Salvador acusa a Camps de paralizar el aeropuerto al pagar antes a sus "amigos del Gürtel que a Iberdrola para continuar las obras"
La vicesecretaria del PSPV-PSOE de la provincia y diputada autonómica pregunta “dónde están escondidos los Fabra y los Moliner mientras Camps castiga a Castelló malgastando el dinero de la Generalitat en sus amigos”
La vicesecretaria se ha preguntado “donde están escondidos los Fabra y los Moliner a la hora de reivindicar ante Camps lo que le corresponde a Castelló” y ha insistido en que "estamos ante el claro ejemplo de lo que han sido 15 años de gobierno del PP en la Generalitat y en la diputación, donde todo el dinero se ha ido a Valencia y Alicante, a sobrecostes en Terra Mítica, que por cierto está a punto de cerrar, y en los amigos de Camps, como el "bigotes", que hasta hicieron negocio con la visita del Papa, mientras Castelló ha pasado la mano por la pared en materia de inversiones". En este sentido, la vicesecretaria ha recordado que los dos principales problemas que tiene la provincia de Castelló son "Francisco Camps por paralizar todas las inversiones pendientes y prometidas y el PP de Castelló, con los Fabra y Moliner a la cabeza, por permitírselo". De hecho, ha recordado que a pesar de que "llevamos denunciando semana tras semana, con nombres concretos, todos los incumplimientos en materia de inversiones en centros de salud, hospitales, centros de día, carreteras, red de tranvía, centros educativos e institutos, esta es la hora en la que no sólo no hemos obtenido respuesta, sino que el PP de Castelló guarda un preocupante silencio terriblemente perjudicial en una provincia a la cabeza del paro que necesita más que nunca del impulso de obra pública".
Por último, ha invitado a los responsables del PP a que "revisen las hemerotecas y busque el momento en el que el ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, con el presidente Zaplana y Fabra en Castelló, acordaron apostar por la iniciativa privada para construir el aeropuerto de Vila-nova, porque en ese momento, el PP de Castelló se mantuvo muy callado y aplaudió como nadie que Aznar cerrase la puerta a cualquier aportación económica del Gobierno de España a esta infraestructura”.