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Las Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia ofrecen su Casa de Espiritualidad de Benaguasil para retiros, jornadas y convivencias todo el año

  • Programan jornadas formativas sobre temas de actualidad, como Educación y Eutanasia

Las religiosas Terciarias Capuchinas ofrecen en la actualidad su Casa de Espiritualidad de Benaguasil, ubicada junto al Santuario de la Virgen de Montiel, patrona de la localidad, para la organización de actividades formativas, retiros, ejercicios espirituales y convivencias, en unas instalaciones que fueron rehabilitadas y que permanecen abiertas durante todo el año.

La Casa de Espiritualidad Nuestra Señora de Montiel se encuentra ubicada en lo alto de la montaña, en Montiel, “con vistas privilegiadas sobre Valencia” y a partir de septiembre, impartirá nuevas charlas formativas sobre temas sociales de actualidad, para abordar la Educación y la Eutanasia, a cargo de Agustín Domingo Moratalla, profesor de Filosofía Moral y Política.

Además de ofrecer sus instalaciones a diferentes grupos para formación,  actividades pastorales y retiros, así como a familias para celebraciones, también programan, a lo largo del año, retiros espirituales en los tiempos litúrgicos fuertes, como Cuaresma y Adviento, así como ejercicios espirituales.

La casa dispone, igualmente, de diferentes salones con gran capacidad, 42 habitaciones sencillas o dobles, climatizadas, con baño y wifi  varios oratorios y capilla y servicio de comedor que ofrece menús diversos supervisados por una nutricionista.

Conforme señala la superiora de esta comunidad, la religiosa Regina del Peral, “es una casa abierta los 365 días del año para el que quiera encontrar un lugar tranquilo, de reflexión, de estudio y de oración”.

El carisma de las Hermanas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia es de “máxima actualidad”: proteger, curar y educar a los más necesitados y a los huérfanos por la pandemia del cólera

Asimismo, “hoy en día, el carisma de nuestra congregación, fundada por el valenciano fray Luis Amigó (Massamagrell- 1854, Godella- 1934)  está de máxima actualidad”, expresa Regina del Peral, al recordar que en 1885 fueron fundadas con el fin de atender, especialmente, a niñas y niños huérfanos, de padres fallecidos por la epidemia del cólera que azotó aquel año Valencia, o abandonados por miedo al contagio”.

Así, Luis Amigó, “que tenía una predilección especial por los más vulnerables, a petición de las autoridades de su pueblo, mandó a las religiosas a “cuidar” a los contagiados, tanto en Benaguasil como en Massamagrell”. En esta labor fundó en su pueblo natal (Massamagrell) el primer hogar para  proteger, curar y educar a los niños que habían perdido a sus padres por el cólera. “Incluso cuatro religiosas de aquella primera comunidad de Benaguasil murieron contagiadas”.

A partir de su acción apostólica con los menos favorecidos de la sociedad de aquel momento, en un contexto de pobreza, guerra, orfandad y delincuencia, Luis Amigó funda el 11 de mayo de 1885 la congregación de las Hermanas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia, en el Santuario de Nuestra Señora de Montiel, en la localidad valenciana de Benaguasil para atender, preferentemente, a los más pobres y necesitados, solidarizándose con ellos, compartiendo su realidad, reconociendo su dignidad como hijos de Dios.

De igual forma, cuatro años más tarde, el 12 de abril de 1889, fundó la congregación de los Religiosos Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores, también llamados “Amigonianos” para atender a jóvenes reclusos o con problemas con la ley, procurando su reinserción  social.

En la actualidad, la congregación de Religiosas Terciarias Capuchinas se encuentra en 4 continentes, en 36 países, contando con alrededor de 1200 religiosas presentes en diversas obras apostólicas, tales como colegios, Infancia y juventud, salud, en la acción pastoral de la Iglesia y en la Misión Ad Gentes. 

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