elperiodic.com
SELECCIONA IDIOMA
Valencià

Otro “patrimonio de la humanidad” en Valencia

Otro “patrimonio de la humanidad” en Valencia
  • Una exposición en la RACV muestra los hallazgos de la Cueva de Tortosillas de Ayora

  • La Diputación, a través del SEAV, conmemora el centenario del descubrimiento del Arte Rupestre Levantino-Patrimonio de la Humanidad

Se cumplen 100 años del descubrimiento del Arte Rupestre Levantino en la provincia de Valencia y con este motivo la Diputación de Valencia, a través de su Sección de Estudios Arqueológicos Valencianos-SEAV, ha inaugurado una exposición que abre a Valencia la Cueva de Tortosillas, patrimonio de la humanidad, en la sede de la Real Academia de Cultura Valenciana.

Según ha explicado el Director del SEAV, José Aparicio Pérez, en el acto de apertura, “el Arte Rupestre Levantino se caracteriza por la presencia, por vez primera en la Historia del Arte Universal, de seres humanos en representaciones variadísimas de las principales actividades humanas, en el vivir cotidiano”.

“El primer lugar descubierto con estas extraordinarias manifestaciones artísticas es la Cueva de Tortosillas, en el término municipal de Ayora en 1911, por los hermanos Daniel y Pascual Serrano. Esta cueva es protegida en 1985 por la Ley de Patrimonio Histórico Español. Y en 1998 eleva su categoría a nivel mundial con la incorporación a la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco”, explicó el Dr. Aparicio Pérez.

Una muestra itinerante
Aparicio anunció que esta exposición se verá debidamente ampliada en su momento e, igualmente, se pretende convertirla en itinerante para que pueda ser contemplada en toda la Comunitat Valenciana y, si es requerida, también en el extranjero.

Explicó José Aparicio que con anterioridad se había celebrado, en el mes de julio, un Seminario de Estudio con la aportación de especialistas de las Universidades de Zaragoza, Tarragona, Cádiz, Durham (Reino Unido), Murcia, Castellón, del Museo de Jumilla y de los servicios arqueológicos de las Diputaciones de Castellón y Valencia. “El nivel académico y científico fue el máximo”, finalizó el director del SEAV.

 

Subir