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El Archivo Municipal dispone ya de las memorias de Camilo Albert

El Archivo Municipal dispone ya de las memorias de Camilo Albert

    El Archivo Municipal de Sueca dispone ya del documento original que contiene las memorias del suecano Camilo Albert, escritas por su viuda, Matilde Gras, años después de que fuera fusilado en el año 1939. El acto de donación de este manuscrito, por parte de la familia Albert-Gras al Ayuntamiento de Sueca, fue celebrado ayer por la tarde en el Salón de Plenos y contó con la presencia de un gran número de personas. “Camilo vivió en unos años muy convulsos socialmente. Fue una persona que sólo quería el bien para los trabajadores y que nunca cogió un arma para defender sus ideales. Él los defendía con las palabras, y las palabras molestaban a los poderosos. Toda su vida fue una lucha por el trabajador, por la gente que no tenía nada que ponerse a la boca, y eso le costó la muerte”, explicó el concejal responsable del Archivo Municipal, Salvador Giménez, en su intervención. Redención Albert, una de las hijas del matrimonio formado por Camilo y Matilde, asentía emocionada al escuchar estas palabras. Junto a ella, asistieron al acto sus hijos, Verónica y Camilo, y su sobrina, Graciela Candela Albert, una de las promotoras de esta donación a la ciudad de Sueca.

    La misma Candela explicó en su intervención la situación de angustia que se vivió en aquellos años, “Nydia, la hija mayor, fue testigo del juicio sumarísimo a su padre y recuerda claramente las palabras del juez militar que condenó a muerte a Camilo: 'Usted no tiene cabida en la nueva España que vamos a construir'. La misma sentencia a muerte reconocía que no tenía ningún delito de sangre, pero lo condenaron por rebelión los mismos que se habían rebelado contra la legítima República. Matilde, humilde bordadora, escribe meritoriamente en su vejez la angustia y al mismo tiempo el amor y admiración incondicional que sentía por su marido, Camilo”.

    La firma del documento de donación fue realizada por el alcalde de Sueca, Salvador Campillo, en representación de la ciudad, y por Redención Albert y Graciela Candela, como representantes de la familia. El Ayuntamiento, por su parte, les hizo entrega de unos obsequios en señal de agradecimiento. “La historia no la debemos olvidar y menos esta clase de historia, la historia de nuestro pueblo, para que no se vuelva a repetir. En Sueca han habido hombres importantísimos dentro de su humildad que forman parte de nuestra historia, y Camilo es uno de ellos. Él dio la vida por Sueca, porque los hombres y mujeres de nuestra ciudad tuvieran una vida mejor., porque los trabajadores tuvieran unas condiciones dignas. Y estas personas, entonces y ahora, serán necesarias siempre”, afirmó el alcalde de Sueca, Salvador Campillo.

    El acto contó con la presencia de muchos allegados y familiares de Camilo y Matilde, así como de los concejales Raquel Tamarit, Dimas Vázquez, Josep Navarro y Pilar Moncho; los trabajadores del Archivo Municipal, Joan Pi y Enric Alforja; la restauradora de las memorias, Marta Soliva; y el historiador, Salvador Vendrell. El mismo Vendrell, en la década de los 80, junto a Joan Fuster, publicó un monográfico dedicado a estas memorias en el segundo número de la revista Quaderns de Sueca. “Camilo Albert fue un sindicalista suecano muy importante. Fue la viuda de Camilo la que pensó que Joan Fuster era la persona indicada para entregarle las memorias. En ese momento nosotros estábamos haciendo la revista Quaderns de Sueca y sobre todo Fuster consideró que ese material se debía publicar porque era historia oral, aunque estaba por escrito. Y por ello trabajamos sobre ese documento. Yo hice una introducción y las anotaciones a pie de página para explicar las cosas que Matilde no explicaba”. Vendrell entregó ayer también al Ayuntamiento el expediente del consejo de guerra que le hicieron a Camilo Albert “en el que no le pueden encontrar ningún crimen de sangre y al final le acusan de autor intelectual de la rebelión. El documento es importante sobre todo porque contiene todos los escritos que hizo Camilo en las diferentes revistas locales, y de otros lugares, con los que justificaron que era un incitador a la rebelión”.

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