Cierran una piscina de Cullera tras encontrar restos de heces en el agua

Hay modas y retos virales de dudoso gusto que corren como la pólvora y se convierten en un auténtico quebradero de cabeza. Eso es lo que está sucediendo este verano en multitud de piscinas que se ven obligadas a cerrar tras la aparición de restos de heces en el agua.

El último caso ha sido en una piscina privada de una urbanización situada en Cullera. En plena ola de calor ha tenido que cerrar el acceso al baño después de este acto incívico. La comunidad de propietarios ha anunciado que “en caso de averiguar quien ha sido el responsable, el dueño de la vivienda se hará cargo del gasto real que todo esto suponga, incluso toda el agua de la piscina”, tal y como ha recogido el diario Levante EMV.

Desde la comunidad de propietarios han señalado que para poder abrir de nuevo la piscina tienen que pasar entre 3 y 5 días, hasta tener un nuevo análisis del agua. Mientras que vaciarla y llenarla por completo serían dos.

Se trata del enésimo caso que sufre una piscina de la Comunitat Valenciana este verano, sumado a los cierres en Requena, Gilet, Alzira o Elche, entre otros lugares.

Cómo actuar en caso de contaminación fecal

En este caso, las heces deben retirarse rápida y completamente de la piscina y eliminarlas por el inodoro, nunca por los desagües de la piscina.

A continuación, todo el equipo que se ha utilizado en este proceso debe desinfectarse con una solución de hipoclorito al 1%.

Transcurrido un tiempo prudencial, se regularán los valores de cloro y pH de acuerdo con los valores establecidos en la normativa vigente antes permitir de nuevo baño.