El Ayuntamiento de Morella agradece el trabajo de los mayorales de Sant Antoni, que han conseguido que las fiestas sean un rotundo éxito

El concejal de Fiestas del Ayuntamiento de Morella, Amadeu Bordás, ha querido agradecer a los mayorales el trabajo que han realizado para organización la presente edición del Sant Antoni y, felicitarlos por el éxito conseguido. Sin duda, la localidad ha vivido la edición más multitudinaria de los últimos años, concentrando una gran participación en todos los actos programados.

Por ello, Bordás agradece “la implicación del grupo de Gaiteros de Morella, que con su trabajo han revolucionado la fiesta y han conseguido que centenares de vecinos participen en los distintos actos”. El edil también indicaba que “hay que felicitar a los organizadores porque este Sant Antoni ha sido un gran éxito de participación”. Además, ha querido “animar a los distintos colectivos de la ciudad para que sean mayorales en las próximas ediciones, ya que es una experiencia inolvidable”. Cabe recordar que en las últimas dos ediciones se había perdido esta figura y, cuando esto ocurre, organizan los actos la Cofradía de los Labradores y el Ayuntamiento de Morella.

La misa en recuerdo a los cofrades difuntos ha puesto el punto y final a esta celebración del Sant Antoni. Una edición en la que han habido numerosos cambios, que han contribuido a que haya más participación y repercusión. En la jornada del viernes, se cambió la estructura del acto central, dividiéndose en dos partes. Entre ellas, se celebró la santantonà, con los recuperados personajes de los Diablos de la Maça y la Cucafera, unos elementos que no se veían en la festividad desde el siglo XIX. Una vez concluida la representación de la Vida del Santo, se quemó la barraca y se celebró una cena popular con las brasas. En la jornada de ayer, tuvieron lugar los actos más solemnes, con la procesión, la misa, el retaule y la bendición de los animales. Por la tarde, llegaron los actos lúdicos, con la peculiar representación del contrabando, la agostera, el mondongo y la siembra. Una escenificación improvisada que deleita a los numerosos espectadores que se dan cita por las distintas calles del recorrido. Y, por la noche, los participantes en este desfile se reunieron para cenar en el Espai Firal. De este modo, Morella despidió los actos populares de estas tradicionales fiestas.