Sergio Albiol: "La pesca en el Mediterráneo es un oficio milenario que debemos mantener"
El presidente de COINCOPESCA pone el foco en la necesidad de una normativa que permita la continuidad de la profesión
El vinarocense Sergio Albiol Zurita, presidente de la Comisión Interfederativa de Cofradías de Pescadores de la Comunidad Valenciana (COINCOPESCA), lleva toda la vida ligado al mar Mediterráneo.
De familia de pescadores, Albiol creció rodeado de la vida por y para el mar. “Mi abuelo era pescador y, de pequeño, siempre iba por la Lonja o por el puerto cogiendo cangrejos o lapas y pescando al lirio”, recuerda. Ahora hace 16 años que el actual presidente de COINCOPESCA adquirió su barco, el “Pedro el mastec”, con el que practica la pesca de arrastre.
Una modalidad de pesca que en los últimos años ha sufrido grandes restricciones de la Unión Europea en el Mediterráneo. Albiol indica que “las restricciones de pesca son buenas y malas”, ya que, “es necesario hacer algo y sentar unas bases, pero hay que hacerlo con cabeza y de forma hablada y consensuada con todas las partes”. Por ejemplo, el presidente de COINCOPESCA, señala que es “fundamental” proteger las zonas de cría pero no “amarrar por amarrar”. “Debemos cuidar la zona cuando el pescado es pequeño y coordinarnos entre las distintas cofradías, incluidas las de la zona de Cataluña, que faenan en la zona norte de la Comunidad Valenciana”.
La parada biológica, aquella que se realiza para preservar la continuidad de una especie y conservar sus tiempos de cría, es fundamental preservarla. Eso lo sabe muy bien Albiol ya que, la provincia de Castellón, lleva años realizándola. Además, Sergio Albiol también resalta la importancia de ampliar la variedad de productos permitidos para pescar, ya que “hay especies que están sobreexplotadas y falta relevo generacional mientras que hay otras, como el atún rojo, que se encuentran en grandes cantidades”.
Con todo, para Albiol es imprescindible que las Cofradías de Pescadores trabajen de “forma unida”, para seguir realizando su trabajo y faenando en el mar como se ha hecho durante generaciones. Eso, junto con una legislación adaptada, coordinada con todas las partes y precisa, puede ser lo único que haga posible que la “tradición de un oficio milenario como es la pesca y una forma de vivir de muchas familias a lo largo de las décadas” perviva en el tiempo.
