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José María Chiquillo: “El PP podrá escuchar si Ximo Puig se replantea un cambio de socios de gobierno”

José María Chiquillo: “El PP podrá escuchar si Ximo Puig se replantea un cambio de socios de gobierno”
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    Baluarte del valencianismo y senador, trabaja para dar el salto al Congreso, como número 4 en la candidatura popular por Valencia. Abre la puerta a sentarse con Ximo Puig después de las Generales para favorecer la gobernabilidad de la Generalitat, siempre y cuando se rompa el Pacto del Botànic. Ve con buenos ojos un gobierno de España con un PP apoyado en Ciudadanos y promete una rebaja de todos los impuestos (IRPF, IVA y Sociedades) para reconciliarse con las clases medias.

    Estamos viviendo una campaña muy descafeinada, eclipsada por el yidadismo que, indirectamente, puede beneficiar al PP.

    2015 está siendo un año muy complejo y las prioridades de las personas se centran más en la seguridad que en cuestiones internas.
    El PP es un partido de gobierno y responsable, que inspira confianza. Desgraciadamente, la amenaza terrorista está ahí y nosotros somos garantía de seguridad.

    ¿Se acabará aplicando el famoso 155 en Cataluña?

    El desafío intolerable y los resortes del Estado, con los principios constitucionales, se han activado de inmediato. Si aquellos que han atropellado la ley, incumplen los mandatos judiciales, la Constitución está para aplicarla y el artículo 155 se tendría que poner en marcha. El Estado, desde de la responsabilidad tanto de PP como de PSOE y Ciudadanos, ha de hacer cumplir la ley.

    ¿Ciudadanos es un futuro socio inevitable de gobierno para el PP?

    Las encuestas marcan tendencias pero confío en que los ciudadanos valoren la solvencia, la seriedad, el rigor y los esfuerzos que se han hecho para sacar a España de la quiebra. Si a esto le añadimos nuestro compromiso por la unidad de nuestro país, aportamos un plus de confianza. Si no tenemos una mayoría suficiente, habrá que dialogar, conformando mayorías que permitan estabilidad y seguir por la senda del crecimiento. Esto ya impide negociar con partidos radicales como ERC, Podemos o Compromís, que están más preocupados por destruir y, desde una posición hipócrita, jalear a quienes quieren romper España. Si hubiera un gobierno popular con apoyos puntuales de Ciudadanos, sería una buena noticia para España.

    Una cosa es que Rivera no quiera apoyar a Rajoy pero podría hacerlo al PP…

    Confío en que seamos el partido más votado porque estoy convencido que las urnas avalarán el trabajo serio realizado con tantas dificultades. Los ciudadanos entenderán que su esfuerzo no ha sido baldío y confiarán de nuevo en el crecimiento, el progreso y la libertad.

    Si al final la coalición Compromís-Podemos da el sorpaso al PSOE, ¿qué consecuencias tendrá?

    Confío en la madurez de los valencianos a la hora de depositar algo tan valioso como es el voto. Los ciudadanos se darán cuenta que estamos ante una coalición que está demostrando ser tan temeraria, tan radical, tan extremista, que apuesta por el clientelismo, tanto que han criticado a PP y PSOE. En el Senado, esta coalición se sentará con Bildu-Batasuna, que no ha condenado los atentados de ETA. El PSOE debe darse cuenta también de qué compañeros de viaje tiene, con ataques constantes a nuestras señas de identidad y la escuela concertada.

    ¿Se abstendría el PP para favorecer la gobernabilidad si Puig rompiera el pacto con Compromís?

    En cuestiones básicas de estabilidad, proyección de la Comunitat, respeto a la integridad territorial, los colegios concertados… sin duda. Desde Compromís-Podemos jalean ese proyecto rupturista de Cataluña. No es que esté en juego el gobierno del PSOE sino los cimientos de nuestra región. Si Puig se replantea seriamente un cambio de compañeros de viaje, que lo haga con luz y taquígrafos y podremos escuchar. Puig debe ver si quiere una comunidad fuerte o amenazas fuertes de sus socios actuales que le dinamitan constantemente porque no creen en un proyecto de futuro.

    ¿Abordará el Congreso las reformas de nuestras instituciones?

    La Constitución del 78 nos ha dado los años de mayor progreso cultural, social y económico y quien diga lo contrario desconoce la realidad española. Pero también está claro que hay cuestiones que o han fallado o son manifiestamente mejorables. No somos contrarios a que se estudien pero esto no quiere decir que nada de lo que haya valga. Aquellos que con mucha frivolidad dicen que hay que cargarse el Senado, las diputaciones, los ayuntamientos de menos de 5.000 habitantes… desconocen que no podemos abrir el melón en canal. La reforma constitucional implica un proceso constituyente que obliga a disolver las Cortes, elegir diputados constituyentes, elaborar una reforma que habría que someter a referéndum y convocar de nuevo elecciones. Esto significaría, en el mejor de los casos, un proceso de entre 16-18 meses. Sinceramente, ¿puede estar España ahora abocado a revisionismo de todo? Sería una temeridad.

