Un campamento con reclusos y personas con problemas de adicción, organizado por los salesianos en Albaida, cumple su 30 aniversario
Comienza el próximo 8 de agosto, con familiares y voluntarios, a iniciativa del “Grupo Martes”
La asociación “Grupo Martes” de los salesianos, fundada en 1986 por el religioso de Villena Ángel Tomás García para ayudar a personas con problemas de adicciones, principalmente drogas, alcohol o juego, iniciará este lunes, su campamento de verano en Albaida, que alcanza este año su 30 aniversario.
En el grupo participarán también varios reclusos del centro penitenciario de Picassent que cuentan con los permisos penitenciarios pertinentes para realizar el campamento, así como familiares y voluntarios.
Para ellos supone “una salida terapéutica en la que pueden realizar diversas actividades, como senderismo, natación o visitas culturales, a la vez que comparten su tiempo de descanso y formación junto a sus familiares”, ha añadido.
El campamento de verano, que tendrá lugar en la Casa Don Bosco de Albaida, se desarrolla desde que se fundó el “Grupo Martes” en 1986. Desde entonces han participado en la iniciativa más de cinco mil personas.
A lo largo de todo el año, el “Grupo Martes”, que dirige actualmente el sacerdote salesiano Vicente Serrano, desarrolla con sus integrantes una serie de reuniones que se celebran, como indica el nombre del grupo, cada martes como “un taller de distensión emocional, en el que los participantes charlan amigablemente sobre su vida diaria, con sus problemas, y también los buenos momentos que de ella reciben”.
Con estas reuniones se “logra que las personas expresen emociones, inquietudes y vivencias, complementando la acción terapéutica de desintoxicación con la de reequilibrio emocional, muy importante para una futura reinserción total en nuestra sociedad”, ha explicado.
La entidad gestiona en estos momentos un piso de apoyo al tratamiento de toxicómanos y otro de apoyo a la inserción laboral. La acción social del “Grupo Martes” se extiende además a los reclusos del centro penitenciario de Picassent donde, en grupos, los voluntarios “abordan dinámicas de trabajo y de grupo en las que se trabajan aspectos como la reeducación en valores, la organización sanitaria y la preparación para la libertad y la prevención de recaídas, entre otros”.
