Puig contrasta los 12.000 millones del gobierno para unir Castelló y Madrid en menos de tres horas con el no rotundo de Rajoy al Corredor Mediterráneo
El cabeza de lista al Congreso afirma que Rajoy “ha dejado al pie de los caballos a todo el PP de Castelló y de la Comunitat Valenciana al decir abiertamente que no hará trasvase del Ebro y que no apoyará el corredor”
Puig ha aprovechado este evento conmemorativo para poner de manifiesto el compromiso del Gobierno de España con la provincia de Castelló con una serie de inversiones en materia de infraestructuras para potenciar el desarrollo del territorio del norte de Castelló, y de la provincia en general. Puig ha recordado que Castelló está a menos de tres horas de Madrid en tren “gracias a los más de 12.000 millones de euros invertidos por el Gobierno socialista, frente a un PP que en la época de Aznar y con Rajoy de vicepresidente, nos borró del mapa, al quitar el corredor mediterráneo de los ejes prioritarios europeos”. Además, ha recordado que “frente a este compromiso firme del PSOE con Castelló, tenemos a un Rajoy que ya ha dejado claro que el Corredor Mediterráneo no es prioritario para él, por tanto, todos los ciudadanos y ciudadanas de Castelló tienen que saber y tener claro que Rubalcaba es el único capaz de garantizar su ejecución frente a un Rajoy y un PP que suponen una amenaza para Castelló”. Un Rajoy –añade-“que ha desmontado las mentiras del PP de la Comunitat Valenciana y de Castelló al afirmar categóricamente que no ejecutará el trasvase del Ebro ni lo incluirá en el programa electoral, lo que pone de manifiesto la gran mentira sobre la que ha descansado toda la estrategia de los responsables del PP en Castelló y en la Comunitat”.
Puig ha recordado cosas tan evidentes como que en el año en el que Zapatero llegó a la Moncloa, en el 2004, no estaba ni terminada la autovía entre Castelló y Valencia; había paralizados 12 kilómetros de la autovía A-23 entre Sagunto y Soneja y para ir de Castelló a Valencia se tardaba 75 minutos; la nacional 340 estaba colapsada por el sur y en el norte de Castelló contaba con las peligrosas travesías de Benicarló y Vinaròs y la N232 estaba totalmente paralizada, de forma que de Vinaròs a Zaragoza se tardaba cuatro horas. Ocho años después, destaca, "la autovía A-23 está terminada y se puede ir de Castelló a Zaragoza en tres horas; la nacional 340 en el sur cuenta con la conversión entre Nules y Almenara en vía semiurbana; se concluyó la autovía y en el norte están en marcha las obras de las variantes de Peñíscola y Vinarós; en cuanto a la N-232 se han realizado las obras de modernización de todo el trazado lo que ha permitido unir Vinaròs con Zaragoza en 3,15 horas y está en proyecto su conversión en autovía (A-68 de Zaragoza a Vinaròs, gracias a la postura firme de los socialistas frente a los defendía Tarragona, como salida natural de la futura autovía) y se ha terminado el acceso al puerto de Castelló mediante autovía. Todas estas inversiones han supuesto una inversión de 420 millones de euros, que contrasta con el nulo impulso del Gobierno de Aznar que lo único destacado que hizo en materia de infraestructuras fue borrar el Corredor Mediterráneo del mapa de los ejes prioritarios europeos, en el año 2003 y cuanto, precisamente, la Comisaria Europea de Infraestructuras era una española
Sin embargo, una cuestión sobre la que más han incidido ha sido la relativa a la nacional 232, tanto para facilitar la llegada de visitantes a la provincia de Castelló, ya que representa la salida natural al mar Mediterráneo desde el País Vasco, como también para dar salida de productos desde el puerto de Vinaròs.