La Font de la Figuera condiciona el yacimiento arqueológico de l’Altet de Palau para facilitar el acceso a la ciudadanía

El Ayuntamiento de la Font de la Figuera ha realizado las labores de acondicionamiento del yacimiento arqueológico de l‘Altet de Palau porque la ciudadanía pueda acceder a él y conocer uno de los valores patrimoniales más importantes del municipio. Entre las labores realizadas, se ha cerrado perimetralmente el asentamiento e instalado paneles informativos.

Asimismo, tan pronto como la pandemia provocada por la COVID-19 lo permita, se realizarán talleres y visitas guiadas para todo el público con el objetivo de dar a conocer y poner en valor una de las señales de identidad del patrimonio histórico local.

E l’Altet de Palau es un yacimiento arqueológico situado al término municipal de la Font de la Figuera que acoge un asentamiento de la Edad del Bronce. Este yacimiento, que cuenta con una extensión aproximada de 1.200 m², se empezó a excavar en 2002 a partir de un hallazgo de objetos metálicos. A día de hoy los trabajos de excavación están a punto de finalizar y el asentamiento ya puede ser visitado.

“L’Altet de Palau será un nuevo atractivo para visitar la Font de la Figuera, una muestra del patrimonio arqueológico más relevantes del municipio. Queremos que todo el mundo tenga la oportunidad de conocerlo, y en esto nos centraremos este 2021”, ha declarado el alcalde de la Font de la Figuera, Vicent Muñoz.

Muñoz también ha dado las gracias al museo de Prehistoria de la Diputación de València por “la magnifica tarea realizada”. En especial a su directora, Mª Jesús de Pedro Michó, que además es la codirectora del yacimiento junto en Pau Garcia Borja. También ha agradecido el trabajo de Víctor Chaos y el fontí Mario Sanz, que se unieron al equipo de dirección del proyecto en las últimas campañas.

Cronología de los trabajos realizados a l’Altet de Palau

L’Altet de Palau se conocía desde hace tiempo como un yacimiento por prospección superficial, pero no se sabía nada de sus estructuras ni de su cultura material hasta el comienzo de este proyecto. Desde el primer hallazgo en 2002 se empezó a trabajar de una forma mucho más concreta con el objetivo de conocer el tipo de habitado, la distribución espacial del asentamiento, las diferentes construcciones y su ajuar doméstico.

Así bien, en el 2004, en una intervención de urgencia, se documentó el horno de fundición de los objetos metálicos. Este descubrimiento permitió saber que el asentamiento databa del periodo del bronce tardío.

A partir de ese momento empezó el trabajo de excavación, que duró entre 2005 y 2017 y estaba en manos de Mª Jesús de Pedro Michó y Pau Garcia Borja. También se unieron al proyecto en las últimas campañas Victor Chaos y el fontí Mario Sanz.

A día de hoy, la excavación está a punto de finalizar, pero todavía hace falta hacer toda una serie de trabajos de investigación para hacer una buena lectura del asentamiento. Así, el trabajo continuará con la interpretación de los restos, la documentación, las fotografías, el estudio de los materiales y la planimetría.

Con todo esto, la intención se acercar este espacio a la ciudadanía y poner a su alcance toda la información relevante que los ayudo a comprender el valor de esta muestra de patrimonio arqueológico.