El PSPV denuncia que el copago de Rajoy "es un nuevo ataque a los más castigados por la crisis"

"Mariano Rajoy ha vuelto a engañar a la ciudadanía y acaba de impulsar el copago sanitario que negó hasta la saciedad durante la campaña electoral". Así de contundente se ha mostrado la diputada en el Congreso Susana Ros quien, junto al senador, Enrique Navarro, ha explicado las graves consecuencias que tendrá el copago sanitario que, desde el lunes, está en vigor. Los parlamentarios han afirmado que "estamos ante un nuevo ataque del PP y de Mariano Rajoy a los colectivos más castigados por la crisis, y que tienen más necesidades". Para Ros, "con este nuevo castigo de Rajoy, la sanidad pública ha dejado de ser universal, gratuita y equitativa y supone un hachazo brutal a uno de los principales pilares del Estado de Bienestar". Los parlamentarios han coincidido en señalar que "la crisis es la excusa, ya que lo único que está haciendo el PP es impulsar las políticas de derecha que aumentan las desigualdades y que pretenden separar la sociedad entre ciudadanos de primera y de segunda". Tanto la diputada como el senador han afirmado que "rechazamos la medida por injusta e ineficaz" y han advertido de que el copago "podría generar un riesgo de perjudicar la salud de los pacientes, afectará especialmente a las capas de población más vulnerables y con más necesidades (personas mayores, pacientes con enfermedades raras y enfermos crónicos, sobre todo) que son los que más usan los servicios de salud, culpabilizándoles de un problema que nada tiene que ver con su situación".

Ros ha insistido en que "estamos totalmente en contra, ya que la salud de las personas no tiene criterio económico. De hecho, se va a tener que pagar por las prótesis, collarines, muletas, sillas de ruedas y hasta por el transporte sanitario". En este sentido, los socialistas han presentado una batería de preguntas para analizar cómo afectarán todos estos recortes a los ciudadanos y ciudadanas de Castelló, una provincia especialmente castigada por el desempleo y que, por parte del Gobierno de Rajoy no recibe más que recortes, mientras los responsables del PP provincial callan y aceptan con resignación este trato tan injusto".

Para los socialistas, "no es aceptable penalizar al enfermo", y han puesto los ejemplos de dos comunidades gobernadas por el PSOE, ya que en Andalucía se ha ideado un sistema para que los pensionistas no tengan que adelantar más dinero del tope establecido, para evitarles un desembolso mayor y tener que reclamar el reintegro de los gastos, evitando a la administración un coste burocrático innecesario. Del mismo modo, en el País Vasco, el Gobierno de Patxi López ha aprobado un decreto para evitar que sus ciudadanos se vean afectados por el copago en medicamentos. De nuevo, "se demuestra que existen alternativas y se pueden hacer las cosas de otra manera", apuntan los parlamentarios, quienes denuncian que, en la Comunitat Valenciana, Alberto Fabra -presidente de la Generalitat- "prefiere garantizarle el negocio a Ecclestone con la Fórmula 1, mientras las farmacias van a empezar una huelga indefinida el lunes por los impagos del Consell". Otra de las consecuencias que tendrá el copago de los medicamentos, según los socialistas, es que "dado que una vez que se desfinancian medicamentos por la sanidad pública dejan de estar obligados a tener un precio intervenido y pasan a tener precio libre, es de esperar que a medio plazo, se produzca un aumento de los precios de estos medicamentos que repercutirá, de nuevo, en el bolsillo de los ciudadanos y generará, como en el copago, dificultades en el acceso y, por tanto, mayor inequidad y desigualdad".

Por último, han acusado al PP de mentir con sus argumentos, ya que "en general, la derecha política dice que el copago es necesario para sostener que nuestro sistema de salud, cuando la realidad es muy distinta, ya que nuestro sistema de salud es de los más baratos de nuestro entorno, hasta el punto de que los últimos datos disponibles de la OCDE (2011) señalan que en el 2009, el gasto sanitario público como proporción del PIB alcanzó 6.5% en España, 2 puntos menos que la media de otros países europeos.