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Trabajadora social, sanitaria y rural: “Somos profesionales imprescindibles en el equipo interdisciplinar de Atención Primaria”

Trabajadora social, sanitaria y rural: “Somos profesionales imprescindibles en el equipo interdisciplinar de Atención Primaria”
  • La trabajadora social sanitaria Mª Carmen Roca ve necesario abordar las desigualdades en el acceso a los servicios especializados de salud y hacer frente a las nuevas necesidades que están surgiendo en la zona rural

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Con motivo del Día Mundial de la Salud, que se celebra este 7 de abril, el Col·legi de Treball Social de Castelló quiere poner en valor dos de los perfiles más desconocidos, “pero imprescindibles” -matizan desde la entidad- de la profesión: el sanitario y el rural. Ambos confluyen en el caso de Mª Carmen Roca, colegiada del COTS Castelló.

Desde hace más de una década, Roca ejerce su labor como trabajadora social sanitaria en Atención Primaria en los centros de salud de Alcora y Llucena, desde los que interviene, a través de los consultorios auxiliares adscritos a cada uno, con población de diez núcleos rurales. Localidades, explica, con características que no pueden desligarse de la práctica profesional. Es el caso de Castillo de Villamalefa, el más pequeño y con población más envejecida (mayor de 74 años) de los centros adscritos a Llucena. O Figueroles y Costur, el pueblo más pequeño y el más envejecido, respectivamente, de entre los que dependen del centro de salud de Alcora.

A esta idiosincrasia se une la dispersión del territorio: Cortes de Arenoso es, dentro de la zona rural asignada a esta profesional, el que más dista de Castelló -75 kilómetros-, donde se centraliza la mayoría de los recursos sanitarios especializados. La distancia es, dice, uno de los obstáculos a superar en la zona rural. “Pacientes con problemática de adicciones con una escasa o nula implicación por parte de la familia, sin vehículo y/o escasos recursos económicos, no pueden acceder a la unidad de conductas adictivas u otras unidades de apoyo, debido a los kilómetros que nos separan de los recursos sanitarios. Además, se une la poca oferta de servicios de transporte público en la zona rural”, señala esta profesional.

“Es necesario abordar las desigualdades en el acceso a los servicios especializados de salud y hacer frente a las nuevas necesidades que están surgiendo en la zona rural, como la llegada de inmigración, el aprendizaje del idioma para facilitar la integración, etc”, reivindica.

Resalta pese a los obstáculos la “excelente coordinación” que existe entre los servicios sociales de base y el centro de salud de los municipios en la zona rural. “Esto favorece la intervención con el paciente”, explica. El día a día de Mª Carmen Roca está en diálogo constante con los equipos de servicios sociales del ayuntamiento de l’Alcora, los de la Mancomunidad Plana Alta, la Mancomunidad de l’Alcalaten-Alto Mijares y la Mancomunidad Río Mijares.

La “proximidad” profesional-paciente es otra de las bazas que destaca Roca del trabajo social sanitario en un entorno rural. “Somos una figura imprescindible en el equipo interdisciplinar. El paciente te tiene de referencia como la trabajadora social del pueblo donde, si te conoce por una situación donde se intervino una vez, ya sabe cuándo puede volver a recurrir al servicio. Es habitual eso de “vine por mi madre, pero ahora vengo por mi suegra o por la problemática que tengo con mi hijo”. Además, los compañeros del equipo cuentan mucho contigo”.

El lugar de residencia puede sondear también entre las amenazas en el acceso al derecho a la salud que proclama, con su lema, el Día Mundial 2024. Un derecho cuyos principales riesgos, dice Roca, provienen de “las desigualdades sociales y la privatización en el sistema sanitario, puesto que los determinantes sociales de la salud no están equitativamente distribuidos entre los diferentes grupos sociales en la población, según su lugar de residencia, la clase social, los niveles de estudios o el género. Es necesario mantener un sistema sanitario público, universal y de calidad”, detalla.

El papel del trabajo social sanitario en este sentido es “imprescindible en todos los ámbitos de la salud; interdisciplinario, porque es importante el trabajo en equipo; cualitativo y adaptativo”, indica.

La salud tiene determinantes sociales, “y es importante, como profesional sociosanitario, conocer la influencia de estos elementos para fomentar los factores saludables y poder ofrecer alternativas para mantener y mejorar la salud. Por lo tanto, se tiene que concienciar y responsabilizar al paciente de la importancia de las vivencias y de las elecciones de vida que influyen en su salud”, dice. “Erramos cuando no se realiza una atención bio-psico-social, una atención integral para mejorar la calidad de vida de la población. Erramos cuando valoramos sólo la parte bio y dejamos de lado la parte psico y social”, añade.

La jornada del Día Mundial de la Salud deja otra reivindicación sobre la mesa: la de reconocer el Trabajo Social Sanitario como profesión sanitaria. “Junto al Consejo General de Trabajo Social nos hemos sumado a la campaña ‘¡Trabajo Social Sanitario, ya!’ para pedir al Ministerio de Sanidad que nos reconozca como profesionales de la salud, algo que llevamos reivindicando desde hace más de veinte años”, recuerda.

Este paso adelante implicaría “conseguir la especialización sanitaria, acceder al reconocimiento acreditativo de la formación continuada y al reconocimiento del desarrollo profesional, así como al TSIR del Trabajo Social Sanitario, que garantizaría una formación mediante una residencia tipo MIR, EIR o PIR”, concluye.

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