El IV Feminario concluye que la calle debe seguir acogiendo la lucha contra las nuevas amenazas del feminismo
Ni un paso atrás. La lucha feminista no puede abandonar las calles, con la paz y la Igualdad por bandera, y debe ocupar también los espacios de poder. Ãsta ha sido la conclusión a la que han llegado las diversas voces autorizadas del feminismo actual que han reflexionado ante más de mil personas en la cuarta edición del Feminario.
El congreso organizado por la Diputació de València, que aborda los retos actuales del feminismo, ha apostado por la pluralidad, el laicismo y la ambición polÃtica como aliados, y llega a las puertas del 8 de marzo en un momento marcado por la incertidumbre, en el que los derechos y libertades de las mujeres están siendo cuestionados.
Frente a estas nuevas amenazas del feminismo, los responsables polÃticos de la Diputació y el Gobierno de España han coincidido con las ponentes en la necesidad de mantener ese pulso en todos los ámbitos sociales, en especial en la calle, en vÃsperas del 8 de marzo, y las instituciones, con el objetivo de no retroceder en materia de derechos y libertades y en los avances conseguidos en Igualdad.
En palabras de la diputada de Igualdad, Isabel GarcÃa, "no podemos permitir que este paÃs vuelva a estar en blanco y negro, debemos estar siempre juntas y unidas, y las que ocupamos espacios de poder tenemos la obligación de abrir estos espacios a otras compañeras y aplicar polÃticas feministas". Para GarcÃa, este Feminario ha sido "el más especial por el homenaje y reconocimiento a Carmen Alborch y porque se ha superado con creces las expectativas de participación".
Una lucha transversal
Los retos que las mujeres encuentran en su dÃa a dÃa, la cultura, el deporte, la religión, la polÃtica o la relación del feminismo con el movimiento LGTBI han ocupado los debates de este Feminario, para visibilizar el sistemático olvido y la discriminación que han sufrido y todavÃa sufren las mujeres en todos los ámbitos de sus vidas. Como ha señalado la escritora Rosa Regà s, "tenemos leyes que defienden la Igualdad, pero ¿cuántas mujeres siguen yendo a comisarÃa denunciando una agresión y no las creen? ¿Cuántas son asesinadas teniendo una orden de alejamiento porque nadie les hizo caso?"
Voces como las de la directora general del Instituto de la Mujer y para la Igualdad del Gobierno de España, Silvia Buabent, que ha recordado el tren de la libertad de aquel 1 de febrero de hace cinco años como punto de inflexión en la lucha feminista; o la escritora Laura Freixas, que en la conferencia inaugural de este congreso ha desmontado el mandato de silencio con el que el patriarcado trata de oprimir a la mujer y ha remarcado que este relato misógino "todavÃa sigue muy vivo en la actualidad".
La activista y psicóloga Ibtissame Betty Lachgar, por su parte, ha hecho una defensa del laicismo en la educación y el Estado como única vÃa para la igualdad real. Para ello ha utilizado el ejemplo de su paÃs natal: "en Marruecos la educación islámica en las escuelas es obligatoria y enseña básicamente odio y misoginia". La activista ha defendido que laicidad y feminismo van de la mano, "pues todas las religiones son misóginas", ha declarado.
Ambición polÃtica
"Los hombres debemos empezar a sentirnos interpelados por la realidad y tomar conciencia de nuestro lugar privilegiado, el feminismo nace de la injusticia y el malestar que una parte de la humanidad sufre", ha indicado el escritor y jurista, Octavio Salazar, durante la mesa 'Feminismo y polÃtica', y ha apelado a una "urgente reforma constitucional para conseguir un estado realmente paritario".
Por su parte, la histórica activista y represaliada por la dictadura franquista, Lidia Falcón, ha criticado el inmovilismo del movimiento feminista y ha apuntado que "echar a Gallardón fue un hito en la lucha feminista, asà que no debemos conformarnos, debemos seguir luchando y tener ambición polÃtica". En esta lÃnea, Falcón ha declarado que "el futuro será feminista o no será".