Gisbert pide a la Diputación que se convierta en un verdadero instrumento al servicio de los municipios y que acabe con las prácticas partidistas y clientelares

El portavoz adjunto socialista, Josep Gisbert, solicita al presidente de la Diputación de Castelló, Javier Moliner, que acabe con las prácticas partidistas y clientelares a la hora de aprobar inversiones que concede la institución en los distintos municipios del territorio castellonense sin bases objetivas. Según Gisbert, "los convenios singulares, tal como se vienen realizando hasta ahora, no responden a criterios objetivos y, en algunos casos, resultan claramente injustos, por lo que desmerecen el papel compensador y de equilibrio territorial que debería jugar la Diputación”. El diputado provincial ha afirmado que "no es de recibo que en el presupuesto para el próximo ejercicio los convenios que aparecen sean casi en su totalidad para municipios del PP, ni que a los mismos se dedique 1,8 millones de euros, la mitad que se dedica a la suma del Plan Provincial de obras y servicios y del Plan de Infraestructuras municipales”. "Municipios como Albocásser y Segorbe se van a llevar cada uno -continúa Gisbert- lo que algunos municipios tardarán 20 años en recibir en los planes reglados de la Diputación. Al igual que ha ocurrido con la Vall d’Alba en años anteriores, que incluso consiguió cantidades mayores".

Gisbert insiste en que "ésta es la tónica con la que sigue el PP provincial ya que de las 19 ayudas clientelares que se han firmado en los últimos meses, 16 corresponden a municipios gobernados por el PP, 2 son para el PSOE y una ayuda es para una localidad con gobierno independiente, lejos de la proporción de alcaldías de cada grupo”.

Para el diputado socialista, las inversiones de la institución provincial deberían concederse a través de una convocatoria abierta en base a "criterios objetivos y no de manera discrecional y partidista, y así distribuir mejor el dinero para que más municipios puedan acceder a las mismas". Gisbert ha enumerado una serie de indicadores que considera imparciales y justos a la hora de valorar a qué localidades otorgar las inversiones como, por ejemplo, a obras urgentes por acontecimientos fortuitos, infraestructuras que conlleven un hecho innovador en el municipio y que genere empleo, más consideración hacia los ayuntamientos más pequeños y con menos recursos, además de tener en cuenta que no reciban ayudas de nuevo los consistorios con quien ya han firmado convenios de este tipo anteriormente.

Según Gisbert, "la Diputación debería ser un instrumento al servicio de los municipios, indistintamente del signo político de sus gobiernos". "La decisión de los ciudadanos de elegir un alcalde de un determinado color político no puede convertirse en un pecado. Eso no es democrático. Por eso invita al Presidente de la Diputación a que corrija y dé una nueva orientación al papel de la Institución Provincial", concluye el diputado.