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El Club de Debate de la UJI constata que la impronta de la Constitución de Cádiz ha llegado hasta nuestros días

El Club de Debate de la UJI constata que la impronta de la Constitución de Cádiz ha llegado hasta nuestros días

    A punto de cumplirse los 200 años de la promulgación de la Constitución de 1812, el Club de Debate de la Universitat Jaume I correspondiente al mes de diciembre abordó el bicentenario de esta carta magna desde una perspectiva histórica y jurídica en una mesa redonda integrada por Fernando Peña, profesor de Historia Contemporánea del IES Bovalar y Artemi Rallo, Catedrático de Derecho Público de la Universitat Jaume I, que estuvo moderada por David Hernández, editor del portal nomepierdoniuna.net.

    Durante el debate se trataron aspectos como el origen y el contexto de la Constitución de 1812, un contexto marcado por la Guerra de la Independencia y una coyuntura internacional liberalista gracias a la Constitución de EEUU de 1789 o la francesa de 1791. Otro aspecto importante fue el origen social de los diputados, el nuevo concepto de España que nacía o el liberalismo que caracterizó a la primera constitución española que cómo Fernando Peña apuntó “tuvo en la política española una impronta enorme que llega hasta nuestros días”.

    En Cádiz se decretaron tres puntos fundamentales, que ambos ponentes calificaron como los pilares básicos de esta Constitución: soberanía nacional, inviolabilidad de los diputados y la división de poderes, los tres de gran novedad hasta el momento puesto que España se regía bajo régimen autoritario.

    Además, como quiso recordar Artemi Rallo, el pasado 6 de diciembre, días antes de este debate, la Constitución de 1978 cumplía 33 años, hecho que consideró muy necesario señalar teniendo en cuenta la actualidad reciente. Cómo manifestó el catedrático “cada vez es mes evidente que la sociedad, por la evolución generacional, pide un cierto cambio social y político” que inevitablemente pasa por “un cambio constitucional”. Este tema fue muy debatido por los contertulianos que destacaron como principal problema la antigüedad de la actual Constitución que a penas ha sufrido reformas “por miedo o respeto de abrir un melón”, señaló Rallo.

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