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El Servef gestiona confidencialmente la inserción sociolaboral de 193 mujeres víctimas de violencia de género

    El Servicio Valenciano de Empleo y Formación cuenta desde 2011 con un servicio de atención especializada a mujeres víctimas de violencia de género. Las siete tutoras responsables de esta atención (cuatro en la provincia de València, una en Castellón y dos en Alicante) asesoran a las víctimas que acuden a los centros Servef y que eligen la opción de mantener sus datos encriptados por seguridad.

    Estas demandas confidenciales son gestionadas únicamente por el equipo de expertas, para respetar la intimidad de las solicitantes. Actualmente, existen un total de 193 mujeres en la Comunitat Valenciana con las demandas de empleo encriptadas.

    "La atención y el apoyo a mujeres VVG en la Comunitat Valenciana es una de nuestras grandes prioridades porque lamentablemente, la tasa de violencia machista continúa siendo muy alta" señala la directora general de Empleo y Formación, Rocío Briones. De hecho, el último informe del Instituto Nacional de Estadística, con datos de 2016 situaba a la Comunitat Valenciana como la segunda comunidad autónoma con mayor número de víctimas inscritas por violencia de género (4.067), solo por detrás de Andalucía (6.913).

    Las estadísticas del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial recogen datos similares. En el segundo trimestre de 2017 la tasa de mujeres víctimas de violencia de género por cada 10.000 se sitúa en un 21,36% en la Comunitat Valenciana, mientras que la media española está en un 17,04%. Solo tienen una tasa superior Islas Baleares (26,29%) y Murcia (21,83%).

    Teniendo en cuenta estos datos, las medidas para la inserción social y laboral de las VVG resultan fundamentales. La Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género establece la creación de programas de acción específicos destinados a las víctimas que están inscritas como demandantes de empleo, para la consecución de trabajos por cuenta ajena así como para el autoempleo.

    La consecución de un empleo estable y bien remunerado es fundamental para las mujeres que sufren violencia, porque les permite poder salir de esta situación al devolverles la independencia económica. "Hay muchas mujeres que sufren la violencia machista y no abandonan a sus parejas porque no tienen medios económicos para poder sobrevivir, especialmente si tienen menores a su cargo", recuerda Rocío Briones

    Por ello, el grupo de tutoras del Servef se encarga de elaborar itinerarios formativos y de inserción, detectar las necesidades y expectativas reales de las mujeres que acuden en busca de ayuda, y derivarlas a servicios especializados, en caso de que sea necesario. El servicio cuenta con la colaboración de asistentes sociales, Policía Local, etc.

    "Por supuesto, se realiza un seguimiento individualizado a cada una de estas mujeres para supervisar si se están cumpliendo los objetivos previstos", remarca la directora general de Empleo y Formación. El seguimiento se realiza de forma telefónica o por correo electrónico, para evitar el desplazamiento de la mujer. Además, se acuerdan encuentros a lo largo de su itinerario personalizado de inserción.

    Es importante que las mujeres víctimas de violencia sepan que, al acudir a sus oficinas de empleo, tienen derecho a elegir esta clase de atención personalizada, se cual sea su situación. Los Centro SERVEF de Empleo (CSE) disponen de espacios de intimidad, en los que establecer una relación de confianza entre la mujer y el personal técnico que la atiende.

    El proceso a seguir

    El proceso comienza cuando la tutora se traslada al CSE para realizar una primera entrevista para conocer la situación personal y profesional de la VVG. De este modo, se establece un plan de trabajo pautado en función de las necesidades de la mujer. En este primer contacto con el personal técnico, se evalúa la documentación aportada por la mujer (sentencia, autos y/o informe ministerio fiscal, etc.) y se establece el tratamiento de la información de su demanda de empleo.

    El colectivo de VVG a menudo tiene que sortear una serie de obstáculos que limitan su disponibilidad para el empleo como son las dificultades de movilidad geográfica, una escasa experiencia laboral o poca formación. Estos factores se tienen en cuenta a la la hora de la elaboración de su itinerario personalizado de inserción, y son algunos de los motivos por los que las tutoras siempre se desplazan al Centro Servef de referencia de la mujer atendida.

    "Tampoco podemos obviar los factores psicológicos. Estas mujeres atraviesan una situación emocional compleja y suelen tener una baja autoestima, falta de motivación y problemas como la ansiedad, por ello es fundamental un acompañamiento profesional que las ayude a mejorar su autonomía y empleabilidad", explica Rocío Briones. Además, a menudo se encuentra en una situación social precaria, no cuentan con una red de apoyo o vienen de entornos desestructurados. Por ello, las tutoras especialistas han de establecer una relación de confianza con las víctimas, para poder darles el amparo que necesitan.

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