Valverde lamenta "la osadía de Carlos Fabra al hablar de corrupción cuando no ha explicado por qué escondió un millón de euros a Hacienda"
El secretario de organización invita al presidente de la diputación a que dé cuenta públicamente de “qué amigos le dieron los millones de euros que le llovieron del cielo en sus cuentas durante años”
El secretario de organización ha recordado que “este es el momento en el que Fabra todavía no ha explicado ni en los juzgados, ni en los plenos de la diputación, ni a los ciudadanos el origen de su espectacular incremento patrimonial, ni por qué escondió este dinero a la Agencia Tributaria” y le ha exigido que sea valiente “y que lo haga ahora”. También ha recordado lo grave que es el hecho, recogido por la prensa, de que Fabra en el juzgado haya reconocido haber recibido una millonada de un empresario y decir sin tapujos que “lo devolverá cuando pueda”.
Para Valverde, también es grave que “el PP presuma públicamente de querer retrasar el juicio más allá del día 22 de mayo, después de las elecciones, porque esta actitud pone de manifiesto su convencimiento de que será condenado”. Para el responsable de organización, “el problema más grave de Castelló, ya no es la corrupción que acorrala a Fabra, sino la actitud de complicidad y permisividad de Alberto Fabra, Javier Moliner y del resto del PP que deberán asumir sus responsabilidades por haber dejado durante tantos años a Carlos Fabra al frente de una institución pública a pesar de no explicar quién le ingresaba tanto dinero en sus cuentas”.
Cabe recordar que, según el escrito del fiscal, basado en los informes oficiales de los inspectores de Hacienda, durante los años 1999 y 2004 a Fabra le salió la declaración de la renta a devolver, cuando su incremento patrimonial medio era de unos 300.000 euros anuales, “un hecho insólito que ya de por sí, en cualquier democracia, habría provocado la inmediata dimisión de Fabra de cualquier cargo, pero aquí, para vergüenza de los ciudadanos y ciudadanas honradas de Castelló, sigue al frente de la diputación y, lo que es peor, con el apoyo de Alberto Fabra y de Javier Moliner, que han unido su futuro político al de una persona que hace años debía de haberse apartado de la gestión de dinero público”.