Los centros de ASPADIS, fundados por el sacerdote Vicente Aparicio, cumplen 40 años atendiendo a niños y jóvenes con discapacidad psíquica
Actualmente hay 3 centros en Alberic y Polinya del Xúquer
La Asociación de Padres de Discapacitados Psíquicos (ASPADIS) cumple 40 años de trayectoria atendiendo a personas con discapacidad psíquica grave, desde que fue fundada por el sacerdote valenciano Vicente Aparicio.
La entidad cuenta con varios centros en la Comunitat Valenciana, en los que también atienden a un alto porcentaje de jóvenes que se encuentran ante una situación de abandono total o grave situación familiar socio-económica.
En la actualidad, ASPADIS cuenta con tres centros, dos de los cuales se ubican en el término de Alberic, y otro en Polinyà de Xúquer, en los que son atendidas unas 70 personas en régimen de internado por más de 90 profesionales, entre ellos psicólogos, médicos, fisioterapeutas y auxiliares de clínica, según ha indicado Vicente Aparicio.
La residencia Padre Poveda, ubicada en Polinyà de Xúquer, fue la primera que fundó el sacerdote valenciano y fue inaugurada el 4 de noviembre de 1980, para niños y jóvenes con discapacidad psíquica profunda de entre 4 y 18 años.
Por otra parte, los centros Salvador Amat, inaugurado en 1996, y el Centro Javier Jaque se ubican ambos en la localidad de Alberic. Este último centro fue inaugurado en 1999 y está especializado en personas con discapacidad psíquica gravemente afectadas y con trastornos caracteriales.
El objetivo principal con el que se fundó ASPADIS, hace ahora 40 años, es la asistencia básica especializada y rehabilitación de niños y jóvenes con discapacidad psíquica profunda y severa graves, de grado III y con grado de dependencia superior al 65 por ciento, que precisan una atención continuada las 24 horas los 365 días del año.
Además de la asistencia integral e individualizada a los residentes para lograr la cobertura de las necesidades y bienestar de los usuarios, la labor de ASPADIS persigue lograr el máximo desarrollo del potencial evolutivo individual en los aspectos físico, psíquico y funcional, y ofrece orientación y asesoramiento familiar y social de la problemática de la persona con discapacidad psíquica.
Vicente Aparicio ha animado a los padres “ a que sigan trabajando, que sigan valorando a sus hijos porque necesitan su cariño ya que son los niños del doble amor porque se entregan sin pedir nada a cambio”.