    ¿La Administración necesita una redimensión?

    Claro, pero hacerlo con seriedad. Habría que ir a mancomunidades por ejemplo de ayuntamientos para la recogida de basura. Suprimir todo responde sólo a una frivolidad de un principiante y España no está para experimentos.

    ¿Sirve para algo el Senado o es una agencia de colocación?

    El Senado responde a un modelo bicameral, práctica habitual en todas nuestras constituciones, excepto en 1812 y en la República. Este mismo sistema existe en Francia, Italia, Gran Bretaña, Japón, EEUU, Alemania… países democráticos consolidados. Dicho esto, habría que redefinir las competencias para darle el sentido de representación territorial. Congreso y Senado deberían tener el mismo rol. Probablemente, no son necesarios 250 senadores y a lo mejor, con 150 habría suficiente.

    ¿Le ha molestado ver a ex presidentes como Fabra, Bauzá, Montilla o Rudi o a ex alcaldesas como Barberá convertidos en senadores tras sus derrotas electorales?

    Si avanzamos como cámara de representación territorial, aquellos que han tenido la responsabilidad de representación democrática en sus autonomías aportan su experiencia. A mí no me molesta. Así sucede por ejemplo en Irlanda. El Senado ofrece un debate más reflexivo.

    Vamos al Congreso. Hasta ahora, los diputados valencianos han acatado siempre la disciplina de voto de partido, incluso en contra de nuestros intereses territoriales. ¿Cuál será la postura de los representantes valencianos del PP?

    Durante la precampaña, estamos sellando en las redes sociales un compromiso Siempre Valencia, Primero Valencia, Centrados en Valencia. Los candidatos vamos a mantener una actitud reivindicativa en cuestiones importantes como inversiones en infraestructuras o el modelo de financiación. No podemos olvidar que lo aprobó el PSOE y el señor Ximo Puig aplaudía a rabiar, a sabiendas que no se respetaba nuestro nivel de población. Vamos a ser firmes porque visto lo visto en los últimos 25 años, nuestros postulados están avalados por la razón.

    ¿Cómo se reconciliará el PP con las clases medias?

    En noviembre de 2011, o se tomaban medidas drásticas y se exigían esfuerzos a los ciudadanos o España estaba abocaba al rescate. ¿Qué significó para Grecia o Portugal? Recortar las pensiones un 20% o despidos de entre el 10 y el 20% de funcionarios. El gobierno de Rajoy activó unas reformas que han conllevado subidas de impuestos pero ya este año, se han bajado tipos impositivos. En 2016 y con nuestros indicadores de crecimiento, crearemos empleo, generaremos riqueza y podremos bajar los tipos a pymes, autónomos y clases medias. Los ciudadanos merecen que su sacrificio se les devuelva.

    ¿Bajarán el IVA?

    Lo que no vamos a hacer son promesas temerarias, que perjudican sobre todo a quienes más sufren. Hay un anuncio estrella de este partido que promete la luna de una manera frívola, que propone incrementar el IVA de los productos de primera necesidad del 4 al 7%. El señor Rivera quiere subir huevos, leche y pan. Nosotros lo mantendremos al 4% y bajaremos la presión fiscal en el IRPF y en el Impuesto de Sociedades. Si se sigue creando empleo, nos plantearemos una reforma fiscal integral con el compromiso de gravar menos.

    ¿Cree que Rajoy se ha inhibido intencionadamente de la confección de listas para repartir responsabilidades si el 20-D no va bien?

    Cada provincia eleva sus propuestas. En el caso de Valencia, nuestra sede nacional ha respetado la máxima expresión de la democracia, aceptando la candidatura propuesta.

    Susana Camarero, actual Secretaria de Estado, ocupa un puesto de sufridor: el 3 para el Senado. ¿Ha sido castigada por ser persona de confianza de Serafín Castellano?

    Si hubiera sido así, no iría en la lista. Es muy difícil formar parte de una candidatura en Valencia, con 18 candidatos y 65.000 militantes. Es un reconocimiento a su trabajo bien hecho.

    ¿Isabel Bonig es la líder que necesita el PP?

    En un momento de gran dificultad, la dirección tomó esa decisión y hemos de trabajar en la misma dirección. Los valencianos valorarán el esfuerzo en esta travesía dura.

    ¿Se debería contar más con María José Catalá o César Sánchez?

    Todos sumamos en el proyecto. Ambos han demostrado su capacidad y compromiso. En nuestro proyecto no sobra nadie. Los ciudadanos deben ver que hay un nuevo PP que ha pedido perdón por cuestiones de corrupción intolerables. Nuestro discurso es nítido, firme y reivindicativo. Si hacemos piña con la sociedad civil, nos verán de nuevo como un compromiso útil.

     

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