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El Instituto de Derechos Humanos organiza unas jornadas sobre las consecuencias humanitarias derivadas del Muro de Cisjordania

    El Instituto de Derechos Humanos de la Universidad de Valencia (IDH) ha organizado -en colaboración con el Comité Español de la UNRWA (Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina)- las jornadas “El muro de Cisjordania. Obstáculos en la garantía de los derechos humanos”, que se desarrollará entre el 3 i el 14 de mayo en el Campus de Tarongers. Con este ciclo se pretende abrir un espacio de reflexión y debate acerca del obstáculo que para la garantía de los Derechos Humanos de la población civil representa el Muro de Cisjordania y su sistema de cierres asociado.

    El objetivo de este ciclo de conferencias y videoforums es trazar un panorama de la situación actual y los retos de futuro en el territorio palestino ocupado, desde la perspectiva de la defensa de los Derechos Humanos y la Justicia Universal.

    A requerimiento de la Asamblea General de Naciones Unidas, el Tribunal Internacional de Justicia emitió el 9 de julio de 2004 una opinión consultiva declarando ilegal, conforme a las normas de Derecho Internacional, el muro construido por el Estado de Israel en el territorio palestino de Cisjordania. El Tribunal estableció la obligación de Israel de detener su construcción y desmantelar de inmediato las secciones que ya se han construido.

    Más de cinco años después, la resolución del Tribunal Internacional de Justicia continua ignorada y la existencia del muro sigue provocando diariamente la violación masiva de los derechos de cientos de miles de personas. El muro físico tiene consecuencias evidentes, pero otros muros impiden la convivencia entre grupos diferentes y el atravesar la distancia que conduce al entendimiento y la resolución pacífica de conflictos.

    Durante el verano de 2002, el Gobierno de Israel inició la construcción de una barrera de 721 kilómetros de longitud con el objetivo de separar Israel del territorio Palestino ocupado. Bajo el nombre de “Valla de Seguridad” o de “Muro de Separación”, lo cierto es que la construcción, compuesta por vallas, alambradas y prefabricados de hormigón, ha dejado notar sus efectos entre la población.

    El muro tiene 8 metros de alto, torres de vigilancia, cámaras de televisión y del que sólo se puede salir tras atravesar severas medidas de seguridad. Esta situación obstaculiza la realización de actividades cotidianas de los palestinos impidiendo el desplazamiento de la población a sus lugares de trabajo o tierras de cultivo, el acceso al agua para irrigar los campos y el acceso a los colegios, y lo que es más grave, los accesos a hospitales o centros de salud.

    La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), en un informe de julio de 2007, afirma que la barrera ha provocado serios perjuicios en la vida de los habitantes palestinos de Cisjordania. El informe arroja luz sobre la dificultad de la población palestina para acceder a los servicios sociales básicos. Por ejemplo se ha ocasionado un descenso del 50% de los palestinos que visitan los hospitales especializados de Jerusalén, como consecuencia de la dificultad para conseguir el permiso necesario para acceder a los mismos, expedido por las autoridades israelíes.

    También la economía se ha visto seriamente dañada, ya que en muchos casos las tierras de cultivo han quedado aisladas al otro lado del muro y la población no puede acceder a ellas.

    Por otra parte, familias enteras han sido divididas por la barrera, sin olvidar que los palestinos musulmanes y cristianos no pueden visitar libremente los santos lugares de Jerusalén, debido a la creciente dificultad para obtener los permisos que les permitirían acceder a los mismos.

    Por su parte, profesores y estudiantes deben enfrentarse cada día a los checkspoints controlados por el ejército israelí para poder acceder a los centros educativos que han quedado al otro lado de la barrera.

    Este foro –en el que participarán prestigiosos ponentes expertos en derecho internacional, filosofía del Derecho, relaciones internacionales, resolución de conflictos o acción humanitaria (ver programa adjunto)- está orientado tanto a la comunidad universitaria, como a la sociedad en general y pretende hacer un esfuerzo por transmitir de manera comprensible -y alejada de planteamientos demasiado académicos- una realidad cotidiana que a menudo resulta oculta para la opinión pública.

    En este esfuerzo por llegar a un público lo más amplio posible se enmarca también la iniciativa de proyectar durante las jornadas el documental “Walled Horizons”, presentado por Roger Waters (Pink Floid) en el que se refleja la experiencia vivida por el artista británico en Cisjordania y sus reflexiones acerca de los muros (internos y externos) que en este momento obstruyen la paz en Oriente Medio.

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