La CEC reclama la ejecución de las infraestructuras pendientes en Castellón
El comité ejecutivo valoró negativamente la paralización de las obras y su fuerte impacto en la economía provincial
Según ha dicho el presidente de la CEC, con esta decisión los empresarios castellonenses quieren expresar el malestar por la paralización de los compromisos anunciados por el Ministerio de Fomento, y el impacto negativo que esta resolución tendrá para la economía castellonense.
Los empresarios reivindican la ejecución de las obras como la línea de alta velocidad Valencia-Castellón y su conexión con Tarragona; el corredor mediterráneo de mercancías por ferrocarril; la variante de la N-340 entre Castellón y Oropesa; así como la N-340 entre Peñíscola y Vinaròs; la autovía A-7 entre el aeropuerto de Castellón y el límite de la provincia de Tarragona; la conexión ferroviaria por el sur a PortCastelló con el objetivo de mejorar los accesos al puerto castellonense y con ello garantizar la intermodalidad; la mejora de la N-232 o la autovía A-68 entre Santander y Vinaròs.
Los empresarios solicitan al Ministerio de Fomento que se retomen las inversiones en obra pública y se busquen nuevas fórmulas de financiación para evitar la paralización de obras como el AVE, algunos de los tramos ya se encontraban en avanzado estado de tramitación, o incluso adjudicados.
El presidente de la Confederación de Empresarios de Castellón (CEC), José Roca, ha confirmado el impacto negativo que supondrá el incumplimiento de los compromisos en materia de infraestructuras adquirido por la Administración central, porque estos recortes “van a conducir a más desempleo, que es el elemento más grave de la economía, porque frena el consumo y la reactivación económica”.
José Roca ha declarado que las infraestructuras son inversiones rentables y generadoras de empleo destinadas a mejorar las condiciones de competitividad de nuestra economía, con un retorno de las inversiones muy a corto plazo. Para el presidente de la CEC, también es importante destacar que la inversión en infraestructuras supone, además, progreso y confianza entre la clase empresarial y la sociedad.