Bancos de alimentos, una puerta a la esperanza siempre abierta

"La pobreza no es un accidente. Como la esclavitud y el  apartheid, es una creación del hombre y puede eliminarse con las acciones de los seres humanos". Ya lo dijo Nelson Mandela en una ocasión, y bajo esa premisa trabajan cada día el centenar de voluntarios del Banco de Alimentos de Valencia. Y lo hacen sin ninguna pretensión, más allá que la de ayudar a las más de 48.000 personas que -solo en la provincia de Valencia- son atendidas cada mes por esta entidad.

Con motivo de la celebración esta semana del Día Mundial de la Alimentación y de la Pobreza, elperiodic.com ha querido conocer de primera mano cómo se trabaja día a día para que esta gran maquinaria de la solidaridad no deje de funcionar. Tan solo unos datos: en 2017 se repartieron siete millones de kilos de alimentos a 250 entidades benéficas de la provincia de Valencia. Esto con tres camiones, dos cámaras frigoríficas y centralizando la actividad en dos almacenes en alquiler en la Pobla de Vallbona.

Cifras que erizan la piel como también lo hace ver la pasión con la que trabajan personas anónimas, jubilados, amas de casa, padres de familia, adultos y jóvenes para llevar esos kilos de comida a sus destinatarios. Porque aunque las cifras de personas necesitadas ha disminuido - afortunadamente- en estos últimos años, siguen llegando historias personales extremas cada día. De hecho, hay un servicio de comida para llevar junto al banco de alimentos, denominada 'Punto de encuentros solidarios', que nació para cubrir ese segmento de la población que no recibía amparo de ningún tipo de institución.

Perteneciente a la Federación de Bancos de Alimentos de España, el de Valencia se fundó en 1994 en La Pobla de Vallbona. Hoy en día lo podemos encontrar a la entrada de la localidad, ubicado en dos naves alquiladas, y casi pasa desapercibido cuando conduces por la avenida principal.

Pero una vez cruzas sus puertas, se adentra uno en otra dimensión: cientos de palets de comida apilados, carretillas arriba y abajo moviendo cajas, furgonetas entrando y saliendo, cámaras frigoríficas abriendo y cerrándose, voluntarios cargando y descargando... también familias en cola para recibir su carro de la compra. Todo esto con una organización admirable y bajo la coordinación de su presidente, Jaime Serra.

Con él hemos podido hablar para conocer todos los detalles de esta asociación sin ánimo de lucro que el mismo fundó con otros compañeros hace casi un cuarto de siglo. Preguntado por la motivación que le llevó a crear este gran proyecto, a Jaime se le quiebra la voz al recordar su infancia en un orfanato y la vocación de servicio que le ha acompañado durante toda la vida: "Desde 1994 no ha habido un día que no haya trabajado por el banco de alimentos, aquí atendemos a las familias, que son los más vulnerable de la sociedad. El 27% de los valencianos vive bajo el umbral de la pobreza y esto es una realidad en pleno año 2018", denuncia el responsable del proyecto.

Jaime nos abre las puertas de su despacho y nos atiende en una entrevista muy intensa: lo es por las historias que nos cuenta, por las cifras que nos aporta y por el ajetreo que le lleva a entrar y salir del despacho una y otra vez así como atender su teléfono, que no deja de sonar. Es su día a día, atender a un usuario del banco que le llama para pedirle un nuevo carro de comida porque se le ha terminado el que tenía y, cinco minutos después, recibir la llamada de un directivo de un banco.

Financiación privada

Porque hace tan solo unos días que el Banco de Alimentos de Valencia recibía una gran noticia. La Fundación Obra Social La Caixa va aportar financiación al proyecto, cantidad gracias a la cual no se verán obligados a cerrar uno de sus programas de ayuda directa a las familias que iba a clausurarse a finales de año: "Cada vez encontramos más trabas para financiarnos a través de las ayudas de la Generalitat Valenciana, la Diputación y el Ayuntamiento de Valencia y esto nos obliga a buscar otras vías de financiación".

Acción transversal

Una de las crisis más grandes que ha vivido la entidad desde sus orígenes está relacionado precisamente con la coordinación -o falta de ella- con el Ayuntamiento de Valencia. El banco de alimentos había abierto en la capital del Turia, a raíz de la crisis, un punto de atención directo a los usuarios a través de cual llegó a atender a 18.000 personas al mes. Pero el consistorio no renovó el convenio de colaboración con la entidad esgrimiendo que su objetivo era apostar por otros modelos de intervención social "más dignos".

Aun así, el banco de alimentos decidió diversificar sus actuaciones para seguir con las atenciones directas. De hecho, hoy en día tiene un proyecto, 'Solidarios de la noche', por el que atiende los martes por la noche a personas censadas sin hogar: "Vamos a las chabolas, a los puentes bajo del río y damos comida, zapatos, ropa y abrigo a unas 175 personas", explica Jaime.

También tienen un servicio de atención en el hogar que va dirigido a personas con capacidad reducida. Son unas veinte familias de Valencia y bajo esta iniciativa, conocida como 'Al teu Costat', unas 200 vecinos de la ciudad reciben la comida en sus casas. A esto se suman otros programas de reparto de alimentos y acciones concretas.

"La madre de todo esto es el banco de alimentos pero con la crisis tuvimos que derivar en más vías de apoyo a las familias", nos relata Jaime, a quien se le vuelve a quebrar la voz al recordar lo que vio entre los años 2008 y 2010: "Fue algo espectacular, aquí venían padres con sus hijos a esperar a que les pudiéramos dar algo de comer, con los críos llorando y la impotencia de ver esto en pleno siglo XXI".

La Gran Recogida

A finales de noviembre el Banco de Alimentos de Valencia va a participar en la Gran Recogida, una colecta a nivel nacional de alimentos no perecederos que se desarrollará los próximos días 30 de noviembre, 1 y 2 de diciembre. En Valencia se van a recoger alimentos en los principales supermercados y centros comerciales, para lo cual se buscan voluntarios. Todo interesado puede ponerse en contacto con el proyecto a través del mail voluntariado@bancodealimentosvalencia.org.

El año pasado se recogieron 22 millones de kilos a través de 11.000 puntos de donación en toda España. En Valencia se superó el millón de kilos y se estuvo en 200 tiendas presencialmente: "Precisamente esta semana hemos sacado el último pack de arroz que recogimos en la colecta del año pasado".

Aporta tu granito de arena

Al margen de esta acción, para colaborar con el Banco de Alimentos se puede hacer como voluntario, así como con pequeñas aportaciones económicas a través de su web. El de Valencia es un banco de alimentos particular ya que no solo recoge y reparte alimentos entre instituciones sino que tiene un servicio de atención directo al usuario, algo que hacen a través de la Fundación Jaime Serra.

Uno de los sueños de su creador sería que el Banco de Alimentos perdurara: "Yo desapareceré pero me gustaría que esto no lo hiciera, porque siempre hay gente que desgraciadamente seguirá necesitando esta ayuda, somos la puerta abierta a la esperanza de mucha gente", concluye emocionado Jaime Serra.

Terminamos la entrevista y el presidente del Banco de Alimentos de Valencia nos despide, siempre agradecido, por la difusión que vamos a dar de su proyecto. Una labor silenciosa y constante que realizan diariamente decenas de voluntarios en Valencia y que, aunque no sea noticia de portada, es sin lugar a dudas una noticia digna de ser contada. A medios como elperiodic.com, nos enorgullece enormemente poder hacerlo.