Los vecinos afectados por las obras en la CV500 se manifiestan en Valencia

Las asociaciones de vecinos de El Perelló, El Perellonet, El Palmar, El Saler y El Mareny de Barraquetes, todas ellas localidades por las que transcurre la carretera CV 500, más conocida como la carretera del Saler, se han manifestado hoy en el corazón de la ciudad de Valencia para pedir al Ayuntamiento y a la Generalitat Valenciana, concretamente a la Conselleria de Infraestructuras, que revierta las obras iniciadas hace una semana y que, según los vecinos, dificultan su desarrollo y generan atascos para acceder a sus viviendas y localidades. Bajo el lema "No más límites a nuestro crecimiento, sí o sí paralización de las obras CV500", y al grito de "manos arriba, esto es un atasco", unas doscientas personas han recorrido el centro de la ciudad de Valencia, partiendo desde la Porta de la Mar a la Plaza del Ayuntamiento, y acabando en la Diputación de Valencia, donde han sido recibidos por la portavoz del grupo popular, Mª Carmen Contelles.

Los vecinos, molestos con las obras llevadas a cabo por parte de la Conselleria y el Ayuntamiento, consistentes en el estrechamiento de parte de la calzada para la adecuación de un carril bici, la eliminación de zonas de adelantamiento y la instalación de badenes o cojines, reductores de velocidad, piden una solución al histórico problema de acceso y de tránsito en esta vía.

A la manifestación acudieron representantes de los grupos de la oposición, tanto por parte del PP, con el concejal Alberto Mendoza, anterior responsable de tráfico de Valencia, y el portavoz municipal de Ciudadanos, Fernando Giner. Mendoza (PP) aseguró que "es triste que los vecinos tengan que volver a manifestarse por algo que les deberían haber consultado con anterioridad". El concejal popular destacó que las obras en la carretera en cuestión generarán problemas de acceso a los vecinos y pérdidas para los restaurantes de la zona, ya que la CV500, recordó, "es una vía por la que transcurren muchos vehículos, además de un autobús que en su día destinó el gobierno del PP a la zona". Preguntado por los semáforos que pretende instalar el Ayuntamiento en sustitución de los badenes o cojines, Alberto Mendoza afirmó que, "desde el PP estamos de acuerdo con todas las medidas de seguridad que se instalen, pero no compartimos la medida de estrechamiento de la calzada para crear un carril bici que estrecha la calzada, sin ninguna seguridad, y que puede crear problemas a la hora de que, por ejemplo, tenga que acceder una ambulancia". Asimismo Mendoza apostó por la permanencia de los actuales semáforos de velocidad y por la instalación de pasos de peatones, algo que indicó, "ya tenía previsto el anterior gobierno".

Por su parte, Fernando Giner, en nombre de Ciudadanos, afirmó que "quisiera saber cuál es la intención real del Ayuntamiento y porqué se ha tomado esta decisión sin contar con los vecinos de la zona, sin todos los informes técnicos y a base de ocurrencias". El líder de la formación naranja en Valencia defendió que "se escuche a los vecinos y se comprenda la realidad de todas las personas que viven en la zona". En este sentido Giner aseguró que "es posible conseguir una plena convivencia tomando decisiones planificadas, hablando con los técnicos y contando, sobre todo, con los vecinos".

En nombre del Ayuntamiento se pronunció el concejal de Devesa-Albufera, Sergi Campillo, a través de su perfil en la red social Facebook. El dirigente municipal destacó la reunión que se produjo a principios de la semana entre los dirigentes del Ayuntamiento de Valencia, con la concejala de pueblos, Consol Castillo, los técnicos de las diversas áreas afectadas, la Conselleria y las asociaciones de El Perellonet, El Palmar, El Saler, la Federación de Asociaciones de Vecinos, STOP Accidentes y València En Bici, además de la alcaldesa de Sueca, y sus homólogas pedáneas del Perellonet y Saler. El concejal destacó el tono positivo de la reunión y apostó por combinar la seguridad de las personas, la movilidad y el cuidado del medio ambiente de la zona, algo de lo que afirmó estar convencido. Destacó asimismo Campillo que en los últimos cinco años se han producido 223 accidentes en la CV500, una de las carreteras que más mortalidad de fauna registra de toda España.

El concejal del Ayuntamiento de Valencia anunció que los cojines reductores de velocidad se retirarán tan pronto como se instalen los nuevos semáforos, algo que aseguró, se producirá "como muy tarde la semana que viene". Al mismo tiempo recordó que para el equipo de gobierno es fundamental reducir la velocidad de la vía de 80 a 60 km/h, para asegurar "la protección de las personas y del medio ambiente".