El 24,5% de la población diana: 167.083 valencianas no recibieron cita para hacerse mamografías entre 2022 y 2023

El conseller de Sanidad, Marciano Gómez, ha explicado durante su comparecencia en la Comisión de Sanidad de Les Corts, las modificaciones que está llevando a cabo su departamento en el programa de prevención de cáncer de mama para subsanar las irregularidades  detectadas en su funcionamiento, que ya denunció la Conselleria de Sanidad y que han sido confirmadas hasta en tres informes realizados por los servicios de Inspección de la Generalitat.  

La Conselleria de Sanidad solicitó el pasado mes de febrero la intervención de los servicios de Inspección de la Generalitat ante la sospecha de irregularidades en la gestión del programa de cribado de cáncer de mama, unida a la opacidad y falta de transparencia detectadas en los sistemas de información disponibles para conocer sus protocolos de actuación y la situación de cobertura real del mismo.

En este sentido, Marciano Gómez ha indicado que la finalidad de la Conselleria al solicitar la intervención de los servicios de Inspección fue obtener un diagnóstico certero del estado de situación para, a partir de ahí, tomar  decisiones e implementar las medidas oportunas para corregir las deficiencias y reactivar el programa de detección precoz de mama.

Asmismo, ha señalado que “el objetivo es mejorar el funcionamiento del programa y lograr una mayor cobertura”, y ha añadido que “los informes de Inspección revelan que partimos de una situación muy deficiente y, por tanto, tenemos que ser conscientes de que queda un largo recorrido y mucho trabajo por delante para situar al programa en los niveles de eficacia y eficiencia deseables ”.

Los informes realizados por estos servicios, cuyos resultados  ha presentado el conseller a los distintos grupos parlamentarios, concluyen que durante el periodo 2022 y 2023, no se invitó a participar en el programa a un 24’57% del total de mujeres a las que por rango de edad debía haberse realizado una exploración preventiva de cáncer de mama. En definitiva,  una de cada cuatro mujeres a las que correspondía participar en el programa no fue invitada.

En concreto, el conseller ha dado a conocer las conclusiones de los  tres  informes realizados por la Inspección General de Servicios de la Generalitat y por el servicio de Inspección de la Conselleria de Sanidad, así como por la Secretaría Autonómica de Planificación, Información y Transformación Digital de la Conselleria.

Se trata de unos resultados que, en palabras de Marciano Gómez, “ponen de manifiesto la grave irresponsabilidad y una dejadez de funciones por parte del anterior equipo de la Dirección General de Salud Pública, ya que hablamos de 167.083 mujeres a las que ni siquiera se les ha invitado y quedaron excluidas de su derecho a participar en este programa de prevención oncológica”.

Del análisis de los datos de 2022 y 2023, los servicios de Inspección concluyen que durante ese periodo se tendría que haber citado a 846.958 mujeres de la Comunitat Valenciana, dentro del rango de edad de 45 a 69 años. De ellas, únicamente fueron invitadas 679.875 mujeres.

El conseller ha explicado que tanto la Inspección General de Servicios como la Inspección Sanitaria han confirmado irregularidades del programa. En los informes de estos órganos queda reflejado que “existía un deficiente diseño y organización de las Unidades de Prevención de Cáncer de Mama, que se han mostrado incapaces de dar una respuesta efectiva y satisfactoria a las necesidades que exige este importante programa de prevención”.  El órgano de inspección subraya, entre las posibles causas de este mal funcionamiento, “una mala organización y ausencia de planes de contingencia, una insuficiente dotación de recursos personales y una deficiente planificación y dotación de mamógrafos”.

Incidiendo en el aspecto organizativo, Gómez ha destacado que la Inspección General de Servicios pone el acento en la “falta de relación fluida y adecuada coordinación entre los centros de salud pública y los departamentos de salud”. En este punto cabe indicar que hasta ahora las UPCM estaban integradas en la Dirección General de Salud Pública y el programa de cribado se gestionaba desde allí, a través de los Centros de Salud Pública, sin la vinculación necesaria con los departamentos de salud, que gestionaba la anterior Dirección General de Asistencia.

