Els Pelegrins de Portell, camino a Sant Pere
Els Pelegrins de Portell, ataviados con camisa blanca, capa y sombrero negro, rosario y bastón, salieron esta mañana a las 5h desde Portell camino a la ermita de Sant Pere de Castellfort. Han atravesado pinares, el barranco de la Rambla Celumbres y las lomas de Castellfort. 13 km después, a las 9h de la mañana, llegaban a la ermita. Allí han celebrado misa y después han almorzado. Se trata de una peregrinación con más de 500 años desde su primera referencia documentada.
Vecinos de Portell se han acercado hasta la ermita para asistir a su llegada. Bajo un respetuoso silencio y el tañido lento de la campana, los 12 peregrinos han cumplido con lo marcado por la tradición. Han hecho la reverencia de costumbre ante la cruz de Sant Pere. Y a su llegada al templo han besado el suelo y han saludado en dirección a Portell. Ya en el interior se han ido situando en torno al altar para participar en la misa.
La rogativa, en la que junto a Els Pelegrins participan el pendón, la cruz, los ciriales y el cura, pasará el dia en la ermita de Castellfort. Por la tarde, iniciarán el camino de vuelta hacia Portell. Cuando lleguen en vista del pueblo esperarán a que anochezca para entrar en las calles por la ermita de la Esperanza. Les esperará la procesión de bienvenida, con todas las peanas, santos e imágenes del pueblo, portadas por los vecinos. De este modo el pueblo mantiene su compromiso. Los vecinos de Portell prefieren que nadie les acompañe en el camino para respetar su silencio y recogimiento.
La peregrinación, que llegó a perderse, se recuperó en los años 80. Entonces costaba mucho encontrar peregrinos, hecho que ha cambiado en la actualidad. Para participar es necesario ser vecino del pueblo o mantener vínculos con el municipio.
La leyenda
Cuenta la leyenda que el origen se remonta a la Edad Media cuando 12 hombres de la localidad marcharon a Roma en busca de una solución a la acuciante sequía. Consiguieron una audiencia con el Papa quien les indicó qué debían hacer: habrían de pregrinar a la ermita de San Pedro que tuvieran más próxima. Según se cuenta, sólo uno de los viajeros pudo regresar a Portell.
La alimentación
El mayoral se encarga que nada les falte a los peregrinos. Antes se utilizaba para ello una oveja y 40 litros de vino. Así, por ejemplo, huevo duro, olivas negras y queso del terreno es la merienda.
