Almassora abre la actualización de la ordenanza de convivencia ciudadana a las aportaciones vecinales

El Ayuntamiento de Almassora afronta la modificación de la ordenanza de convivencia ciudadana tras cumplirse una década de la última aportación, realizada en el año 2008. Para ello, el equipo de gobierno contará con las aportaciones de las asociaciones vecinales, tal como ha informado la concejala de Participación Ciudadana, Susanna Nicolau.

La edil ha presentado la propuesta y el actual texto ante las entidades en el último Consejo Municipal de Asociaciones Vecinales. "La posibilidad de realizar cambios para adaptarla a los nuevos tiempos y a las nuevas necesidades de la población ha sido muy bien acogida entre la ciudadanía", ha asegurado Nicolau, quien ha anunciado que "en el próximo consejo, que se celebrará dentro de tres meses, debatiremos las propuestas presentadas".

"Ciertos aspectos como la normativa que regula la actividad de casales y collas requieren de una revisión que reduzca las molestias que sufren los vecinos", ha incidido la concejala. Nicolau ha recordado que "es una ordenanza que afecta a toda la ciudadanía y, por lo tanto, queremos que todas las asociaciones intervengan en su actualización para tener todos los puntos de vista e integrar todas las realidades en ella". En este sentido, el edil de Seguridad, Roger Beltrán, ha recordado que "es fundamental contar con el asesoramiento de la Policía Local para determinar las propuestas que son viables y beneficiosas para el conjunto de la población".

Así pues, tras el encuentro, el departamento de Secretaría ha remitido una copia del texto de la ordenanza a todas las asociaciones. Aquellas entidades que deseen hacer aportaciones, deberán hacerlo mediante la presentación de una instancia general en el Servicio de Información y Atención al Ciudadano (SIAC).

Cabe recordar que el texto original de esta ordenanza data del año 1995 y en ella se regulan aspecto como el uso de la vía pública, la circulación de peatones y vehículos o el control de la venta de productos de alimentación, además de las normas de funcionamiento que deben seguir los locales considerados como casales y las sanciones por incumplimiento. Las modificación de este documento deberá ser ratificada por el pleno municipal.