Consagradas valencianas renuevan en Nazaret ante el Cardenal sus votos de pobreza, obediencia y castidad
La peregrinación diocesana a Tierra Santa, organizada por el Arzobispado de Valencia, regresará hoy por vía aérea desde Tel Aviv después de un recorrido durante siete días por los Santos Lugares.
En la jornada de ayer, domingo, los peregrinos visitaron en Nazaret la Basílica de la Anunciación, donde el cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia, presidió una eucaristía en la que 15 mujeres consagradas, pertenecientes a diferentes institutos seculares y religiosos presentes en la diócesis, renovaron sus votos de castidad, pobreza y obediencia.
Entre los institutos seculares presentes estaban representantes de las Obreras de la Cruz, Salesianas, Alianza de Jesús por María y Verbum Dei. También renovaron sus votos religiosas de las congregaciones Jesús y María, y Operarias de la Cruz.
Tras la eucaristía, todos los sacerdotes y peregrinos bajaron hasta la Gruta de la Anunciación cantando el Himno de la Coronación de la Virgen de los Desamparados.
En este lugar el cardenal Cañizares bendijo unos rosarios de madera de olivo, regalados por Engrupo viajes, la agencia organizadora de la peregrinación diocesana, que posteriormente se fueron entregados a los peregrinos.
Por la tarde los peregrinos subieron al Monte Tabor para visitar la iglesia de la Transfiguración, y acudieron también el Monte Carmelo en Haifa, la tercera ciudad de Israel, donde en la iglesia Stella Maris, ante la "Gruta de Elías", el vicario general de la diócesis, Vicente Fontestad, bendijo también unos escapularios con la imagen de la Virgen del Carmen, que se repartieron entre todos los peregrinos.
Previamente, el cardenal Cañizares, que tuvo que adelantar su regreso a Valencia a medio día para presidir las celebraciones en honor de San Vicente Ferrer, exhortó en su despedida a los peregrinos a que interioricen en sus vidas "todas las experiencias que hemos vivido aquí, siguiendo los pasos de Jesus".
