El Ayuntamiento de Vila-real facilitará el pago fraccionado del IBI hasta en cinco plazos sin intereses

La modernización de la ordenanza fiscal del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) que ha planteado el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Vila-real incluirá entre las modificaciones para facilitar el pago la posibilidad de fraccionamiento hasta en cinco plazos sin intereses. El alcalde de Vila-real, José Benlloch, que en esta legislatura ha asumido las competencias en materia de Hacienda, ultima la propuesta antes de elevarla a la comisión informativa y el pleno, con los cambios anunciados para facilitar que vecinos y empresas abonen este impuesto necesario para que el Ayuntamiento pueda seguir prestando servicios a los ciudadanos.

Así, además de las bonificaciones anunciadas por el primer edil para incentivar la actividad económica y la creación de empleo, también se incorpora una novedad que permitirá a los vecinos elegir entre pagar el IBI en un único recibo o fraccionar el abono de dicho impuesto, también conocido como contribución, hasta en cinco plazos sin que ello suponga el pago de intereses. En la actualidad, el fraccionamiento máximo previsto por la ordenanza está fijado en tres plazos. Benlloch ha detallado que la propuesta de modificación de la ordenanza fiscal contempla que “los contribuyentes podrán solicitar el pago de sus recibos domiciliados en cinco fracciones del mismo importe cada una de ellas teniendo su vencimiento carácter mensual”, que se devengarán a partir del mes de junio durante cinco meses consecutivos, hasta el mes de octubre. El alcalde ha destacado que “inicialmente planteamos la posibilidad de incluir cuatro plazos pero finalmente hemos podido ampliarlo a cinco, siendo sensibles con aquellos vecinos y empresas que se encuentren en situación de dificultad para hacer frente a sus obligaciones fiscales”.

La modificación de la ordenanza fiscal de la contribución también introduce mejoras en la gestión administrativa interna de algunas de las bonificaciones contempladas en la ordenanza como la de familias numerosas. Además, como ya anunció el alcalde, habrá tres nuevas bonificaciones dirigidas sobre todo a la generación de empleo y la diversificación de la economía: así, se bonificará un 95% el IBI a los inmuebles de organismos públicos de investigación y universidades tanto públicas como privadas; también se prevé una reducción del 50% en este impuesto a los inmuebles destinados a alquiler de vivienda, siempre que el precio del alquiler no supere los límites que se establecerán a través de una ordenanza; y en tercer lugar se bonificará hasta el 95% a los inmuebles sujetos a actividades económicas declaradas de especial interés o utilidad municipal decididas por el pleno, por concurrir causas sociales, culturales, histórico-artísticas o de fomento del empleo.

El Ayuntamiento de Vila-real aprobará en el pleno de este mes el cambio en la ordenanza, que incluye también la modificación del tipo impositivo del IBI para incrementar la recaudación de este impuesto un 10% con el objetivo de hacer frente a las “enormes dificultades económicas” por las que atraviesa el consistorio debido a la caída de los ingresos, el aumento de gastos y “sobre todo, la herencia de los ‘empastres’ urbanísticos del PP”, tal y como remarca el alcalde, “que ya suma más de 28 millones de euros pagados por el actual equipo de gobierno desde 2011, además de otros 10 millones del préstamo de 20 millones” que también solicitaron los ‘populares’. Benlloch ha recordado que durante los últimos ocho años Vila-real ha mantenido el IBI congelado y  ha recalcado que la subida del 10% supone un incremento “moderado” teniendo en cuenta que Vila-real es uno de los municipios de la provincia con la presión fiscal más baja, según el “Informe sobre tasas y cuantificación de impuestos municipales de ciudades del entorno de Vila-real y de ciudades de la Comunidad Valenciana con  una población similar a Vila-real” elaborado por Germán Orón Moratal, catedrático de Derecho Financiero y Tributario de la Universitat Jaume I y Diego González Ortiz, profesor titular de Derecho Financiero y Tributario de la Universitat Jaume I, con fecha de febrero de 2019.

En este sentido, Benlloch incide en que la subida del 10% equivale al IPC acumulado desde 2011 y recalca que, según consta en la memoria de la modificación de la ordenanza fiscal, “es la primera vez en ocho años que procedemos a actualizar el tipo de gravamen, pues hemos congelado este impuestos durante seis años y procedido a su rebaja en los años 2012-2013, con una rebaja del 10% (del 0,6014 a 0,5594) y en 2013-2014 con una rebaja del 7,5 % (de 0,5594 al 0,4445)”.