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Real de Gandía celebra la festividad de su patrón, el beato Carmelo Bolta que fue martirizado en Damasco en 1860

  • Con una misa y procesión

La localidad valenciana de Real de Gandía celebrará este fin de semana a su patrón, el beato Carmelo Bolta que fue martirizado en Damasco el 10 de julio del año 1860.

La parroquia de Real de Gandía acogerá mañana, domingo, a las 12 horas una misa solemne en honor al beato Carmelo Bolta, según ha indicado hoy a la agencia AVAN el párroco, Roberto Aznar.

Asimismo, por la noche, a partir de las 22 horas tendrá lugar por las calles de la localidad una procesión con la imagen del patrono al que se le tiene una gran devoción en el municipio, ha añadido.

El sultán Abdul Megid publicó en 1856 un decreto por el que se suprimía la distinción civil entre cristianos y musulmanes en el imperio otomano. Por esta razón comenzó un periodo de persecuciones al sentirse algunos grupos sectarios ofendidos por igualarles a los cristianos, a quienes se tomaba como inferiores.

Así, en 1860 el la minoría religiosa de los drusos asaltó la residencia franciscana en Damasco y asesinaron a los once religiosos que vivían, entre ellos siete españoles, de los cuales eran valencianos el padre Carmelo Bolta y el hermano Francisco Pinazo.

El beato Carmelo Bolta nació en Real de Gandía en 1803. A los 21 años comenzó el noviciado en el convento de San Francisco de Valencia. Ordenado sacerdote en 1829, pasó como predicador al convento de San Blas de Segorbe.

En 1831, con otros 23 compañeros, pasó a la Custodia de Tierra Santa. Después de visitar los principales santuarios fue nombrado presidente del Hospicio de Jaffa.

Durante diez años estuvo dedicado a la enseñanza de los estudiantes de la orden de Jerusalén, siendo durante ese tiempo dos veces superior de Damasco y párroco de los católicos de san Juan in Montana. En octubre de 1858, fue nombrado párroco de los católicos de Damasco y profesor de árabe para los jóvenes sacerdotes y para las escuelas que sostenía la misión católica, cargo que tenía cuando sufrió martirio.

Por otro lado, el beato Francisco Pinazo nació en Alpuente, en la aldea de Chopo, en 1802. Ingresó en 1825 en el convento franciscano de Chelva y a principios de 1831, comenzó el noviciado en el convento de San Francisco de Valencia y profesó la regla franciscana en 1832.

Embarcó en el verano de 1843 para Tierra Santa, a donde llegó en octubre de aquel mismo año.

Su primer destino fue Damasco, donde permaneció seis años, con los cargos de cocinero y sastre. Pasó después, al Santo Sepulcro, donde estuvo seis meses, luego a Nicosia (Chipre) en 1850, prestando servicios en la parroquia latina.

Después estuvo algún tiempo en Nazaret, Jaffa, San Juan in Montana y el Santo Sepulcro y finalmente fue destinado a Damasco donde sufrió martirio.

Carmelo Bolta y Francisco Pinazo fueron beatificados, junto con otros siete religiosos de su orden y tres maronitas seglares, por el papa Pio XI el 10 de octubre de 1926, dentro de las fiestas del VII centenario de la muerte de san Francisco de Asís.

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