Olocau da la bienvenida a la Asociación de Moros y Cristianos ‘El Cid’

Ayer por la tarde, la Asociación de Moros y Cristianos ‘El Cid’ celebró su presentación en el Salón de Actos Vila d’Olocau junto con numerosos vecinos y vecinas que asistieron a darles una calurosa bienvenida.

Así, el recinto se llenó con unas 90 personas, entre las que también se encontraban, en representación de la Corporación Municipal, los concejales Pascual Esteve, María José Guevara, José Paricio y Juan González, y el alcalde, Antonio Ropero.

El primer edil fue el encargado de comenzar el evento con un discurso en el que destacó el hecho de que, con el nacimiento de la asociación, se llena “un vacío muy importante”, debido al vínculo que une a Olocau con el Cid y los hechos ocurridos en aquella época. En este sentido, Ropero hizo referencia al Castillo del Real (Hisn al Uqab), que aparece en el Cantar de Mío Cid, y al hecho de que el municipio forme parte de la ruta del Camino del Cid con el Ramal de Olocau. Asimismo, mostró su satisfacción por “poder disfrutar de una tradición tan arraigada en nuestra comunidad como los Moros y Cristianos” y por “la envidiable salud de nuestro pueblo, que cuenta con un tejido asociativo cada vez más fuerte”.

A continuación, intervino el secretario de la asociación, Manuel Serrat, quien dirigió unas palabras en nombre de la Junta Directiva y de la presidenta, María José Salvador. En primer lugar, Serrat quiso dar las gracias al Ayuntamiento por el apoyo recibido, y avanzó que el primer desfile en Olocau tendrá lugar el 10 de agosto y contará con la colaboración de la Agrupación Musical ‘La Melodía’. Tras ello, explicó, entre otros aspectos, cómo había sido el proceso de constitución, las razones que los animaron a traer esta fiesta a Olocau (el color, la música, la hermandad y su atractivo turístico), la experiencia adquirida desfilando en otros municipios (Bétera, Moncada, Alcàsser y Crevillent) o el programa de actividades previstas para este año. Para finalizar, compartió con el público el lema de la asociación: “Arriba la festa!”.
Una vez acabado el acto, todos los asistentes bajaron a la sala de la antigua almazara para disfrutar, en un ambiente festivo y distendido, de un vino de honor.