos años hemos comprobado como la recuperación del número de afiliaciones no venia acompañada por un incremento proporcional en los ingresos por cotizaciones. La parcialidad, la temporalidad, la caída de salarios, el debilitamiento de la negociación colectiva, en definitiva, la reforma laboral del 2012 ha sido letal tanto para el mercado de trabajo, como para el propio Sistema de Seguridad. Por lo que su derogación es fundamental.

    No obstante, en la situación económico financiera actual, el empleo no sería suficiente para resolver la totalidad del déficit.

    Para cubrirlo por esta vía se necesitarían más de tres millones de nuevas cotizaciones. Pero ninguna de las previsiones actuales factibles contempla esos objetivos para corto plazo. Aunque fuera coyunturalmente, se necesita si, ó si, complementar con nuevos ingresos.

    En segundo lugar: Completar la separación de las fuentes de financiación del gasto, de modo que las cotizaciones sociales se destinen básicamente al pago de pensiones, supone racionalizar el gasto para que la Seguridad Social afronte sólo aquellos que le correspondan. Los gastos de personal, gastos corrientes de bienes y servicios y gastos de inversión de los organismos de la Seguridad Social deben financiarse con los Presupuestos Generales del Estado

    Por lo tanto, habrá que hacer una apuesta por mejorar nuestro sistema tributario que permita afrontarlo. Porque resulta paradójico que se reciban préstamos del Tesoro  para pagar las pensiones, mientras los ingresos de cotizaciones se utilizan para financiar otras políticas que corresponden al Gobierno. Como poco podríamos estar hablando de un tercio del déficit.

    Es fundamental incrementar los ingresos mediante diversas medidas como la intensificación de la acción de la inspección fiscal, de la lucha contra el empleo irregular y el fraude a la Seguridad Social.

    En ese sentido de ampliar la recaudación. El PSOE  ha propuesto el Impuesto de transacciones Financieras y el Impuesto a la Banca.

    Hoy podemos afirmar que las medidas adoptadas por el PP no han servido nada más que para prolongar la angustia y aumentar la incertidumbre de los pensionistas.

    Para los socialistas, el trabajo es un elemento nuclear del Estado. Mercado Laboral digno. Modelo económico productivo y sistema de protección social  es la garantía de un Estado del Bienestar sólido. 

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