Culla 1233, un viaje a la conquista del Alt Maestrat

Culla se ha convertido este fin de semana en escenario de batallas entre sarracenos y templarios, un viaje a la conquista del Alt Maestrat, en pleno siglo XIII, que ha contado con recreadores históricos de toda España e incluso venidos de Francia. La muestra se ha centrado en la recreación de diferentes episodios históricos sucedidos en Culla en los años más convulsos de su historia, cuando Don Jaime I, Rey de Aragón y Mallorca, Conde de Barcelona y Urgel y Señor de Montpellier se hace con la Villa de Burriana y envía a sus caballeros a la conquista de los castillos del hoy conocido como Maestrazgo. Don Blasco de Alagón es el encargado de entrar en Culla, una fortaleza musulmana bien defendida pero que no consiguió aguantar el sitio de los templarios.

El núcleo antiguo de Culla, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), ha centrado buena parte de las recreaciones. Se ha podido visitar el campamento de los soldados y conocer su modo de vida, desde sus costumbres hasta su alimentación y su vestimenta. También las artes de éstos en el lanzamiento de cuchillos y en el tiro con arco, actividades que han triunfado entre el público familiar que ha asistido al evento. Callejeando por Culla se encontraba el mercado medieval con puestos variados y perfectamente caracterizados, puestos en los que podía descubrirse el arte del tratamiento del cuero, el esparto, la madera o el acero. También gastronomía, desde la típica de Culla hasta la marroquí, todo acompañado con cervezas artesanas de la provincia de Castellón. Un placer para los sentidos completando una experiencia única.

Las recreaciones de batallas han sido, sin duda, los actos más destacados y los que han recibido más público; la batalla entre las tropas cristianas y los defensores sarracenos de Culla o la batalla entre las tropas de Blasco de Alagón y los sarracenos previa a la toma de posesión de Culla por los templarios. También representaciones curiosas como la búsqueda de un ladrón por parte de la guardia de Culla callejeando por el centro histórico o la compra del castillo a Guillem de Anglesola en el Calvario. En definitiva, un fin de semana apasionante para los amantes de la historia, el patrimonio y para los turistas curiosos, ansiosos de conocer una parte de nuestro pasado que queda en los libros y en la memoria viva de muchos que trabajan porque nada de aquello caiga en el olvido.