El festival Saxem se consolida con 60 estudiantes, nuevas propuestas y una gran afluencia de público

La tercera edición del festival Saxem dejó claro, por si no lo estuviera todavía, que el certamen es una cita imprescindible para los amantes y profesionales del saxofón. Además de contar con 60 asistentes a las clases del instrumento, se incrementó notablemente la afluencia de público en los conciertos. Esta edición, como novedad, se ofreció una exhibición previa que se añadió a las actuaciones de Púrpura Pansa, los profesores y el alumnado. Además, se incorporó un taller de cañas y el acompañamiento de un pianista especializado en el repertorio de los saxos.

«En el concierto del último día, éramos 60 alumnos y 6 profesores sobre el escenario, un número muy bueno», valora Juanlu Gozálvez, uno de los cuatro componentes de Púrpura Pansa, organizadores del encuentro. «Abrimos las inscripciones del curso en febrero y las plazas se agotaron en semana y media. Esto es señal de la consolidación del curso, la gente espera que aparezca la fecha de matriculación y también sabe que, si no se matricula pronto, se quedará sin plaza».

Según Javier Teruel, otro de los miembros del grupo, «la afluencia a los conciertos fue fantástica, se incrementó entre el 20 y el 25 por ciento. El concierto previo, de Jesús Santandreu Quartet, no tuvo tanta asistencia, pero entendemos que ha sido el primer año que se ha hecho y que, en conciertos futuros, la gente sabrá que hay una actuación previa a la semana de Saxem».

Además, este año, «hemos podido trabajar las clases de repertorio con el acompañamiento de piano. El repertorio de los saxos es peculiar; si una partitura del instrumento ya es difícil, la del piano lo es tres veces más», explica Juanlu al referirse a la necesidad de contar con un pianista especializado en el repertorio de los saxofones.

Manuel Jesús Corbacho, pianista acompañante de saxos en el Conservatorio Superior de Música de Castilla-La Mancha, se ocupó de esa tarea: «uno de los aciertos de la edición fue poder tener en las clases un pianista y que, además, él fuera el profesor», apunta Juanlu. Este hecho ha venido acompañado de que, «por primera vez, contamos con un piano de media cola en el escenario para todos los conciertos».

Otra de las novedades de esta tercera edición fue el taller de cañas con David Martínez. «Hubo una clase para los más pequeños y otra dirigida a los mayores. El profesor contó con una cámara que le enfocaba las manos mientras ajustaba las cañas y los jóvenes saxofonistas podían seguir sus pasos. Asimismo, Celia del Atelier de Celia estuvo reparando instrumentos».

Las clases, que se llevan a cabo los días de los conciertos —27, 28 y 29 de abril—, «no podían faltar en el festival», apunta Javier. Las sesiones individuales se enfocan en los últimos ciclos de saxofón, los niveles más avanzados. «Después, las colectivas se dirigen a los más pequeños».

Las personas distribuidas en lecciones para beginners llevan desde meses hasta un año o dos tocando el instrumento. En elemental, «se practica una obra de repertorio para las pruebas de acceso a enseñanzas profesionales, mientras que en senior participan gente adulta de forma amateur y personas que estudian enseñanzas profesionales pero que prefieren trabajar en grupo en vez de en clases individuales».

El rango de edad de los y las asistentes va desde los 8 años hasta más de 60. «Además, hay diversos actos para que puedan participar todos». Cabe destacar que «los alumnos de más nivel, como pidieron el año pasado, realizaron un ensemble que los profesores trabajamos con ellos, pero llevaron a cabo su exhibición sin nosotros».

Púrpura Pansa, Johan van der Linden y, como maestro invitado, Antonio García Jorge también interpretaron su música en el escenario, ya que el día 27 actuó el grupo y, el 28, tocaron todos en calidad de profesores. El concierto del alumnado se llevó a cabo el 29.

«El viernes, como Púrpura Pansa hicimos una pieza de rock progresivo que se sale de los estándares, con vestimenta adaptada a la ocasión y un audio previo que grabamos como si nos estuviéramos preparando para el bis. Siempre intentamos hacer algo diferente», apunta Juanlu.

De hecho, «han gustado mucho los tres conciertos que se ofrecieron», destaca Javier. Las muestras, variadas, «tocan todos los estilos de música, que pueden ser muy diferentes. No faltan piezas de compositores latinoamericanos, música contemporánea, clásica, o el bis de rock progresivo: Biaccident, de Liquid Tension Experiment».

El músico destaca el esfuerzo de «Johan y Antonio, los otros dos profesores, que se marcaron un concierto de muy buen nivel después de haber estado trabajando desde las 9 de la mañana hasta las 8 de la noche», las horas entre las que se impartían las lecciones durante los 3 días del festival. También agradece la colaboración del percusionista Juan Lahuerta y el pianista Javier Obrer en la actuación de Púrpura Pansa.

«El apoyo de las chicas del staff nos hace la vida bastante más fácil». Tampoco faltan palabras de gratitud para «Nicolás Romero con los cables, luces, micrófonos, sonorización...» y a «espónsors y patrocinadores, así como al Ayuntamiento; por su implicación y la cesión de la Casa de Cultura».

Así, el festival Saxem finaliza por tercer año y deja muy buenas sensaciones. Pero esto no queda ahí, pues hay fecha para el próximo: ya puedes marcar en tu calendario que tienes una cita con apasionados del saxo los días 5, 6 y 7 de abril de 2019.