Cobertura de un 54,85% en los años 2022 y 2023

Asimismo, uno de los aspectos que pone de manifiesto las carencias que tenía el programa de cribado de cáncer de mama es el grado de participación de las mujeres, ya que el objetivo establecido es que, del total de mujeres que se deben invitar, como mínimo un 85% de ellas acepten y se realicen la mamografía preventiva.

Según las cifras de los dos últimos años, este porcentaje de participación únicamente ha alcanzado el 54, 81% de la población elegible, por tanto, “estamos hablando de una cifra que refleja claramente que este programa no funcionaba correctamente. Y esto tiene sus consecuencias, porque cuantas menos pruebas se hacen, menos enfermedades oncológicas se detectan a tiempo”, ha matizado Marciano Gómez.

Gómez también ha explicado las deficiencias detectadas por los servicios de Inspección respecto al tiempo medio de acceso a un tratamiento en el caso de diagnóstico de cáncer de mama. En este caso, el intervalo de tiempo óptimo entre un diagnóstico positivo y el inicio del tratamiento se sitúa entre 6 y 8 semanas, ya que en la gran mayoría de casos se encuentran en estadios iniciales. Sin embargo, “en el periodo analizado, entre 2022 y 2023, se ha observado que el intervalo de tiempo medio desde que se detecta el cáncer hasta que se cita a la paciente para tratamiento es de 12,85 semanas, más de un mes por encima del plazo recomendado”.

En este punto, el conseller de Sanidad  ha manifestado su “firme compromiso de destinar todos los recursos y esfuerzos necesarios para cumplir el objetivo de garantizar que los diagnósticos positivos que se detecten en el programa de cribado inicien tratamiento en el plazo óptimo recomendado,  entre 6 y 8 semanas desde su detección”.

Nuevos mamógrafos y nuevo modelo de gestión

Por otra parte, el conseller ha expuesto en su comparecencia las medidas que está desarrollando la Conselleria de Sanidad para resolver las deficiencias detectadas en la gestión de la prevención de cáncer de mama.

Marciano Gómez ha afirmado que la Conselleria está trabajando “para reactivar y adecuar el programa de detección precoz de cáncer de mama con la finalidad de que las mujeres de la Comunitat Valenciana puedan tener un acceso equitativo al mismo”.

Otra de las importantes deficiencias confirmadas por los servicios de Inspección de la Generalitat es el estado obsoleto en el que se encuentran algunos mamógrafos, provocando continuas incidencias y averías que repercuten en el funcionamiento del programa. En este sentido, Gómez ha indicado que “la Conselleria va a destinar 3 millones de euros para adquirir 10 nuevos mamógrafos, que sustituirán a los equipos obsoletos en las Unidades de Prevención de Cáncer de Mama”.

Además, se han iniciado los trámites para que las Unidades de Prevención de Cáncer de Mama pasen a depender orgánica y funcionalmente de los departamentos de salud, de manera que la gestión y ejecución del programa sea desarrollado por los mismos, a través de los servicios de radiodiagnóstico de los hospitales en los que se integran, ya que en los últimos años se ha detectado una discordancia orgánica y funcional en el cribado de cáncer de mama, derivada de las discrepancias entre los departamentos de Salud Pública y Asistencia Sanitaria, dentro de la misma Conselleria de Sanidad.

Asimismo, “se va a introducir la inteligencia artificial para que colabore en el diagnóstico y nos permita agilizar los tiempos del proceso. Está previsto que durante el verano se implanten cuatro proyectos pilotos en la Comunitat Valenciana: dos en Valencia, en los hospitales Clínico y La Fe; uno en Alicante, en el hospital Doctor Balmis y uno en Castellón, en el hospital General”, ha destacado Marciano Gómez.

La Conselleria de Sanidad también está trabajando para mejorar la interoperabilidad de los sistemas informáticos, de manera que las unidades de prevención puedan acceder a la información clínica de las pacientes, al igual que desde otras unidades asistenciales se pueda acceder a los resultados registrados por las unidades preventivas.