Compromís per Vila-real denuncia que el caos provocado por la Conselleria de Educación ha podido llegar a afectar hasta dos mil alumnos

El 11 de septiembre se inició el curso académico para el alumnado valenciano. Un curso que ha comenzado con un nivel de caos generalizado en distintos frentes.

Miles de profesionales interinos han vuelto a sus puestos de trabajo después de semanas de angustia, de incertidumbre y con muchos problemas para poder incorporarse a su puesto de trabajo. A principios de agosto todas las alarmas de la comunidad educativa saltaron cuando el proceso de adjudicación de profesorado se retrasaba más de lo habitual. El día 10 de agosto, cuando al final salieron, las listas estaban repletas de errores que afectaban a casi la totalidad de los docentes implicados. Desde ese día, hasta pocos días antes del inicio de curso, ha habido un goteo de nuevas listas que, lejos de resolver los errores de la primera, sumaban otros nuevos.

El conseller de Educación, José Antonio Rovira, y la directora de personal docente, Sonia Sancho, se han enfrentado, en apenas unos meses, a varias protestas por parte de la comunidad educativa debido al caos en la asignación de plazas docentes. La dirigente no acudió a su puesto de trabajo hasta haber estallado el caos en la adjudicación, como así lo confirmó el propio conseller. La Conselleria de Educación rechazó el ofrecimiento de la anterior directora general de mantenerse en el cargo unas semanas más para ayudar con su experiencia en el procedimiento y en su lugar nombró el 28 de julio a Sancho, quien el mismo día se marchó de vacaciones en medio del proceso de adjudicaciones.

La portavoz municipal y diputada provincial, Maria Fajardo, ha declarado que «incomprensiblemente, un proceso que se llevaba a cabo con normalidad durante los últimos 8 años, incluso en el momento de la pandemia, ahora ha sido absolutamente caótico. En lugar de afrontar el problema, la Conselleria se ha dedicado a culpar al anterior gobierno y a revivir el conflicto de la lengua como cortina de humo en las deficiencias de gestión».

«Según los datos que hemos podido recoger -ha continuado Fajardo- el desorden de la Conselleria de Educación ha podido llegar a afectar hasta dos mil vila-realencs y vila-realenques. Las familias, alumnado y equipos docentes merecen una planificación y gestión competentes» ha finalizado.