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El PSPV-PSOE Alto Palancia-Mijares afirma que "el PP no quería llegar ningún acuerdo sino imponer su postura para convertir a Martínez en un presidente decorativo atado de pies y manos"

  • Desde la ejecutiva explican que, mientras el grupo socialista y el grupo mixto querían una junta de gobierno con 18 miembros para que todos tuvieran delegaciones, el PP quería que fuera de 16 miembros y asumir 8 de las 12 delegaciones

La ejecutiva del PSPV-PSOE del Alto Palancia-Mijares afirma que, en ningún momento, el Partido Popular ha querido llegar a un acuerdo previo a la moción de censura de la mancomunidad sino que su única intención era imponer su postura con el objetivo de convertir al Ramón Martínez en un presidente decorativo de pies y manos. Tal como explican desde la ejecutiva comarcal, “no es oro todo lo que reluce en la oferta generosa" que, según el PP, hizo al grupo socialista para que Ramón Martínez mantuviera la presidencia de la mancomunidad. "Es más, el Partido Popular retuerce la realidad a base de mentiras y medias verdades para acomodarla a sus intereses y que parezca lo que no es porque más que una oferta generosa era un caramelo envenenado que no se podía aceptar”, aclaran desde la ejecutiva comarcal.

El PSPV-PSOE del Alto Palancia-Mijares aclara que la cesión de presidencia al grupo socialista tenía una letra pequeña que convertía a Ramón Martínez en un presidente de paja. Es por ello que desde la ejecutiva comarcal explican cómo fue realmente la negociación y lamentan que el Partido Popular haga de la mentira su estrategia política. 

En primer lugar, aclaran que no es cierto que el PP propusiera una vicepresidencia para el grupo mixto, como han dicho públicamente.  El PP quería crear dos vicepresidencias y que las dos fueran del PP. Criticaron la propuesta del grupo socialista y la del grupo mixto porque decían que estaban sobrerrepresentados. Además, el PP proponía una Junta de Gobierno formada por 16 miembros y se negaron a ampliarla hasta el máximo legal que son 18 para tener una representación más amplia, como propusimos los demás. Lo cierto es que de los 16 miembros (9 del PP, 6 del PSOE y 1 del Grupo Mixto) que ellos proponían, solo 12 tenían delegaciones de área (8 delegaciones para el PP, 3 para el PSOE y 1 para el Grupo Mixto) y 4 eran vocales sin ninguna delegación, de los cuales 3 (qué casualidad) eran del partido socialista y solo 1 del PP. Lo cierto es que la propuesta del grupo socialista y la del grupo mixto creaba una Junta de Gobierno de 18 miembros en la que todos tenían delegaciones de área.

Reuniones

La negociación para conformar una junta de gobierno en la mancomunidad, con presencia de los tres grupos políticos representados, tuvo una primera reunión en la que cada grupo expuso su punto de vista sobre cómo había que afrontar la nueva situación a raíz de la incorporación de los pueblos adheridos. "Era una toma de contacto y un intercambio de opiniones que fijaban un punto de salida para cada grupo y nos emplazamos para una segunda reunión para que cada grupo presenara una propuesta por escrito. Tres documentos sobre los que comenzar ya una negociación”, apuntan.

En la segunda reunión, se suponía que cada grupo entregaría a los otros dos su documento para trabajar. Pero la sorpresa fue que el Partido Popular se negó a mostrar el suyo hasta conocer previamente las propuestas de los otros dos grupos. La excusa fue que ellos habían preparado dos propuestas, una más radical y otra menos radical, en palabras de su portavoz, y que en función de las otras decidirían cuál de las dos presentaban. "No se puede calificar de juego limpio esa estrategia”, señalan desde la ejecutiva comarcal.

Finalmente, y después de ver los documentos del grupo mixto y el grupo socialista, el PP se decidió por presentar la "menos radical", según ellos. A este respecto, desde la ejecutiva comarcal afirman que “ nunca sabremos cuál era la más radical, pero si la que enseñaron era la más benévola, no nos lo queremos ni imaginar”. Desde la ejecutiva comarcal defienden que cuando se entra en una negociación y se presenta un documento con una propuesta, "ese documento es de máximos y que en el transcurso de la negociación hay que ceder para llegar a un acuerdo. Nunca son iguales la propuesta con la que uno se sienta a la mesa que el acuerdo con el que se levanta de ella. Pero esto el Partido Popular no lo entiende así. Después de más de dos horas de reunión fue imposible acercar posturas y nos emplazamos a una tercera reunión. Eso sí, se acordó que cada grupo presentaría una segunda propuesta y que todos intentaríamos en ese segundo documento ceder en nuestras posiciones para intentar acercarnos a las de los otros”.

En la tercera reunión, el PP volvió a exigir conocer previamente las propuestas de los otros dos grupos antes de enseñar la suya. El grupo mixto presentó su segundo documento en el que renunciaba a algunos de los planteamientos que había hecho en el primero. Entre otras cosas, renunciaron a tener una vicepresidencia y no exigieron gestionar ninguna área en concreto. Seguidamente, el grupo socialista presentó su segunda propuesta, en la que también había cesiones respecto a la primera. Proponían tres vicepresidencias, dos para el PP y una para el PSOE, y no se reservaban ningún área de gestión en concreto, dejándolas todas en blanco para que fueran asignadas dentro del proceso de negociación. Fue entonces cuando el grupo popular anunció que ellos no tenían ningún documento que presentar, porque no iban a cambiar ni una coma de su primera propuesta. Querían imponer su postura y, como es comprensible, esa intransigencia imposibilitaba un acuerdo. Aún tuvo la osadía el portavoz del PP de llamar al presidente Ramón Martínez días más tarde para preguntarle si pensábamos presentar una tercera propuesta. "Así entienden ellos la negociación, los demás debemos hacer sucesivas propuestas hasta que ellos nos den su visto bueno. Evidentemente, con esas formas, es imposible llegar a ningún acuerdo, porque eso no es negociar, es simplemente, imponer”, lamentan desde la ejecutiva comarcal.

Asimismo, el PSPV-PSOE del Alto Palancia-Mijares aclaran que en esas reuniones  ya se les dijo que "nosotros no somos las marionetas de nadie, que si teníamos la presidencia era para poder trabajar desde ella y poder aplicar las políticas y los proyectos que tenemos para la comarca. Si Ramón Martínez tenía que seguir siendo el presidente debía ser con un margen de maniobra razonable para poder trabajar, y que de ninguna manera íbamos a mantener una presidencia meramente testimonial. Es lo que ellos nunca han querido entender, que lo que importa no es el reparto de puestos, es saber qué se puede hacer desde esos puestos, para qué se quiere gobernar”.

"Ese es el debate de fondo en el que el PP no quiere ni puede entrar. Si se tiene un proyecto para la comarca o si no se tiene nada. Porque, cuando no se tiene nada que aportar, es cuando de lo único que se puede discutir es del reparto de sillones. Si es para trabajar y aplicar las ideas y los proyectos que tenemos para la comarca, hablamos. Si solo es para figurar, para eso ya están ellos. Pero que dejen de enredar”, concluyen.

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